Poesias de Gustavo

Bienvenidos

Bienvenidos esta es una serie de poesías románticas y no románticas, les aseguro que son poesías de altísimo nivel.

Esta serie de historias fueron escritas para hacerte ver que así como los protagonistas de estas historias tú también puedes hacer que se despierte el sueño que está dormido adentro de ti; solo basta creer y hacer para que ese sueño se despierte y deje de ser solo un sueño para transformarse en realidad; y esa realidad va a ser hermosa como un arco iris atravesando el cielo de norte a sur anunciando que la lluvia tormenta ha terminado y que todo puede ser; basta poner coraje, garra y determinación porque todo puede ser posible, hasta los sueños; porque existe una estrella que nos guía y hace que los sueños acontezcan porque lo que tiene que ser será. Trabajaron en la realización de este libro: Organización: Composición y letra: Visualización y diseño: Encuadernación: Índice La fuerza del querer………………………… El vendedor de sueños……………………... El pequeño guerrero………………………… Inténtalo tú también………………………... Tú puedes también…………………………. El bailarín de California……………………. Puede ser tu meta…………………………... Nacido para vencer………………………… Una mamo y querer ser…………………….. Más que sueños; fue realidad……………… Es una Producción de Promotores de inclusión I. M.M. “Tú puedes brillar también” Historias La fuerza del querer Está historia es la historia de Mariana, una muchacha de la ciudad de (Goiánia) una ciudad del interior de Brasil, y ella solo tenía veintitrés años y un sueño que cumplir; pero no era cualquier sueño, era una ilusión que podía ser realidad, solo estaba en ella poder hacerlo. Y cuando niña al volver a su casa desde de una escuela para chicos con capacidades diferente adonde iba vio la casa donde vivía con su madre prenderse fuego; y su madre estaba adentro durmiendo cuando el incendio y murió en aquel incendio, padre ya no tenía; es decir tenía pero ya no vivía con ella ya que desde hacía diecisiete años se había ido para otra ciudad y ya nunca más volvió. Y aquella niña que en aquel tiempo cuando se había incendiado su casa tenía recién nueve años fue llevada por una tía a vivir con ella, y como era esperado y evidente aquella niña sufría porque extrañaba mucho, y no era lo mismo que vivir con su madre que con su tía aunque con esta se llevaba bien, y Mariana vivió con aquella señora durante cinco años. Aquella muchacha ya tenía catorce años y su tío; el esposo de aquella señora con la cual Mariana había ido a vivir se enfermó y aquella señora empezó a trabajar como lavandera; sí aquella señora; la tía de aquella quién ya era una muchachita lavaba ropas para otras familias y así mantenía su familia; incluso a Mariana. Y llegó el invierno y aquella señora seguía trabajando como lavandera, grandes heladas y unos fríos horribles pero aquella señora siempre firme allí; trabajando para mantener a su familia. Y aquella muchachita; Mariana veía el trabajo que su tía pasaba lavando aquellas ropas y un día le dijo; cuando yo sea grande seré una gran diseñista de moda y ganaré mucho dinero y ya no precisarás trabajar porque yo mantendré a nuestra familia, y aquella señora solo se río de Mariana; pensaba que decía aquello solo porque tenía buenos sentimientos; no se imaginaba que adentro de aquella niña había un alma de guerrera; de esas personas que son grande desde el alma, y aquella muchachita todavía le dijo a su tía; se que tengo que estudiar mucho y querer para poder llegar. Y su tía le decía a cada uno de sus clientes a quienes les trabajaba lavándoles ropas queriendo resaltar los buenos sentimientos de su sobrina, pero nunca se imaginaba que futuramente aquel que era solo un sueño que tenía Mariana se convertiría en realidad, pero se convirtió en realidad porque ella quiso que así fuera y luchó mucho para que así fuese. Pero su tía al principio no creía mucho en aquel sueño de aquella muchachita que parecía medio loco porque la gente decía que era muy difícil para aquella niña convertir en realidad su ilusión ya que tenía problemas físicos, motrices y caminaba con bastones canadienses, y algunas personas discrimina mucho dejando de lado el valor de mostrarse tal cual era y la inteligencia que tenía aquella muchacha para desempeñar aquel que sería su trabajo. Pero Mariana tenía una manara de pensar que le había enseñado su madre cuando era aún una niña; que cuando las personas quieren algo de verdad tienen que luchar mucho para intentar alcanzarlo porque todo es posible; basta con quererlo y hacerlo, pero había algo más; aquella muchacha tenía personalidad y rebeldía; pero tener rebeldía y saber usarla es bueno, y ella tenía algo extraño también; seguía sus pensamientos sin importarse mucho con lo que decían los demás; consejos para bien sí aceptaba, pero ella vivía en un país donde la gente es muy discriminatoria y muchos la ofendían por ella ser como era, pero cuando era aún una niña su madre le había dicho que tomara en cuenta en toda su vida aquello que le iba a decir; y le dijo “hay gente que te alienta y te incentiva a seguir adelante; esas son gentes buenas, pero existe gente mala e intentan amagarte y hacen poco de lo que tu consigues con mucho esfuerzo; talvez porque no tienen coraje para ir y luchar por lo que quieren y no soportan ver el éxito de los demás sin criticar, pero no te ilusiones con lo bueno que te puedan decir ni te amargues con lo malo, piensa solo que tú eres fuerte como para ir en frente y marcar el camino hasta el destino que tú quieres llegar y que todo lo puedes poniendo querer, creencia en ti y determinación en llegar hasta donde quieres llegar”. Y Mariana al recordar las palabras de su madre empezó a estudiar en un liceo para llegar hasta adonde quería llegar. Pero aquella muchachita pensaba que ella además de estudiar podía trabajar para así ayudar a su tía en los gastos de la casa, y se puso a trabajar como vendedora; y vendía tortas fritas, y al ofrecer su producto la gente se reía e ironizaba diciendo ahí va la diseñista de modas. Pero Mariana seguía su camino siempre vendiendo haciendo oídos sordos a lo que decían algunas personas, trabajaba vendiendo sus productos durante el día y estudiaba de noche sabiendo que solo así; con mucho esfuerzo sería posible poder llegar hasta lograr su sueño, y seguía enfrente con sus bastones canadienses, sus tortas fritas y un deseo muy grande que con el tiempo iba a ser su realidad. Pero el liceo adonde iba aquella muchacha era público y por falta de recursos financieros pasó a ser privado, lo compró un gran empresario de aquella ciudad. Y a Mariana los dueños de aquel liceo querían hacer que no fuera más alegando que no tenía dinero como para pagar las mensualidades y seguir estudiando en aquel liceo, pero aquella muchacha contó con la suerte y pudo conseguir otro empleo adonde le pagaban más y así poder seguir estudiando y ayudar a su tía con el dinero que ganaba. Pero los empresarios dueños del liceo al ver que Mariana podía pagar y seguir estudiando tuvieron que confesar que no la querían en aquel liceo porque los padres de algunos alumnos decían que sus hijos no debían compartir el mismo lugar de estudios que aquella muchacha en aquel liceo; discriminándola por su discapacidad física y su carente condición financiera. Y aunque Mariana sabía que la discriminación en todos los aspectos en aquel país era crimen y que igual la tenían que aceptar como era igual quiso salir de aquel liceo por que decía que ya no quería seguir en un lugar adonde lo frecuentaba gente con pensamientos preconceptuosos y discriminatorios. Y aquella muchacha pidió la transferencia a otro liceo, y en ese otro liceo estudió otras materias que no tenían nada que ver con lo que ella quería aprender que era ser diseñista de modas, pero para llegar a serlo tenía que pasar y cumplir las reglas de aquel liceo. Y entre otras materias tenía que estudiar ciencias físicas cosa que una diseñista de moda no necesita para nada para poder desempeñar su función, pero ella sabía que para ser una diseñista de modas tenía que aprobar ciencias físicas y todas las materias que complementaban aquel curso. Y así Mariana pasó años trabajando y estudiando hasta que terminó el liceo sí ya habían pasado seis años y aquella muchacha ya tenía veinte años, y para ser diseñista de modas como ella quería tenía que hacer otro curso; y este curso llevaba un cierto período de tiempo; y este período de tiempo consistía en dos años más, pero ella tenía la ventaja que para concluir ese otro curso y llegar hasta alcanzar el título y el diploma ya no precisaba aprobar ninguna materia; era solo curso pero Mariana estaba determinada y decidida a llegar hasta donde quería llegar que era ser una diseñista de modas y no iba a desistir ahora y dejar seis años de trabajo, estudios y mucho esfuerzo; y pensó por dos años más no convenía dejar todo de lado y quedarse en el medio del camino y fue hasta el final en su intento de llegar a la meta; hasta que llegó, Mariana era al fin era una diseñista de modas cuando ya tenía veintidós años. Pero nadie le daba empleo como diseñista de modas que con mucho esfuerzo luchó para llegar a eso; no se si era por su corta edad y los grandes empresarios no creían que aquella muchacha tenía la responsabilidad como para ejercer aquella profesión o era como decía la gente; que no le daban el empleo soñado por Mariana porque la gente es muy discriminadora y no consideraban su inteligencia que sí la tenía como para ejercer aquella profesión, y aquella muchacha seguía trabajando como empleada doméstica a pesar de su discapacidad; pero decía que tenía que seguir viviendo aunque otros rechacen su profesión. Y así pasó un año más y Mariana siempre trabajando como empleada doméstica para poder vivir, pero no se si fue cosa de Dios, del destino o que pasó pero a veces parece que es la suerte quién sopla y Dios manda sus bendiciones para que lleguemos hasta donde tengamos que llegar porque si está escrito en el destino y te esfuerzas para cumplir tu destino va a ser como está escrito. Y después de un año trabajando de doméstica y cuando aquella muchacha salía de su trabajo en una de las calles por donde pasaba Mariana donde había una agencia de estilistas de modas que quedaba cerca de cuyo empleo de ella había un cartel de anuncio que decía que se necesitaba una diseñista de modas, y aquella muchacha no podía creer lo que estaba pasando; era el sueño de su vida estaba allí al alcance de sus manos, y ella entró y habló con el gerente de aquella agencia y este la miró no dando valor a lo que sabía hacer Mariana que era diseños de modas, pero claro aquel que era el agente de aquella agencia no la conocía a aquella muchacha, pero aquel hombre no la quería juzgar sin saber de su capacidad y la hizo pasar por una prueba, y después de terminada aquella prueba quedó admirado y sorprendido con el diseño de un maniquin vistiendo un vestido de modas porque aquel diseño era muy bueno, y aquel hombre hizo que aquella muchacha hiciera la prueba nuevamente porque no podía creer que aquella muchacha con bastones canadiense diseñara tan bien, pero una cosa no quita la otra y la capacidad de Mariana iba más allá de lo que mostraba su imagen, pero hay gente que prejuzga y lo primero que tienen en cuenta es su imagen dejando de lado la verdadera capacidad, inteligencia y responsabilidad como para desempeñarse en un empleo y aquella muchacha sí reunía aquellas capacidades; a ella lo que la diferenciaba de otros y que jugaba en su contra era que caminaba con bastones canadienses pero también la diferenciaba cosas buenas y que eran prioritario para trabajar y que jugaban a su favor como inteligencia, capacidad y responsabilidad que era lo que los dueños de aquella agencia querían para trabajar; alguien así como Mariana. Y al fin aquella muchacha se sentía realizada porque estaba trabajando en lo que ella quería hacer, y con una parte de lo que ganaba mantenía a aquella que era su familia, su tía, su tío y se responsabilizaba por todos los gastos de la casa, y aquellos que eran los clientes de su tía cuando esta trabajaba lavando ropas para ellos comentaban y decían del coraje, del valor y de la persistencia de Mariana para llegar hasta donde quiso llegar. Esta no es solo una historia para que la leas y nada más y sí para que reflexiones que como Mariana tú también puedes alcanzar tu sueño basta luchar por él con valentía, coraje y determinación de llegar hasta donde quieres llegar. Esta es solo una historia de ficción pero también puede ser real y tú puedes ser el personaje como lo fue Mariana en esta historia; aquella chica a quién Dios no le había dado la capacidad motora en toda su plenitud pero en cambio le dio otras capacidades como inteligencia y responsabilidad pero también valores como coraje, valentía y fe; la creencia en sí, tú también puedes tener esos valores pero tienes que mostrarlos y hacer que acontezca, tú puedes. El vendedor de sueños Era un hombre de cuarenta años de edad que vivía en la ciudad de Montevideo en la capital de Uruguay, se llamaba Gustavo. Gustavo era un chico con capacidades diferente; él tenía un parálisis cerebral que poco a poco iba atrofiando sus músculos. Él desde niño tenía un sueño que era ser un artista de la literatura; él soñaba con ser un escritor y lanzar al público libros de historias y poesías, y tenía lo que tiene todo artista; él también era un soñador. Y aún niño por problemas familiares se fue con su madre y sus hermanos a vivir a otro país (Brasil) Gustavo ya tenía ocho años y vivía en una ciudad llamada Santana do Libramiento que limitaba con la ciudad de Rivera (Uruguay) donde era su país natal; y aquel niño al llegar a ese otro país extraño mucho porque en su país eran sus hermanos mayores y otros familiares por él, pero en ese otro país era él por él y hablaban otro idioma, era un cambio total para adaptarse toda persona y más un niño de apenas ocho años, para Gustavo aquel país era un mundo totalmente diferente, pero al poco tiempo se acostumbro ya que aquel niño era muy inteligente y aprendió a hablar el idioma de aquel país. Pero su madre y sus hermanos más pequeños pasaban muchas dificultades financieras ya que aquella mujer; la madre de Gustavo fue para aquel país engañada por otras personas de que ya iba con trabajo; pero no fue así, y aquel niño con su madre y sus hermanos vivían con su cuñado y una hermana mayor y aquel hombre; el cuñado de aquel niño tenía un trabajo que no era muy rentable como para mantener una familia tan grande, y Gustavo tuvo la idea de ponerse a trabajar como mandadero y el poco dinero que ganaba no alcanzaba como para mantener su familia pero sumaba a lo que ganaba su cuñado y las dificultades que pasaban ya era menor. Pero aquel niño siempre con el sueño de ser un artista, y le contó a uno de los señores a quién le hacía mandados de su sueño pero aquel hombre solo se rió de él; y le decía mira si un poeta va a andar de mandadero como andas tú, y Gustavo se fue hacer sus mandados como siempre pero medio triste porque aquel que era su sueño no lo tomaban en serio; es más solo era el motivo de la risa de los demás. Pero aquel niño sentía como una necesidad de hablar con alguien sobre aquel que era su sueño y que lo tomaran en serio y que no sea solo un motivo de risa como lo había tomado aquel señor a quién Gustavo le hacía mandados. Pero si la risa de aquel señor era lo malo para Gustavo también existía el bien, y como dice el refrán “todos los días no son iguales” y cuatro días después aquel niño estaba haciendo mandados como siempre lo hacía y en una esquina había un señor pidiendo monedas; un mendigo, otras personas decían que aquel señor solo era un loco que después de haber perdido su familia vivía en las esquinas pidiendo monedas como un mendigo. Pero había algo que le decía al niño aquel que aquel mendigo no era un loco como decían los demás; y le contó de aquel que era su sueño y que era un día ser un artista de la literatura, y aquel quién toda la gente decía que solo era un loco le dijo a Gustavo que todo sueño puede ser posible que se convierta en realidad solo tienes que creer en él; pero no basta solo con creer; también tienes que luchar por él con todas tus ganas y fuerzas para que deje de ser solo un sueño y se haga realidad, y cuando alcances esa realidad va a ser tu felicidad; pero no será solo tu felicidad; será también tu orgullo de haber alcanzado el sueño por el cual has luchado mucho por alcanzarlo y también será la creencia de que todo pude ser solo tienes que poner lo que ponen todos aquellos que nacieron para vencer y que es fuerza, valor, coraje, determinación, en fin; todo aquello que ponen los que han nacido para vencer principalmente creencia de que puede ser y si te sierran las puertas en la cara no desistas o solo serás un fracasado a pesar de haber intentado; persiste en hacer realidad tu sueño hasta lograrlo, pero no lo hagas para mostrarle a los demás que tú puedes; hazlo por ti. Y pasaron muchos años y aquel niño ya era un muchachito; ya tenía dieciséis años, siempre haciendo cosas ligadas al arte; hacía artesanías, cometas artesanales y exponía su trabajo para vender en ferias artesanales, y aunque se estaba yendo para otras ramas del arte nunca olvidaba su gran sueño que era ser un artista de la literatura. Y un día tuvo un accidente que afectó aún más lección en su cerebro; y estuvo muy grave y hasta estuvo en estado de coma; parecía que ya se iba a morir, pero parece que el destino ya está marcado y la vida no se debe terminar e irnos para el cielo hasta que no hagamos lo que venimos a hacer acá en la tierra. Y aunque Gustavo nunca se recuperó de su lección en el cerebro; al contrario afectó aún más aquella lección que sumado a aquel parálisis cerebral que él padecía afectó aún más su coordinación motora y sus movimientos, pero aún había vida y un sueño por cumplir. Y nunca olvidaba las palabras de aquel mendigo que la gente decía que estaba loco que decían que todo sueño puede ser posible que se convierta en realidad y deje de ser solo un sueño y que para eso solo tiene que luchar por ese sueño poniendo garra, valor y todas esas cosas que ponen todos aquellos que nacieron para vencer; pero lo principal era determinación y creer que puede llegar a serlo. Y Gustavo ya tenía veintiocho años y sentía que algo faltaba; y ese algo que faltaba no era cualquier cosa; era el sueño de su vida que era ser un gran poeta. Pero Gustavo había perdido la memoria debido a aquel accidente que tuvo, y así pasaron nueve años más y él ya tenía treintisiete años, y sucedió como un milagro; aquel que ya era un hombre recupero su memoria y recordó todas aquellas palabras que un día cuando aún era un niño le dijo aquel hombre que era un mendigo y que toda la gente decía que era mal de la cabeza y hasta loco. Y en la ciudad de Rivera en el interior de Uruguay que cuya ciudad hace frontera con la ciudad de Santana do Livramento en Brasil adonde Gustavo siendo aún un niño se fue a vivir con su familia, y allí empezó su carrera artística en un programa radial aunque aún amater pero era el arte que desde niño soñaba que fuera su realidad; ser un poeta. Y al oír sus poesías en el radio aquel que ya era un hombre sentía una gran emoción y orgullo de que exponieran sus poesías para todos los oyentes oír. Y ya siendo un hombre volvió a su ciudad natal; Montevideo; capital del Uruguay, y cuando iba en su viaje de regreso pensaba; yo tengo que hacer que mi vida sea diferente y el trabajo que hago no va a ser solo amater y sí profesional, y alguien me va ayudar. Y ese alguien que lo ayudó fue Dios, y a veces no nos damos cuenta de que sea Dios porque Dios no baja del cielo para ayudarnos, él usa a las demás personas como intermediario para llegar a ti. Y en la vida de Gustavo un Día cuando él aún era un niño Dios había mandado un ángel disfrazado de mendigo para ayudarlo con palabras; pero aquellas palabras fueron muy importante y determinante en la vida de quién ya era un hombre, tan determinante que Gustavo siempre en aquellas palabras y su sueño aunque habían pasado los años. Pero la casa donde vivían Gustavo y su familia era de un pariente de ellos; y este pariente se enfermó y aquel hombre tuvo que dejar nuevamente su sueño de lado porque a pesar de haberse mudado de ciudad seguía escribiendo sus poesías y las enviaba como cartas al programa radial adonde había empezado su carrera artística. Y tuvo que empezar a trabajar para así ayudar a su familia, empezó a trabajar como vendedor y vendía CD de músicas y películas, y era coincidente y al mismo tiempo sorprendente como él no se separaba del arte ni el arte de él porque las músicas y las películas son parte del arte aunque no era su propia arte, pero era un vendedor no en un lugar establecido él caminaba cuadras tras cuadras porque el ser un artista no era el único sueño de Gustavo él quería comprar una regalarle una casa a su madre para vivir con sus hermanos, y cuando quieres mucho una cosa a punto de transformarse en un sueño debes luchar mucho por él e intentar convertirlo en realidad, nadie te da nada; puede que te ayuden pero tú debes ayudarte también, si tú quieres algo debes ir e intentar agarrarlo. Y aquel hombre caminaba cuadras tras cuadras aunque ya había perdido parte de sus movimientos, pero aún existía vida y un querer; el realizar aquel sueño, y lo llamaban el vendedor de sueños, y así con sus movimientos desminuidos y con la ayuda de un andador Gustavo andaba cuadras tras cuadras; y aunque aquel hombre caminaba cuatro o cinco cuadras a lo sumo y se cansaba porque no nos podemos olvidar que él tenía una enfermedad de nacimiento que se llamaba parálisis cerebral y esa enfermedad afectaba sus músculos y le producía cansancio aún si el esfuerzo no era mayor. Pero aún así con cansancio y movimientos desminuidos Gustavo se esforzaba y caminaba mucho más de lo que realmente podía, y cuando ya no podía más y se sentía cansado le venían al pensamiento las palabras de aquel supuesto mendigo que decían que para alcanzar un sueño había que poner fuerza, coraje, determinación y todo aquellos que ponen los que nacieron para vencer, y aquellas palabras le servía como estímulo; y eran como una inyección de ánimo y se levantaba y seguía adelante, hasta que así logró juntar el dinero y comprarle una casa a su madre. Después de haber cumplido aquella que todo el mundo catalogaba como una hazaña Gustavo se anotó para estudiar en una institución para lisiados y allí empezó nuevamente a estudiar y escribir poesías, y pasó mucho tiempo en esa institución para mostrarles que él podía ser un poeta hasta que los convenció de eso. Pero no existe victoria sin un esfuerzo previo, y adonde vivía Gustavo con su madre y sus hermanos era un lugar muy pobre ya que vendiendo CD nunca podría comprar una casa en un barrio bueno y con gente de poder adquisitivo importante, y el chofer de la camioneta que trasladaba a los alumnos de aquella institución no quería ir hasta la casa donde vivía Gustavo porque decía que se podía romper la camioneta ya que para llegar hasta la casa donde vivía aquel hombre tenía que transitar por un camino muy feo en el cual habían muchos pozos y piedras y aparte temía también por la integridad física del resto de los alumnos ya que entre tantos pozos y piedras se podía provocar un accidente volcando la camioneta comprometiendo el bienestar de todos los que utilizaban aquella camioneta, y Gustavo iba hasta donde pasaba la camioneta entre las piedras, pozos y cuando llovía por medio del barro, pero todo aquel esfuerzo no fue en vano, y pasaron tres años hasta que al fin logró alcanzar su sueño y ser un poeta profesional; sí de aquella institución para lisiados adonde iba Gustavo editaron libros con sus poemas y sus historias y cuando recibió la plata por sus libros fue a ver aquel que supuestamente era un mendigo y no lo encontraba; y preguntó por aquel que supuestamente era un mendigo; incluso preguntó a los vecinos del barrio aquel y estos le dijeron que nunca hubo un mendigo por allí por aquel barrio, dicen que aquel mendigo solo era un miraje, es más otros decían que aquel supuesto mendigo era un ángel que solo Gustavo veía y que Dios había mandado para con palabras de estímulo ayudar al hombre aquel, y así fue. Esta no es solamente una historia de ficción y nada más; es la mezcla de ficción y la realidad de un hombre que desde niño tenía el sueño de ser una estrella del arte y fue creciendo y no pudo ser un jugador de futbol como quería, pero la vida le ha dado una nueva oportunidad y logró lo que quería no en el futbol, pero en la literatura y arte de su país logrando ser reconocido. El pequeño guerrero Había un niño sentado en una piedra del camino; y estaba llorando; lloraba mucho, y un hombre que iba pasando por allí por el camino lo vio y le preguntó porque lloraba tanto así, y el niño le contestó que lloraba porque quería aprender a escribir y a leer una carta de su abuelo que le había mandado desde España y no tenía a nadie que lo ayudara a leer aquella carta. Y aquel hombre le dijo: te daré un consejo; no llores más amiguito; el llanto no te ayudará en nada y solo hará que se angustie aún más tu alma y no va a ayudarte a que soluciones tu problema; tu problema solo se solucionará si secas tus lágrimas y dejas de llorar e intentas alcanzar lo que quieres tú; pero tienes que luchar hasta el final; hasta que no hayan más fuerzas; hasta lograr alcanzar lo que quieres, y el niño siguió el consejo del hombre aquel a quién había encontrado en el camino y que lo llamaban “el hombre del sendero”. Y el niño secó sus lágrimas y fue la lucha para lograr transformar su sueño en realidad y hacer de aquella ilusión que el tenía que era aprender a leer y escribir, y golpeo en la puerta de la casa de un maestro pero el niño aquel era muy pobre y no tenía dinero como para pagar las enseñanzas de aquel maestro y aquel maestro le dijo que no podía enseñarlo a leer y a escribir porque él cobraba por aquellas enseñanzas que el daba y él no tenía dinero para pagarle por sus servicios, y el niño empezó a sentirse triste e iba a comenzar a llorar nuevamente y recordó las palabras del hombre del sendero; las que decían que el llanto de él no lo iba a ayudar a solucionar su problema al contrario; que su sueño solo se concretaría en realidad si él intentaba alcanzar luchando por concretar su sueño y convertirlo en realidad; pero que tenía que luchar hasta el final; hasta lograr lo que él quería. Y encontró a otro hombre en el camino leyendo una revista; y el niño le pidió que lo enseñara a leer como él lo estaba haciendo y que así posteriormente iba a aprender a escribir pero este hombre tampoco quiso ayudarlo y el niño volvió a quedar triste; pero ya no le vino ganas de llorar y sí le vino esa rebeldía, ese coraje, el niño ya había aprendido y busco adentro suyo esa fuerza que viene desde adentro y que solo tienen los guerreros y también recordó nuevamente las palabras de aquel hombre que lo aconsejó en el camino y que lo llamaban “el hombre del sendero” recordó las palabras de aquel hombre que decían “no llores más porque el llanto solo llevará a provocar tu desámino y hará que se angustie aún más tu alma y eso no va hacer que se solucione tu problema; tu problema solo se solucionará si dejas de llorar y vas a la lucha por alcanzar lo que quieres tú; pero tienes que luchar hasta el final; que todo es muy posible que puedas alcanzar lo que quieres alcanzar porque no hay peor derrotado que aquel que por cobardía no lucha para poder alcanzar su sueño; y que no hay victoria sin una lucha previa antes, así que ve y lucha por lo que quieres tú. Y con los consejos del hombre aquel el niño estaba aprendiendo a ser un pequeño guerrero y a tener el misterio de los grandes que es una fuerza extraña y que viene desde adentro y que aquel niño llevaba en el alma y que es una mezcla de valor, coraje y grandeza y que solo tienen los guerreros del bien; y demuestran tesón, rebeldía y algo que solo tienen las personas grandes de espíritu. Y aquel niño siguió caminando y encontró a otro niño, y este sí sabía leer y escribir; y como cosa marcada por el destino que son cosas escrita por Dios, y aquel otro niño le ofreció al que no sabía leer ni escribir para enseñarle a leer y a escribir al pequeño guerrero porque Dios usa a las personas para llegar a otras, y fue bendición de Dios que mandó aquel otro niño que sabía leer y escribir para llegar hasta aquel otro niño que estaba llorando en el camino y que no sabía leer ni escribir; y no solo uso al niño que sabía leer y escribir; sino que también uso a aquel hombre que lo llamaban “el hombre del sendero” quién inculcó en el pensamiento de que él era un pequeño guerrero y que como todos los guerreros él también tenía ese valor, ese coraje, esa grandeza; en fin esas cosas que solo tienen los grandes de espíritu. Y así como Dios uso al hombre del sendero también me está usando a mí para que por medio de mis escrituras poder llegar a ti y poder decirte que tú también puedes ser como el pequeño guerrero; solo tienes que intentarlo. Esta historia fue hecha solo para mostrarte que así como el pequeño guerrero tú también puedes alcanzar lo que deseas, tú también puedes convertirte en un pequeño guerrero. Recuerda que aquel niño sufrió discriminación por su pobreza y falta de dinero pero siguió por el camino esperando un día poder contar con la suerte, talvez la vida sea como aquel camino del pequeño guerrero y la suerte que dicen estas escrituras sean mandadas por Dios y un día Dios al ver tu esfuerzo te manda sus bendiciones; pero si te esfuerzas y no esperes todo por Dios y su ayuda pues la vida es tuya y tu decides que rumbo le quieres dar, si vas atrás de lo que quieres tú e intentas alcanzarlo es muy posible que suceda y deje de ser tu sueño y pasará a ser tu realidad. Inténtalo tú también Esta historia habla de un niño de apenas diez años que se llamaba Mariano y vivía en la ciudad de Wadalajara de México, aquel niño era muy pobre y tocaba un instrumento musical; una guitarra y cantaba hermosas melodías en las plazas y en las esquinas de la ciudad de Wadalajara para así tener dinero para poder comer, y cuando terminaba aquel número artístico que él hacía las personas que pasaban en aquella esquina adonde estaba aquel niño tocando y que paraban para oírlo cantar le daban una moneda. Aquel instrumento estaba en mal estado, pero era lo único que tenía, y así tocando aquel instrumento que arreglaba de noche para tocar de día se ganaba la vida. En otras esquinas habían otros niños que también se ganaban la vida haciendo distintas actividades; unos lavaban los vidrios de los automóviles, otros haciendo malabares; en fin hacían muchas cosas para así ganar dinero para poder vivir. Pero el protagonista de esta historia es Mariano; aquel niño de apenas diez años a quién las autoridades ya no le permitían ganarse dinero así de la manera que él lo hacía; decían que con aquel acto que él hacía solo molestaba a la gente pidiéndoles dinero. Y aquel niño ya tenía trece años, y consiguió trabajo en un restaurante adonde lavaba platos y vasos, pero siempre cantando para sus compañeros de trabajo y para sí, decía que cantar era lo que más le gustaba en el mundo. Y uno de sus compañeros de trabajo que se llamaba Matías era sobrino de un contratista y productor musical quién precisaba de alguien que supiera cantar para que fuera el vocalista de una banda, y el amigo de Mariano le contó que tenía un compañero de trabajo que le gustaba mucho cantar y que lo hacía muy bien pero aquel señor le dijo a Matías que no bastaba que le gustara cantar y sí tenía que saber hacerlo; también le dijo que no era lo mismo cantar entre sus compañeros que cantar profesionalmente . Y Mariano ya tenía quince años y su patrón; el dueño de aquel restaurante le dio la confianza y la responsabilidad de servir las mesas de los clientes; y ya el sueldo era mayor. Pero faltaba algo en la vida de Mariano; porque la vida no es solo dinero ni ganancias existe también sentimientos y sueños, y el sueño de Mariano era ser un cantor; no era por el dinero que ganan los cantores era porque los artistas tienen algo inexplicable adentro del alma que puede resumirse en querer, en ganas, en llegar al alma de otros con lo que se sabe hacer etc. y lo que Mariano sabía hacer era música y letras de canciones que identificaban a las personas; talvez sea por eso el motivo del éxito de las músicas de Mariano. Y pasaron dos años pero Mariano seguía siendo empleado de aquel restaurante pero siempre con aquel sueño que lo ilusionaba de un día ser un cantor, y seguía cantando y haciendo letras de músicas las que cantaba entre sus amigos y estos amigos lo aplaudían, y esas cosas parecen simples pero el aplauso del público para todo artista es muy grande, (y digo solo que es muy grande porque eso no se explica con palabras hay cosas no se explican; solo se sienten). Y Mariano ya tenía diecisiete años pero siempre con un sueño; el sueño de ser un cantor. Pero males un día se van y no se porque pero a veces parece que sale el sol y la suerte nos sonríe, y casualidades pasan y el tío de Matías fue a almorzar al restaurante donde trabajaba Mariano pero no fue atendido por Mariano y sí por uno de sus compañeros, y a este hombre el tío de Matías se le cayó una copa de vino sobre su pantalón y pidió permiso para ir hasta la cocina para limpiarse; y llegando a la misma vio a un muchacho cantando una canción y se acercó a mirar porque aquel muchacho; Mariano no se bien lo que era pero tenía algo que encantaba, y al terminar la canción todo el resto de sus compañeros lo aplaudían y el señor aquel al ver que todos aplaudían él también aplaudió; pero no aplaudió solo porque los demás aplaudían y sí porque le había gustado la manera que cantaba , y habló con Mariano y le dijo que él buscaba a alguien que supiera cantar para ser el vocalista de una banda musical, y le dijo que le había gustado mucho la manera que él cantaba, y que él era contratista y productor musical y que le gustaría contar con él para ser el cantor de aquella banda y que si Mariano estaba interesado que lo buscara en su escritorio para firmar un contrato. Y aquel muchacho no podía creer que su sueño se estaba cumpliendo, y fue y buscó a aquel señor para firmar el contrato, pero aquel contrato era para ser cantor de aquella banda por solo seis meces; pero aquel señor le explicó que habían otras personas que también eran dirigentes de aquella banda y que si esas otras personas después de haber pasado aquellos seis meces estaban satisfecho con la manera que él cantaba y estaban de acuerdo de renovar el contrato por haber logrado el éxito deseado él firmaría un nuevo contrato y que en esa ocasión sería por un tiempo mayor que seis meces, y aquel muchacho estaba de acuerdo con lo que aquel señor le había propuesto y firmó el contrato. Mariano al fin era un cantor, y aquella banda parecía que no tenía techo porque el éxito cada vez era más grande. Pero hay alguien que nos prueba si somos grandes de verdad o si solo parecemos fuertes porque las cosas nos va bien, y Dios lo probó a Mariano para ver si realmente estaba ante un grande de espíritu o solo era el reflejo de un guerrero e hizo con que la banda se fundiera por culpa de sus dirigentes que retiraban más dinero de lo que realmente podían retirar, y los muchachos de aquella banda volvieron a sus antiguos trabajos y aquella historia de la banda parecía un sueño que había terminado. Y cuando Mariano también quiso volver a su antiguo trabajo en el restaurante habló con su antiguo patrón y este le dijo que lamentaba mucho porque cuando él; Mariano trabajaba en su restaurante era muy buen funcionario y muy querido por todos sus compañeros pero que al él irse contrató a otra persona y que no lo podía despedir porque tenía familia y la familia de ese nuevo funcionario dependía de ese empleo para vivir. Pero Mariano también precisaba vivir y volvió a hacer lo que hacía cuando era niño; a tocar una guitarra y cantar en las esquinas de las calles de la ciudad de Wadalajara (México) y lo hacía con la alegría que lo hacía antes, no con los artefactos de última generación como lo hacía en la banda, ya no frecuentaba escenarios ni estudios de grabaciones, pero trataba de no caer en la tristeza y si cantaba y con alegría porque decía que en eso consistía el éxito de sus canciones, y en las plazas y esquinas de Wadalajara se reunía multitudes para oírlo cantar y le dejaban dinero cada una de las personas que se detenían para ver aquel número artístico que hacía aquel muchacho, y ese dinero Mariano lo usaba para poder vivir. Y así pasaron dos años, y aquel muchacho ya tenía diecinueve años; pero siempre con la perseverancia y aquel antiguo sueño de un día volver a ser un cantor profesional. Pero la prueba de Dios par ver quién era realmente aquel muchacho estaba pasando y fue algo raro como todos los milagros que después de la lluvia viene la abonanza y parece que nuevamente sale el sol. El tío de Matías; aquel señor que era contratista y productor musical también lucho para tener su banda nuevamente; y durante esos dos años sin la banda fue juntando dinero para comprar los instrumentos musicales y así fue que pudo nuevamente armar la banda aunque ya no estaban todos aquellos muchachos; los instrumentistas que formaban aquella banda ni los dirigentes aquellos quienes hicieron fundirse la banda y de esta vez el dueño de la banda era solo el tío de Matías, ha el vocalista de aquella banda musical sí era el mismo que era cuando habían armado la banda la vez anterior y que se fundió. Pero el destino es escrito por Dios; y nadie detiene a quién nació para vencer, y aquel muchacho era grande de espíritu. Y juntaban multitudes; pero está vez rodeando escenarios en grandes teatros, la fama y el éxito nuevamente habían llegado y esta vez para quedarse. Y aquel niño que cantaba en las esquinas y plazas de Wadalajara hoy es un cantor profesional de una banda musical de México. Y así como aquel niño de diez años tu también puedes alcanzar tu sueño; pero no basta solo con intentarlo; tienes que volver a intentarlo y insistir si las cosas te salen mal para así poder llegar a la meta, después si llegarás o no Dios dirá; porque es él quién escribe y hace que se cumpla lo que está escrito en el destino; pero va a ser solo si está escrito y si tú pules y haces brillar tu estrella. Esta historia no quisiera que la veas como una historia más y sí como un ejemplo de un pequeño que creció desde adentro y creyó y lucho contra las adversidades de ser pobre y de que habían gente que lo miraban con discriminación y decían que era un marginal que se crió en las calles de Wadalajara, de haber bajado después de alcanzar el sueño, pero tuvo la grandeza de los que son grandes de espíritu. Se que cuesta alcanzar un sueño pero con insistencia, perseverancia, coraje, determinación y todas esas cosas tienen los que son grandes de espíritu todo puedes alcanzar solo basta con instarlo y creer en ti y así como aquel niño tú también con la ayuda de Dios y si tú te ayudas también porque si lo intentas es muy posible que sea verdad por eso ve y hazlo como el título de esta historia Inténtalo tú también. Tú puedes también Luana era una muchacha pobre del interior del Pakiganistan; precisamente de un pueblo de la ciudad de Kabul, y desde los once años que fue la edad que tenía cuando murieron sus padres vivía en un hogar para niños huérfanos y que vivían en la calles. Y allí en aquel hogar que se llamaba Renacer se consiguió muchos amiguitos de aquel mismo hogar y entre esos amiguitos estaba una niña de nueve años de edad a quién sus padres la habían dejado allí en aquel hogar porque eran muy pobres y no tenían como mantenerla, aquella pequeña se llamaba Jazmín, y cuando fue a vivir en el hogar para niños de la calle tenía varias enfermedades pero la más grave era desnutrición pero de a poco fueron sanando sus enfermedades entre las mismas empleadas voluntarias las que vivían en aquel mismo hogar. Y entre aquellas dos niñas; Jazmín y Luana se peleaban mucho al principio; pero pasaron unos quince o veinte días y ya empezaron a mirarse como amigas. Y llegó la navidad, pero aquel hogar era pobre; tanto era así que a veces no tenían para comer porque ese país de manera contradictoria gastaba sus riquezas en armas poderosas para combatir mientras los más pobres de su pueblo se mueren de hambre. Y un día a uno de aquellos niños del hogar; Santiago de apenas tres añitos de dad le vino una conocida enfermedad (leucemia) es una enfermedad que su tratamiento es medio parecido al cáncer porque también les hacen sesiones de quimioterapia que con ese tratamiento más los medicamentos que eran muy fuertes hacían que a aquel niñito se le cayera su cabello y se sintiera mal debido a que el organismo de aquel pequeñito era muy frágil por su corta edad, pero aquel tratamiento y los medicamentos que tomaba solo daban continuidad a su vida; no la erradicaba, la única manera de que pudieran erradicar la enfermedad era que consiguieran un donante compatible a aquel niño y tenía que ser con el mismo grupo sanguíneo de Santiago y era muy difícil porque el grupo sanguíneo de aquel pequeñito era muy difícil de encontrar pero si tuvieran mucho dinero y pudiera pagar por la medula los donantes que fuera compatible sí aparecían. Pero aún así Santiago resistió tres meces y medio hasta que ya no pudo resistir más y murió. Y todos los niños y empleadas de aquel hogar que se llamaba renacer lloraban mucho por aquel compañerito que habían perdido, y entre las empleadas del hogar comentaban que si hubieran tenido el dinero suficiente como para pagarle a un donante aquel pequeñito no se había muerto, porque la gente en aquel país son así no hacen nada sin interés de algo mostrando su falta de humanidad y de solidaridad. Y ya había pasado una semana de aquel hecho y aquellas niñas; Luana hoy ya una muchacha de quince y su amiga Jazmín aquella niña quién ya tenía trece años y que más que amigas fueron criadas juntas y como hermanas estaban pasando por uno de los pasillos de aquel hogar y escucharon el comentario que habían hecho las voluntarias del hogar, y entre aquellas amigas se juraron que iban a estudiar y se graduarían para así poder profesionalizarse y poder tener un empleo y con el dinero de sus salarios poder ayudar en las carencias de aquel hogar y también con la experiencia que iban a adquirir con sus estudios. Y fue así que aquellas dos niñas comenzaron el liceo en aquel país donde era muy difícil debido a las guerras y los conflictos; pero así mismo terminaron el liceo enfrentando muchas adversidades y discriminaciones por ser pobres; pero aún así con discriminaciones, adversidades y muchas cosas en contra salieron adelante e sus intento de ser profesionales de la medicina y así poder ayudar a los niños de aquel hogar con dinero y con la propia medicina cuando estos niños precisen cuando estén enfermos. Y Luana ya tenía diecinueve años y Jazmín diecisiete años de edad cuando terminaron el liceo con todas las adversidades que encontraron en el camino, pero estaban determinadas a llegar hasta adonde querían, y ya terminado el liceo entraron en la facultad de medicina, y así como en el liceo en la facultad también encontraron muchas dificultades debido a sus carencias financieras por las cuales eran discriminadas, y las condiciones en las que estudiaban eran muy carentes debido a sus falta de dinero, y Luana y Jazmín estudiaban en bibliotecas municipales con libros que les prestaban para estudiar. Pero aquellas dos niñas que fueron un día; hoy ya mujeres estaban determinadas a llegar hasta adonde querían sabiendo en todo momento desde que empezaron en el liceo y también en la facultad que se iban a tener que enfrentar con muchos obstáculos y barreras; pero aún así ellas querían llegar a la meta y derribar los obstáculos, barreras y todas las adversidades que pudieran encontrar en el camino para alcanzar sus sueños y poder ayudar a los chicos del hogar Renacer. Hasta que llegó la fecha de finalización y en una reunión de graduación iban a determinar quién ya estaba apta para ejercer la profesión y quién no, y estaban allí los parientes de todos los otros aspirantes de medicina y estaban también las empleadas voluntarias de aquel hogar donde se criaron Luana y Jazmín; y también estaban algunos de los niños como si fueran una gran familia; todos allí apoyándola y haciéndoles sentir a Luana y a Jazmín que ellas nunca estarán solas y que en las buenas y en las malas ellos siempre estarán con ellas. Y Luana y Jazmín fueron nombradas como las más nuevas incorporaciones que estaban aptas para ejercer la medicina en aquel país o donde ellas lo dispongan. Luana ya tenía veintisiete años y Jazmín veinticinco años de edad, pero ellas no tenían dinero como para poder tener un consultorio y así poder ejercer la profesión. Y un señor de alto nivel social que vivía de los negocios les propuso un negocio a Luana y a Jazmín, que ellas le tenían que dar la mitad de todas las ganancias a aquel señor en cambio el les daba el dinero suficiente para ellas poder hacerse de un consultorio y con todos los utensilios de alta generación; o sea todo moderno. Y aquellas dos mujeres aceptaron la propuesta ya que querían ejercer sus profesiones, y tenían el consultorio en el centro de la ciudad de Kabul en un lugar donde la circulación de gente que transitaba aquel lugar era muy importante, y atendían a muchas personas y ganaban bastante dinero; pero no lo suficiente como para poder mantener y suplantar las carencias de aquel hogar ya que la mitad de sus ganancias iban para aquel señor quién compró el lugar adonde estaba el consultorio y había comprado todos los artefactos que lleva un consultorio. Entonces Luana y Jazmín decidieron alquilar un lugar adonde pudieran poner su propio consultorio; pero era un poco difícil para ellas dos ya que tenían que comprar también las herramientas para poder trabajar. Pero ellas consiguieron un préstamo de un banco muy importante de aquel país; y con el dinero obtenido lograron comprar las herramientas y así poder trabajar. Luego; seis meces más tarde aparte del consultorio fueron llamadas para trabajar en un hospital público. Jazmín era pediatra y Luana nutricionista, y así fueron trabajando cada vez más y logrando más clientes; y consecuentemente fueron logrando ganar más dinero hasta poder comprar un local donde poner su propio consultorio. Y ya no tenían que pagar alquiler y también ya habían terminado de pagar el préstamo con cuyo dinero compraron las herramientas para poder trabajar o sea el dinero que ganaban era solo ganancia, y así sí podían ayudar y suplir las carencias de aquel hogar que era el motivo por el cual emprendieron en la carrera de la medicina. Y con los años aquellas dos mujeres fueron adquiriendo cada vez más conocimientos y experiencia en aquella profesión, tanto fue así que Luana y Jazmín eran llamadas para charlas, conferencias y reuniones internacionales. Y aquellas dos niñas pobres que salieron de un hogar para niños huérfanos y que vivían en las calles las cuales eran muy pobres ya tenían mucho dinero, pero lo más importante era que ellas tenían un sueño; una meta, la cual enfrentaron muchas cosas para poder alcanzarla, pero con empeño, entrega y perseverancia lograron alcanzar. Y mientras tanto en el hogar Renacer pasaba un caso similar al que había pasado con aquel pequeñito que se llamaba Santiago y que solo tenía tres añitos, una pequeñita que se llamaba Luzmila de cinco años de edad le vino una enfermedad en los huesos debido a la desnutrición y ya no podía caminar, pero de esta vez iba a ser diferente porque Luana y Jazmín sí la podía ayudar y no dejarla morir porque de esta vez tenían el dinero para comprarle los medicamentos y pagarle un buen tratamiento y así poder salvar a la niña y también le compraron una silla de ruedas ya la niña no podía caminar, hasta que pagándole un buen tratamiento, medicamentos y también con sus servicios de Luana y Jazmín pudieron recuperar a aquella pequeñita. Y llegó la navidad y aquellas mujeres que un día fueron internas de aquel hogar compraron los alimentos como para una cena de navidad y también juguetes para los niños de aquel hogar. Con esta historia quise mostrarte que como Luana y Jazmín tenían un sueño tú también capas que lo tengas y si quieres alcanzarlo, tú también debes luchar para alcanzar lo que quieres porque cuando quieres de verdad algo tienes que ir e intentar agarrarlo luchando pero con perseverancia y determinación hasta alcanzar tu meta y quise hacerte ver también que nada cae del cielo y que tú también puedes alcanzarlo solo inténtalo y verás si es posible o no. El bailarín de California El era un muchacho que se llamaba Emiliano que tenía dieciséis años y un sueño; era ser bailarín. Emiliano era uno de los tres hijos de una familia de clase media, su papá era un estanciero del interior de la ciudad de California (Estados Unidos) y su mamá era maestra de aquel mismo pueblito de la ciudad de California, y aquel señor; el papá de aquel muchacho; Emiliano era un señor conservador de sus costumbres y lleno de preconceptos, pero no solo eso; aquel señor era arrogante y autoritario y decía que habían cosas que eran hechas solo por las mujeres u homosexuales como ser bailarín, chef de cocina, peluquero, en fin; todas esas profesiones que antes solo las practicaban las mujeres. Y aquel señor de costumbres antiguas que también le imponía sus ideas y sus deseos en la vida de sus hijos como si estos no tuvieran sus vidas propias ni sus propias voluntades, decidía por ellos la carrera profesional las cuales deberían seguir. Y a su hijo mayor Jorge; al hermano de Emiliano le dijo que tenía que estudiar ingeniería y ya lo ayudara en la estancia que él tenía y que futuramente iba a ser suya y de sus hermanos. Y a Julio el otro hermano de Emiliano le dijo que tenía que estudiar para ser veterinario para así poder cuidar y tratar de su ganado diciéndole lo que le dijo a Jorge; que futuramente aquella estancia y todo aquel ganado iba a ser suya y de sus hermanos, dejando de lado aquel señor los sueños y voluntades de sus hijos y ellos se dejaban manipular por su padre como si no tuvieran sus propias vidas ni el deseo de llegar adonde querían realmente llegar ya que el sueño de Jorge era ser un gran basquetbolista y así junto a ese deporte ser reconocido mundialmente y el sueño de Julio era ser un maestro ya que le gustaba mucho los niños y esa profesión le iba a permitir estar cerca de los niños como él quería, pero por no tener la personalidad suficiente tanto Jorge como Julio dejaron sus sueños de lado para hacer las voluntades de su padre dejando de lado sus propias voluntades. Y aquel señor quiso hacer con Emiliano lo que hizo con sus otros hermanos de hacer prevalecer sus propias voluntades y sus decisiones, pero Emiliano tenía un sueño que era de ser un bailarín reconocido como unas de las estrellas de su país y brillar en festivales de bailes, teatros, concursos internacionales de danzas, en fin; en todos esos lugares adonde brillan los grandes bailarines. Pero su padre quería que fuese agrimensor, pero no se bien lo que era pero aquel muchacho; Emiliano tenía algo que lo diferenciaba de sus otros hermanos y no se dejaba manipular como ellos. Y aquel señor tuvo una conversación con Emiliano y le dijo que quería que su hijo o sea Emiliano fuera agrimensor sin ni siquiera preguntarle si él quería serlo, pero aquel muchacho le dijo que tenía un sueño y era ser bailarín, y el señor aquel como siempre quiso hacer prevalecer sus ideas y sus voluntades, y aquella conversación entre los dos pasó a ser una discusión donde el padre de aquel muchacho levantaba el tono de su vos y también aquel señor arrogante y lleno de impafia con ideas conservadoras; es más tenía pensamientos preconseptuosos y le dijo a Emiliano que eso de ser bailarín eran cosas de afeminados, cosas de los pensamientos de las mujeres, en fin; le dijo muchas cosas y que si seguía con esas ideas de ser bailarín seque se iba a tener que ir de la casa porque él no iba a compartir el mismo techo con un afeminado, olvidando que si en verdad fuera un afeminado como él decía igual era su hijo. Y Emiliano salió corriendo de la casa y se detuvo en un camino debajo de un árbol y allí se sentó en el suelo y se puso a llorar; lloraba mucho, cuando por el camino aquel pasaba un hombre a caballo llevando una tropa de ganado y al ver aquel muchacho llorando se detuvo, se bajó de su caballo y se sentó al lado de Emiliano y le preguntó que le pasaba porque lloraba tanto así y Emiliano quería desahogarse y le contó a aquel tropero andante; le dijo ven te contaré…yo tengo un sueño y es de ser un gran bailarín pero mi padre quiere imponerme su voluntad y su voluntad es que yo sea agrimensor pero yo se que si sigo sus voluntades y dejo mi sueño yo no seré feliz porque no estaré haciendo lo que yo quiero y yo reconozco mis condiciones y de la manera que soy y se que no sería feliz haciendo las voluntades de otro aunque esa otra persona sea mi padre. Y aquel tropero andante que trabajaba en una estancia al lado de la estancia del papá de Emiliano le dijo yo te contaré una historia…había un muchacho que también tenía un sueño así como tú lo tienes pero no era de ser bailarín; era de ser un gran futbolista, pero su familia quería que él fuera abogado; y al final no fue abogado como quería que fuera su familia ni un futbolista como él quería ser; pero no fue un futbolista no por sus condiciones y sí por cobardía y no luchar por lo que realmente quería que era ser un futbolista y hoy solo es un tropero andante que lleva ganado par arriba y para abajo mandado por señores dueños de estancias, sí aquel muchacho de hace muchos años atrás soy yo y lo que me pasó a mí no quiero que te pase a ti; yo no quiero que tú después te sientas como yo me siento; yo cada ves que pienso en eso me siento triste y solo me queda pensar como podía haber sido, pero hoy tú tienes tiempo sigue tu sueño y no cometas el mismo error que yo cometí un día y por culpa de ese error hoy no ser feliz. Y también le dijo yo no soy un ejemplo para nadie ni tampoco soy un sabio para dar consejos solo no quiero que cometas el mismo error que yo cometí, y tomo las riendas de su caballo montó y se fue. Y aquel muchacho se fue para la estancia de su padre pero siempre con la historia que más parecía un que le había dado aquel tropero andante a quién había encontrado en el camino. Y llegando a su casa su padre le dijo que la conversación no había terminado y siguió discutiendo hasta con agresiones verbales contra su hijo y al otro día fue la misma discusión y así varios días siguientes y Emiliano siempre recordaba las palabras y el consejo que le dio aquel tropero andante en el camino y que decía “no te quedes pensando en lo que podía haber sido ve y lucha por lo que quieres tú solo así vas a ser feliz” y el muchacho aquel al ver que su padre no cambiaba de posición, que cada vez eran más frecuentes las discusiones y aquellas palabras que le había dicho aquel tropero no salía de su mente y optó por irse de la casa de sus padres pero antes de irse quería despedirse de su madre, pero aquel señor no dejó a Emiliano esperar que llegara su madre y así poder despedirse de su madre, y aquel muchacho se fue alejando por el camino con una maleta en la mano y llorando por no poder habido despedirse de su madre, y así llegó hasta la carretera donde estaba pasando un camión y Emiliano le pidió al chofer de aquel camión que lo levara hasta la ciudad y este lo llevó, y conversando con aquel camionero le contó lo que le había pasado y también le dijo que precisaba de un empleo para poder sobrevivir, y parece cosas del destino que es escrito por Dios; aquel camionero le dijo que en una academia de bailes que quedaba en la ciudad precisaban a un empleado pero que era para lavar los pisos y dar asistencia a lo que precise los bailarines de allí de aquella academia de bailes. Y fue así que Emiliano se acercó a aquella academia para pedir trabajo, y el encargado de aquella academia lo contrató para lavar los pisos de la misma y asistir en lo que precisaban sus bailarines, y le dieron también un cuartito en el fondo de aquella academia. Y Emiliano era un muchacho que hacia buena relación con toda la gente y no fue diferente con aquel que era el encargado de la academia; y ya hacía un año que estaba trabajando en aquella academia y Emiliano le pidió permiso a aquel encargado y miraba los profesores como enseñaba a sus alumnos y trabajaba en el día y ensayaba por la noche danza en aquella academia sin tener la orientación de un profesor profesional pero con la idea de la orientación que le daba el profesor a sus alumnos. Y pudo conseguir otro empleo adonde trabajaba memas horas que en la academia y ganaba más pero hizo un acuerdo con el encargado de la academia de danzas; Emiliano seguía viviendo en el cuartito del fondo de la academia y en cambio trabajaba allí sin cobrar nada como sereno y ya cuidaba el local, y con el dinero que ganaba en su nuevo empleo le daba para vivir y también pagaba las clases de aquella academia. Sí aquel muchacho ahora era un alumno más que recibía clases de danza en la academia de danzas de la ciudad de California. Y todo parecía muy perfecto, pero en una de aquellas clases de danza Emiliano resbalo sobre su propio sudor y tuvo un grave accidente y sufrió una lesión en el disco de la columna y quedó en una silla de ruedas; y para volver a caminar debía someterse a una operación; pero esa operación era de alto riesgo porque la operación podía complicarse y no volver a caminar nunca más, pero aparte de eso la operación aquella era muy costosa y aquel muchacho no contaba con tanto dinero así como para pagar aquella operación y pensó en su padre y que él lo podía ayudar pero también pensó que su padre no lo quería como su hijo y hasta le dijo que se fuera de su casa por seguir la carrera que él quería seguir que era ser un bailarín y no hacer sus voluntades. Pero un amigo de Emiliano que también era alumno de aquella academia de danzas descubrió que aquel muchacho; Emiliano era hijo de un señor que tenía mucho dinero ya que era estanciero y dueño de miles de cabezas de ganado y pensó que este señor lo podía ayudar a su hijo ignorando lo que había sucedido entre Emiliano y su padre, y le mandó una carta a aquel señor contándole el estado de su hijo. Y aquel señor no lo quiso ayudar pero igual fue hasta adonde estaba aquel muchacho solo para ver como estaba y para decirle que se alegraba que le aya ido mal y que se olvidara de él porque él no lo iba ayudarlo en aquella y en ninguna otra ocasión. Pero Emiliano tenía amigos y gente que lo quería; y esos amigos que lo querían fueron los que lo ayudaron aunque el esperaba la ayuda de sus amigos esperaba más de su padre y su familia. Y entre todos los amigos de aquel muchacho hicieron una coleta para ayudar a Emiliano y así poder pagarle aquella operación, pero el dinero que juntaron no alcanzaba; pero al otro mes hicieron la coleta nuevamente y así varios meces más y fueron juntando el dinero de todas las coletas y llegaron a la cantidad suficiente y pudieron pagarle la operación a Emiliano. Y así gracias a sus amigos aquel muchacho después de dos meces de recuperación empezó a caminar nuevamente; pero los médicos le dijeron a Emiliano que tenía que esperar un mes más para retomar su vida normal o sea entre las cosas que hacía volver a las clases de danza. Y así fue Emiliano después de tres meces de aquella operación retomó su vida normal y también aquellas clases de danza que para él era lo más prioritario en la vida ya que quería alcanzar el sueño de un día ser un bailarín profesional y ser reconocido en el mundo entero. Y aquel muchacho ya tenía conocimiento de lo que eran las danzas y ser un bailarín ya que antes del accidente ya frecuentaba aquella academia de danzas y hasta había pasado a ser un alumno y pasaron cuatro meces más y llegó el final del curso de aquellas clases de danzas y uno de los que habían aprobado el curso fue Emiliano, y el encargado de la academia que también era amigo de aquel muchacho lo recomendó al ministro de educación y cultura quién también era encargado de bellas artes quién buscaba cantores, poetas y bailarines; y llamaron a Emiliano para una prueba; querían ver si aquel muchacho sabía realmente bailar, y Emiliano dio todo de sí para demostrarles que realmente sabía bailar y así fue aquel muchacho mostró todo su talento, y les mostró y también fue aprobado por el ministro de educación y cultura de aquel país. Y llegó un concurso internacional de danzas y Emiliano fue elegido para representar aquel país, y aquel muchacho fue clasificado como ganador del concurso, era el primero de muchos títulos de danzas que Emiliano le dio a su país, aquel muchacho había alcanzado la fama y llegó hasta adonde quería; a ser un bailarín reconocido por su país. Y pasaron dos años más y Emiliano recibió una carta de su madre diciendo que su padre estaba muy enfermo y que ya los médicos le habían dado un tiempo determinado de vida porque aquel señor precisaba de un órgano para seguir viviendo; pero no podía ser cualquier órgano porque tenía que ser compatible a su organismo, y aquella señora también le escribió a Emiliano que le mandó decir a sus hermanos que su padre estaba muy enfermo pero estos no respondieron. Pero con todo el dinero que aquel muchacho había logrado como un bailarín profesional y reconocido por el mundo entero mismo así no podía salvar a su padre porque no había en el banco de órganos un riñón para vender que era el órgano que aquel señor precisaba para seguir viviendo; o caso de no encontrar aquel órgano la muerte sería inminente en la vida de aquel señor. Y Emiliano al ver que pasaba el tiempo y que su padre se iba a morir tuvo la idea de él mismo mandarse hacer los exámenes para ver si era compatible y así él mismo salvar a su padre dejando de lado los problemas y adversidades que tenía con su padre. Emiliano haciendo aquello no quería mostrar que era mejor que su padre ni que nadie; solo hizo lo que su conciencia decía y que a él le parecía que estaba bien porque se trataba de salvar una vida sea de su familia esa vida o no, y se hizo los exámenes y resultó que Emiliano era compatible a su padre y no dudó en salvarle la vida aunque su padre un día lo había separado de quién él más quería; su familia. Pero aún así Emiliano salvó la vida de su padre dejando de lado el rencor y cualquier sentimiento malo que podía haber quedado entre él y su padre, pero no solo salvó a su padre dándole uno de sus riñones para seguir viviendo sino que también condicionó su vida a vivir todo el resto de su vida con un riñón solo, pero Emiliano era conciente de lo que estaba haciendo y que iba a condicionar su vida para siempre. Después de todo aquel momento que habían pasado Emiliano y su familia aquel señor; el papá de Emiliano lo aceptó como un miembro más de su familia y frecuentar su casa para así poder ver a su madre. Aquel señor arrogante y prepotente tuvo que doblegarse ante la humildad y buenos sentimientos de Emiliano, pero Emiliano no hizo lo que hizo para que su padre lo perdonara y sí porque creyó que debería hacerlo. Y así Emiliano siguió con aquella profesión que siempre fue su sueño la de un día ser un bailarín profesional; pero no solo eso, Emiliano consiguió también convivir nuevamente con su familia como lo hacía antes. Y unas de las veces que Emiliano fue a visitar a su familia fue hasta el camino aquel adonde había encontrado a aquel tropero caballero andante para decirle que había seguido sus consejos y que le había ido bien y que con esfuerzo, dedicación y valentía logró alcanzar su sueño y convertirlo en realidad y que también contó con la ayuda de sus amigos y con la suerte porque en todos los ámbitos de la vida hay que contar con la suerte y la ayuda de Dios. Esta historia de Emiliano también puede ser la tuya solo tienes que creer en ti y poner de tu parte esas cosas que están guardadas dentro de cada persona como ser coraje, esfuerzo, convicción, perseverancia en fin; todas esas cosas que tienen las personas que quieren alcanzar la gloria como Emiliano alcanzó. Aquel muchacho lucho contra la voluntad de su padre, tuvo que renunciar a su familia, sufrió un accidente muy grave que podía hacerlo renunciar de su sueños y contó con la ayuda de sus amigos y estos amigos a seguir creyendo en su sueño que cuando era aún un muchachito tomó la decisión de alcanzar lo que quería y se fue a una ciudad sin saber como le iba a ir pero prefirió pensar que le iba a ir bien; fue optimista y el creer en sí lo ayudó a llegar hasta adonde quería llegar, pero hay una cosa que es cierta y fundamental; hay alguien que señala a las estrellas; capas que sea Dios y nadie detiene a quién nació para vencer, pero depende de ti hacer brillar tu estrella; así como lo hizo Emiliano. Puede ser tu meta Agustín era un muchacho pobre de un pueblito llamado San Carlos del departamento de Maldonado, aquel muchacho tenía catorce años pero desde niño miraba por la vidriera de un restaurante muy famoso que había en el lugar un hombre que estaba contratado para tocar piano para los clientes de aquel restaurante, a aquel niño le fascinaba la música de aquel piano y pensaba como de las manos de una persona podía salir algo tan maravilloso y fascinante como el sonido de las músicas, pero aquel niño como todos los niños tenían la inocencia y esa cosa de pensar que todo es fácil ignorando que para ser un pianista también había que estudiar, y fue corriendo hasta la casa y le dijo a su madre que él quería ser un pianista; y su mamá solo se reía del niño aquel; talvez de la inocencia y de la fantasía de aquel niño porque ella misma ponía trabas y se autodescriminaba por ser pobre y por ese motivo aquel niño no poder alcanzar su sueño y aquella señora también decía y le decía al niño que por ser pobre no podía alcanzar su sueño. Y aquel niño se fue aquel restaurante, para adonde estaba aquel pianista tocando aquel piano y esperó que el hombre; el pianista aquel terminara el espectáculo que daba y se fuera y al pasar aquel hombre; el pianista por la vidriera donde estaba el niño mirando y el niño aquel le preguntó si era como le había dicho su mamá que por ser pobre no podía ser un pianista porque a él le gustaba mucho el sonido de la música como la que hacía aquel pianista, y el hombre aquel le dijo que no; que solo tenía que estudiar y contar con la suerte y así es muy posible que él también pueda llegar a ser un pianista y le contó que él también era tan pobre como él o quizas más pero él estudió mucho y contó con la suerte; pero no fue solo eso puso ganas de llegar adonde quería; que era ser un pianista, perseverancia, fe y creencia de que él podía llegar, y todo lo que él puso aquel niño también tenía que poner, también le dijo que en aquel momento se trataba de la historia de un niño que quiere llegar a ser pianista y no de aquel hombre que ya era un pianista reconocido. Pero aquel niño llegó a los diez años y le vino una enfermedad que tenían que operarlo, la operación aquella fue en la garganta; pero al salir de la operación le vino una serie de complicaciones y fue afectado uno de sus sentidos, la audición; que es uno de los principales sentido que tiene que tener un estudiante de música. Y aquel niño igual seguía con el deseo de un día llegar a ser un pianista, y aunque mucha gente le decía que no se ilusionara porque ya no podía ser un pianista, y entre esa gente estaba su madre, talvez sería para que aquel niño no se ilusionara ni se creara falsas expectativa por algo que nunca iba a llegar, aquella señora también decía que su hijo vivía en un mundo real y la realidad era que aquel niño no podía ser un estudiante de música por su problema de audición; y también decía que le decía aquello a su hijo de que no podía ser un estudiante de música no por mala y sí para que su hijo no cayera en la tristeza y la desilusión por eso ella le quería que aquel niño cayera en la realidad. Y como eran muy pobre aquel niño; Agustín hacía sus propios juegos y siempre hacía un juguete que hacía antes de la operación y que hacía ruidos como si fuera el sonido de una música; ponía piedritas adentro de una lata y la sacudía para escuchar su sonido, pero después ya no podía escuchar por culpa de una mala praxis en aquella operación. Pero aquel niño insistía igual en aquel juego que solo lo hacía sentirse mal por no poder escuchar ya que le impedía escuchar el sonido de la música que para él era lo más lindo del mundo. E iba a aquel restaurante donde estaba aquel pianista y lo miraba tocar aquel piano y a aquel niño se le caían las lágrimas pensando que nunca iba a poder tocar aquel piano como lo hacía aquel pianista, y aquel hombre que tocaba el piano lo veía llorar a través de la vidriera; pero no podía dejar de tocar aquel piano para saber cual era el motivo por cual era que lloraba aquel niño. Y así pasaron cuatro años y aquel niño siempre cumplía el mismo ritual de ir al restaurante para ver aquel pianista a través de una vidriera y siempre salía llorando de la vereda de aquel restaurante por pensar que nunca iba a poder realizar su sueño y eso lo hacía caer moralmente, y esta ves sí aquel pianista pudo hablar con Agustín y le preguntó porque lloraba y aquel que ya era un muchachito le dijo que ya nunca iba poder alcanzar su sueño de ser un pianista y le contó la historia de aquella operación y que todo había salido mal, y aquel señor que tocaba el piano en el restaurante del centro de San Carlos le dijo que no hay nada que detenga las ganas de cumplir un sueño cuando quieres realmente que ese sueño se trasforme en realidad, también le dijo que a pesar de su dificultad y aunque se pongan obstáculos en el camino él también puede alcanzar lo que quiere poniendo ganas, constancia y determinación de llegar hasta ese sueño, y Agustín le dijo que alcanzar aquel sueño y transformarlo en realidad pero aquel muchachito también le dijo que no sabía como luchar porque para volver a escuchar precisaba un audífono de largo alcance para poder escuchar las notas musicales y así poder estudiar música para finalmente ser un pianista re conocido como el lo era, pero que era muy pobre y que el dinero que ganaba su mamá apenas les alcanzaba para comer. Y aquel hombre pudo ver que Agustín de verdad quería ser un estudiante de música y posteriormente ser un pianista, era más que por el dinero que podía ganar como pianista; era por un sueño. Entonces aquel hombre de darse cuenta de eso le dio ideas a aquel muchachito la manera de cómo ganar dinero para así poder comparse aquel audífono que le iba permitir oír y así entrar en una escuela de música, le dijo única manera decente era trabajar. Y nadie quería darle trabajo a Agustín por ser menor, y el hombre aquel lo ayudó contándole la historia de aquel niño quién ya era un muchacho al dueño del restaurante quién también era dueño de una estancia productora de hortalizas, frutas y verduras; y aquel que era el dueño del restaurante y de la estancia le dijo a aquel pianista que llevara a Agustín a hablar con él que él le daba trabajo. Pero claro no podía llevarlo a trabajar en el restaurante porque a menudo iba inspectores del ministerio de trabajo para certificarse de que todos los empleados de aquel restaurante estaban debidamente trabajando regularmente y con todos los documentos debidamente regularizados, pero sí lo podía llevar a trabajar en su estancia porque quedaba afuera de la ciudad y allá no iban a ir la inspección por quedar muy alejado de la ciudad y no lo iban a multar por tener a un menor trabajando, que solo así lo podía ayudar. Y fue así que lo ayudó dándole trabajo a Agustín en aquella estancia y también le dijo que no podía pagarle mucho porque aparte de lo que le pagaba a sus empleados de su estancia les pagaba también el transporte pero que aún así no era muy poco dinero y que juntando el dinero en todo el mes le alcanzaría para comprarse el audífono de largo alcance que él necesitaba. Y fue así que Agustín comenzó a trabajar en aquella estancia, pero el dinero que ganaba no era solo para llegar a comprarse el audífono; era también para ayudar a su madre quién cuando pudo trabajó para criarlo y ahora que ya estaba enferma y más vieja que lo justo sería que él la ayudara también porque de eso se trata el querer; ayudarse mutuamente, y trabajó cuatro meces enfrentando el trabajo rudo del campo, el esfuerzo el cual le provocaba mucho sudor y secaba su propio sudor con sus mismas ropas y también enfrentó muchas adversidades porque no es fácil salir del cobijo de su casa por más que fuera pobre y de un día para el otro cambiar sus costumbres de vida, pero cuando quieres de verdad algo tienes que luchar y convertir la ilusión en realidad. Y así trabajo forzado días tras días para así alcanzar su sueño que era ser un gran pianista, hasta que después de un tiempo y de mucho esfuerzo, adversidades y constancia alcanzó y logro alcanzar el dinero suficiente que necesitaba para comprar sus audífonos. Pero aún así siguió trabajando ocho meces más en la estancia por otros motivos, decía que precisaba aquel trabajo para sustentar a su madre, que aunque cuando aún era un niño le decía que era inútil intentar un esfuerzo por ser pobre y que la gente discrimina solo por no tener dinero pero aunque estaba equivocada solo le decía aquello para que no se lastimara y cayera en la desilusión y también porque en esa estancia había hecho muchos amigos y no los quería dejar, pero unos de los días que viajaba desde la estancia a la ciudad a visitar a su madre y llevarle el dinero para sustentarse todo el mes también fue hasta el restaurante donde estaba aquel hombre tocando el piano a quién ya consideraba su amigo por los consejo que le dio y también por su ayuda; y le contó que seguía trabajando en la estancia y también le explicó los motivos porque aún continuaba allí; y este le dijo no te olvides de tu sueño ni porque empezaste a trabajar allí, también le dijo uno a veces tiene que ser un poco egoísta y pensar en sí; y seguramente tu mamá va a ser muy feliz al ver tu felicidad por haber llegado adonde querías llegar; pero aparte de eso se sentirá orgullosa por ver que su hijo tiene esas cosas que solo tienen las personas que son grandes de espíritu como son los guerreros que tienen esa rebeldía que siempre los llevan a adelante, tienen coraje, luchan con amor para lograr lo que quieren; en fin todas esas cosas que tienen las personas grandes y que yo lo pude ver en tus ojos; solo tienes que hacerlo aflorar y hacer brillar tú mismo tu propia estrella, no lo dejes dormido adentro de ti. Y Agustín se fue para su casa pero pensando en lo que le había dicho su amigo el pianista del restaurante y pensó que las cosas grandes no mueren; duermen, pero que está en él hacerlo despertar, las palabras de aquel hombre lo hicieron reflexionar e ir a la lucha por lo que realmente quería y era su sueño; ser un pianista reconocido, y se fue a la ciudad de Maldonado y fue a una escuela de música para inscribirse y ser un alumno más de aquella escuela. Y allí lo inscribieron, pero no fue solo uno más de aquellos alumnos y sí fue el mejor porque aquel audífono de largo alcance que él tenía hacía que lo ayudara a escuchar hasta mejor las notas musicales y los acordes de las melodías que sumado a el empeño, la dedicación y las ganas de querer llegar a su sueño eso lo hacían ser el mejor. Y terminó el curso de iniciación musical antes que los otros alumnos, y uno de los otros alumnos no se si era celos o envidia de Agustín y trataba de sacar de adelante aquel que él consideraba como un obstáculo en su camino, pero nadie detiene a quién nació para vencer; y Agustín era un muchacho que nació para vencer y allí por su propia voluntad y medios y porque quería alcanzar su tan anhelado sueño que un día por un error lo dejó dormirse pero lo despertó porque las propias voluntades siempre pasan por uno y está en cada uno de nosotros hacerlas aflorar, y Agustín contó con los consejos del pianista, con la ayuda del dueño del restaurante quién le dio empleo en su estancia; pero todo pasó por él; por la voluntad del propio Agustín, y aquel otro alumno no que otro en meces lograra lo que él que hacía años que estaba allí en aquella escuela y no había conseguido lograr, pero aquel muchacho; Agustín tenía estrella, ángel o como quieran llamarlo; yo prefiero decir que tenía luz propia; un poder muy grande en sus creencias, en sus convicciones y una fuerza que salía desde su el alma, desde su propio espíritu. Y desde aquella escuela de música por ser el mejor alumno fue derivado a la universidad de la música y de las bellas artes, sí Agustín había logrado lo que siempre quiso; ser un pianista de fama internacional, y mucha gente se sintió enorgullecida de él; su madre, el pianista del restaurante y el dueño de la estancia adonde trabajó para comprarse los audífonos que era fundamental para ser el pianista que fue, pero estaban más orgullosos por él haber buscado tanto al pianista que le dio como al que le dio empleo en la estancia, pero principalmente porque él buscó llegar hasta adonde había llegado. Y todo el pueblo de San Carlos, de Maldonado y hasta del país entero hablaba de aquel que era un niño de siete años, luego diez, llegó a ser un muchachito de catorce años y cuando ya tenía veintiún años cuando fue reconocida aquella arte que él hacía con las manos dándole un sonido suave, dulce y encantador. Esta historia de aquel niño pobre también puede ser la tuya o que sea parecida a aquel niño que era muy pobre y que miraba a un pianista y soñaba un día ser como él y tuvo unos de esos golpe que nos da la vida y pensó q ya no podía alcanzar su sueño pero hubo personas que lo ayudaron y pudo levantarse de nuevo aunque ya no insistía en aquel que era su sueño pero aquellas personas que lo ayudaron a levantarse un día lo ayudaron a retomar su camino; el sueño de ser un pianista y si bien Agustín buscó aquellas personas yo prefiero pensar que fueron enviadas por Dios; porque es así Dios no baja del cielo para ayudarte pero manda a alguien que te ayuda así como si fueran una especie de intermediario de Dios hasta a ti, y esas personas fueron usadas por Dios para ayudar a Agustín a seguir su destino porque nadie a quién nació para vencer. Nacido para vencer Fue una muchacha simples y soñadora con toda la inocencia de quién se fue a vivir desde el interior del país a una ciudad grande. Se llamaba Florencia y tenía veintitrés años, ella vivía en una ciudad del interior del departamento de treinta y tres y se fue a vivir en Montevideo capital del Uruguay. Ella tenía un sueño estudiar y ser modelo de tapa de revistas famosas, pero sabía que en el interior de una ciudad no iba alcanzar la fama deseada y entonces se fue a una gran ciudad como es Montevideo. Era una muchacha hermosa que tenía todos los requisitos para ser una gran modelo y alcanzar la fama como quería. Y al llegar a Montevideo se encontró con una amiga en una oficina adonde contrataban muchachas para ser modelos; y ya la hicieron firmar un contrato y ya le tomaron fotos para un casting, todo parecía muy fácil para ella, pero no era así; los que eran dueños de la oficina solo querían aprovecharse de la belleza, la juventud y del encanto que tiene toda mujer y la engañaron aprovechando la inocencia que trae toda persona cuando llega del interior. Florencia se vino a Montevideo a vivir en la casa de una amiga intentando suerte y como dice la gente “con una mano adelante y otra atrás” si familia que la apoyara si le iba mal como le fue, y sin una casa propia para vivir, solo con un sueño. Y unos de los dueños de aquella oficina era un muchacho joven que se llamaba Christopher que también estaba solo interesado en engañar a Florencia diciéndole que estaba enamorado de ella, y aquella muchacha que traía toda la inocencia de una muchacha del interior creyó en las palabras de aquel muchacho joven y lindo de la capital y también le dijo que aparte de estar enamorado de ella la podía ayudarla a alcanzar la a ser una gran modelo y consecuentemente la fama tan anhelada por ella, y ella creía en todas las palabras que él le decía porque ella si estaba enamorada de él y creía que era sincero en todas las palabras que Christopher le decía; pero no era así; él solo la engañaba, hasta que un día él vino otra muchacha a la agencia de modelos, y a esa otra muchacha que también era linda el muchacho aquel la engañó como aquella otra muchacha que había venido desde el interior, pero como Christopher no estaba enamorado de Florencia le dijo que ya no la quería más, que ella solo fue un pasatiempo y que estaba interesado en otra muchacha; justo cuando ella empezaba a sentir mareos y ansias de vómitos, sí Florencia estaba embarazada y aquel niño que estaba en su vientre era lo único que la alegraba en medio de tanta tristeza y desilusión por haber sido abandonada por Christopher aquel muchacho quién ella adoraba y creía que él la amaba también, pero ella solo se engañó con palabras dulces y bonitas que Christopher usaba para vivir aventuras con todas las muchachas que aparecían en aquella agencia de modelos con la ilusión de un día legar a ser grandes modelos y así alcanzar la fama. Y como Christopher ya había logrado lo que quería que era solo tener una aventura con Florencia y nada más le dijo que ya no había lugar en aquella agencia de modelos para ella dejándola sin empleo no importadose con aquel niño que iba a nacer y que Florencia precisaba de aquel empleo para ir comprándole ropitas y todas las cosas que un niño recién nacido precisa, pero Christopher ni siquiera la conservó en aquel empleo a Florencia cuando más precisaba; es más ni se importó con todo aquello que estaba sucediendo haciéndose el desentendido y haciendo caso omiso de que aquel niño que iba a nacer también era su hijo. Y aquella misma amiga quién la llevó a Florencia a la agencia de modelos le dijo que conocía una clínica clandestina adonde entre tantas cosas también hacían abortos, sí aquella amiga de Florencia le había sugerido no dejar nacer aquel niño e interrumpir aquel embarazo diciéndole que no iba a ser fácil para ella sobrevivir con un hijo, sin trabajo y sin casa en una ciudad lejos de la ciudad del interior adonde vivía su familia. Pero Florencia le dijo que no iba a interrumpir aquel embarazo como ella le había sugerido porque aunque Christopher la había engañado diciéndole que la amaba ella sí lo amo de verdad y por lo tanto aquel niño era fruto del amor que ella sintió un día, también le dijo que sabía que iba a ser difícil para ella como era difícil para toda madre soltera y que era conciente de todas las dificultades que iba a pasar pero que aún así estaba dispuesta a enfrentar aquella situación. Hasta que llegó al tiempo que duran los embarazos, sí llegó a los nueve meces de embarazo y Florencia tuvo aquel que ella decía que era fruto del amor que ella sentía por aquel muchacho de la agencia de modelos, era un niño hermoso al cual le pusieron por nombre Ezequiel, y no se porque pero Florencia pensó que Christopher iría aparecer en aquel hospital para conocer a su hijito pero no fue así. Y con mucha dificultad Florencia y con la ayuda de aquella amiga quién la había ayudado en el pasado cuando vino del interior criaron aquel pequeñito recién nacido. Y aquella muchacha que vivía en la casa de su amiga junto a su hijito al mes y medio de haber nacido aquel pequeñito encontró un trabajo adonde no le pagaban poco pero con ese poco se vestía, vestía a su hijo y ayudaba con algunos gastos en la casa de su amiga. Y ya habían pasado siete años y aquel niño ya estaba un poquito más grande y veía la dificultad de su madre y su amiga para mantener aquella casa y tuvo la idea de trabajar de mandadero; y en cuyos mandados según lo que sobraba los vecinos del lugar les daban algunas monedas, y de un mandado y otros al final del día Ezequiel ganaba otro poquito de dinero el cual le daba a su madre y con ese dinero aquel niño también ayudaba en los gastos de la casa, y aquel niño también tenía algo que le gustaba mucho una cosa; era el futbol, y practicaba dicho deporte en un club del barrio adonde vivían. Y aquel niño dividía el horario entre su trabajo y aquel deporte el cual él adoraba. Pero la amiga de Florencia le vino una enfermedad; y debido a esa enfermedad murió, y los familiares de aquella mujer se apropiaron de la casa donde vivía también Florencia con su hijo y no querían a nadie vivando en aquella casa. Y Florencia se fue a alquilar una casa para vivir con su hijo allí en aquel mismo barrio. Y ya habían pasado cinco años más, aquel niño ya tenía doce años y seguía con aquel deporte el que era su pasión; el futbol. Y ya habían pasado dos años más cuando de un cuadro profesional fueron a ver como jugaban los muchachos de aquel cuadro de barrio adonde vivía Ezequiel, y vieron a Ezequiel y quedaron encantados con su forma de jugar y quisieron prescindir de sus servicios, sí aquel muchacho ya era un jugador de futbol profesional y jugaba en un cuadro grande y aunque todavía no era un jugador de primera división el juraba que llegaría a serlo. Y habían pasado tres años más, Ezequiel ya tenía diecisiete años; y aquel muchacho parecía que tenía algo que no era común; era notable que tenía algo que lo diferenciaba de los demás, tenía luz propia; esa cosa que solo tienen quienes han nacido para vencer. Y aquel muchacho era muy exitoso en lo que hacía, y fue llevado por unos empresarios del futbol a un país de Europa; y allá en ese otro país siguió su éxito y también ganó mucho dinero; y él decía que el dinero que tenía solo era la consecuencia de esfuerzo y su trabajo; pero también decía que lo que hacía lo hacía por placer y no solo por dinero. Pero todo tiene un precio; y el destino le hizo una mala jugada al muchacho aquel, vean lo que pasó_ el muchacho aquel; Ezequiel estaba en un país donde hubo un terremoto y a consecuencia de este terremoto hubieron muchas víctimas mortales; y aquel muchacho fue una víctima más de aquel terremoto en Italia pero no murió sí sufrió varias heridas, y a aquel muchacho le tuvieron que amputar un brazo debido a las heridas recibidas en aquella tragedia. Y aunque por un momento cayó en la tristeza y la desilusión tuvo el valor, esa fuerza que viene desde el alma, coraje, esa cosa que solo tienen los guerreros que parece que tuvieran una estrella que los guían. Y hubo como una fuerza que pensó que había vencido al destino, pero nadie detiene a quién nació para vencer no contaba con que estaba de frente a una persona grande de espíritu, y como grande tuvo esa cosa que no se muy bien como se llama por eso solo escribo que fue fuerza de voluntad; esa grandeza para levantarse y seguir en frente en lo que era su pasión que era el futbol. Y esa cosa que lo diferenciaba de los demás lo ayudó para cubrirse de ánimo y volver a levantarse, y mandó hacerse una prótesis; y aunque le costó un poco acostumbrarse demoró quince días pero se acostumbró a ella y siguió jugando al futbol; siguió con su vida como antes, porque aquel muchacho tenía algo así como una luz que nadie veía pero que lo ayudaba a levantarse como lo hizo y seguir con su vida adelante. Pasó el tiempo y años después sufrió un accidente; estaba pescando con unos amigos y el bote en el cual estaban se dio vuelta y cayeron en el agua del lago donde estaban y allí estaba lleno de pirañas que son peces que comen carne humana que le mordieron los músculos de la pierna y dañaron sus huesos, y tuvieron que amputarle una de sus piernas, pero aquel muchacho tenía mucho valor. Y así tuvo que dejar de jugar al futbol porque sin una de sus piernas era imposible, todavía podía practicar aquel deporte que era su pasión pero profesionalmente ya no. Pero Ezequiel siguió en el profesionalismo del futbol; aquel deporte que él decía que le daba placer y que era su vida aunque ya no como jugador pero sí como director técnico pero en el profesionalismo del futbol al fin, y seguía en aquel deporte que era su pasión y parte de su vida; él seguía haciendo lo que le gustaba y quería hacer, y ya sin un brazo y sin una pierna porque ya no tenía; pero tenía algo que lo diferenciaba de los demás; y lo que lo diferenciaba de los demás era su valor, su coraje, esa fuerza que viene desde adentro de cada uno de nosotros, garra, determinación y creencia en sí para seguir adelante y levantarse cuando las cosas nos van mal y parecemos caer y también tenía algo que siempre debemos tener, el querer que la vida siga adelante. Esta historia fue inventada solo para que veas que como Ezequiel tú también puedes vencer; basta solo creer en ti y que puedes llegar hasta tu sueño y hacer que ese sueño se torne realidad poniendo esa fuerza que viene desde adentro, poniendo coraje y determinación. Se que no es fácil ser un victorioso pero no existe victoria sin antes vencer la lucha. Y para aquel niño llamado Ezequiel hijo de una campesina llamada Florencia nada fue fácil; pero él la luchó para llegar hasta donde llegó, y como él luchó tú también puedes llega hasta adonde quieres solo tienes que intentarlo y saber levantarte cuando caigas para retomar el camino y llegar a tu meta. Una mano y querer ser Apenas cuatro años de edad tenía aquel niño el que es el protagonista de esta historia; vivía en un pueblito del interior de la provincia de Córdoba (Argentina), se llamaba Leonardo y con un don como mandado desde el cielo no se por quién era; si era por Dios, por el santo de nuestra cabeza quién nos guía o de quién; lo cierto es que era evidente a todas las otras personas que aquel niño tenía algo especial que lo diferenciaba de los demás por lo que él hacía. Y aquel niñito se había mudado con sus padres desde aquel pueblito donde vivía a la ciudad de Córdoba. Y aquello que aquel niño hacía era algo artístico; sí Leonardo era diseñista desde los cuatro años que tenía cuando empezó a ir a la escuela, y aunque no con mucha claridad en sus dibujos talvez debido a su corta edad; pero en lo que hacía trasmitía lo quería hacer. Y su padre al ver que aquel niñito tenía talento para ser un pintor y a pedido de él le compró tintas, pinceles, cartulinas en fin; todo lo necesario para que aquel niño pudiera desarrollar aquella arte que le gustaba y quería hacerlo. Y con el transcurrir del tiempo Leonardo se fue perfeccionando en lo que hacía, y ya habían pasado dos años más; aquel niñito ya tenía seis años, y fue ganando experiencia en su arte, y ya con la claridad suficiente para mostrar lo que hacía; y sumado a la bendición que alguien le mandó desde el cielo para transmitir cosas que pasaban de cartulina y de los dibujos que hacía y llegaban hasta el interior de cada persona que miraba sus dibujos y llegaban a sus sentimientos. Y Leonardo ya tenía diez años; ya habían pasado cuatro años más; y ya no solo hacía sus dibujos en la escuela sino también en las esquinas de la ciudad de Córdoba adonde vivía, y más profesionalmente; pintaba sobre lienzos, hacían cuadros con sus pinturas sobre aquellos lienzos y los vendían, cuando llegó hasta donde estaba aquel niño haciendo sus dibujos en una de las esquinas de Córdoba un muchacho de dieciséis años quién era un turista que había venido desde Caracas la capital de Venezuela hasta aquella ciudad de Argentina, y le pidió a Leonardo si lo enseñaba a ser un pintor con el mismo talento que él; pero talento solo es cosa que la manda Dios y artista eres o no eres pero no se hace enseñando a serlo a nadie porque el verdadero artista tiene creatividad y quién no nació para ser artista no la tiene; y el artista puede hasta perfeccionarse con el tiempo; eso las otras personas también lo logran, pero el que nació para ser artista ya nace con el alma de artista. Y hubo un asalto en un comercio que quedaba en la misma esquina donde estaba aquel niño exhibiendo y vendiendo sus pinturas, y hubo una serie de disparos y uno de aquellos disparos impactó en la pierna de Leonardo; y por más que intentaron operarlo para sacarle la bala no alcanzaba con solo operarlo; tuvieron que amputarle la pierna para poder salvar su vida, y así fue; a aquel niño de apenas diez años le amputaron la pierna, y los médicos le dijeron a sus padres que por un periodo de tiempo que era cinco años para que la enfermedad que había causado aquella bala en el organismo de aquel niño y que aún existía no se propagara por todo su cuerpo tenía que cumplir con un tratamiento para erradicar totalmente la enfermedad una de las prohibiciones que consistía en aquel tratamiento era no poder inhalar el olor a tintas o pinturas; o caso contrario y no cumplieran con aquel tratamiento la enfermedad se propagaría por todo su cuerpo y su hijo podía dejar de existir; o sea podría morir. Y a aquel niño lo llevaron para su casa; y con el cuidado de sus padres seguía aquel tratamiento tal cual le habían mandado, y después de un mes y medio y con la ayuda de un par de muletas seguía su vida habitual jugaba, iba a la escuela, hasta que llegó un momento que aquel niño cayó en una tristeza total; y ya no jugaba e iba a la escuela ya no con el ánimo de antes; y no había nada que lo sacara de aquella tristeza porque faltaba algo que era lo principal en la vida de aquel pequeño artista como es el arte en la vida de cada artista porque el arte es la esencia del alma del artista y sin alma no hay vida, y a Leonardo lo iba entristeciendo un poco más cada día; el no poder volver a pintar y a hacer sus dibujos y pinturas como lo hacía antes; es más parecía que la falta de aquella que era su arte poco a poco lo llevaban a su muerte, y sus padres viendo su tristeza y sabiendo cual era el motivo de aquella tristeza lo dejaron volver a pintar porque decían que sabían que la pintura lo podía llevar a la muerte pero la tristeza que sentía aquel niño lo llevaría a la muerte igual. Y ya pintando sus cuadros, haciendo sus dibujos y diseñando sus paisajes; haciendo aquella que era su arte Leonardo parecía otro niño; se veía en su rostro porque en su rostro siempre se le veía una sonrisa después que volvió a realizar aquella que era su arte, y volvió a jugar y a ir a la escuela con el mismo entusiasmo de antes. Pero en la escuela donde él iba lo empezaron a discriminarlo por parte de algunos niños, los padres de estos niños y todos los maestros y directores de aquella escuela; decían que aquella escuela era una escuela para niños normales, no se a que llamaban normales o anormales; a Leonardo solo le faltaba una pierna y eso solo hacía de él una persona con capacidad diferente; si bien los otros niños tenían a favor la capacidad de tener las dos piernas y poder correr o jugar a la pelota, Leonardo también tenía una capacidad; algo a favor que los otros niños no tenían que era desempeñar el arte de la expresión plástica, y aquellos que lo discriminaban ignoraban que el preconcepto y la discriminación es anticuado y antimoral y eso si que no es normal como decían que era Leonardo. Pero igual a Leonardo sus padres lo sacaron de aquella escuela porque decían que no iban a someter a su hijo a malos tratos por quienes lo discriminaban ya que estos lo agredían verbalmente. Y aquel niño ya tenía catorce años; ya era un muchachito y lo pusieron en una escuela para lisiados adonde todos los niños de aquella escuela tenían una dificultad física; pero ninguno se criticaba ni se burlaban de la discapacidad del otro; al contario se apoyaban y se ayudaban entre ellos en lo que era necesario y lo que no podían le pedían ayuda a terceros, era lindo de ver porque entre todos los integrantes de aquella escuela parecían una gran familia. Y pasaron tres años más; sí aquel muchacho; Leonardo ya tenía diecisiete años cuando empezó a sentirse mal y cada ves peor, entonces fue al médico para saber cual era la causa de aquellos malestares y el médico le dijo que podía ser debido a aquella enfermedad causada por aquella bala por la cual había sido atingido en aquel asalto en el cual él fue una de las víctimas afectadas; y le mandó que cumpliera un tratamiento y él no lo había hecho, y Leonardo le dijo que no; que no había cumplido el tratamiento por el periodo de tiempo el cual le fue ordenado; que al principio sí lo había cumplido pero no por cinco años como le fue ordenado, y el médico le ordenó que se hiciera una serie de análisis para confirmar si era o no aquella enfermedad que había vuelto; y al tiempo dado para obtener el resultado de los análisis por los que hacían los análisis Leonardo volvió y se los mostró al médico y escuchó por este lo que él no quería escuchar; sí el médico le dijo que aquella enfermedad había vuelto y que para intentar contenerla aquel muchacho iba a tener que someterse a otra cirugía donde le tenían que amputar la otra pierna para intentar contener la enfermedad o caso contrario en un mes más Leonardo moriría, y Leonardo aceptó que lo operaran y le amputaran la otra pierna, pero para ser operado precisaba tener la firma de sus padres consintiendo la operación ya que Leonardo aún era menor; pero no tubo problemas en obtener la firma de sus padre para ser operado, y lo operaron; y corrió todo bien en aquella operación y le amputaron la otra pierna pero no pudieron erradicar definitivamente aquella enfermedad que sufría Leonardo, y las recomendaciones eran las mismas de la otra vez; que Leonardo precisaba seguir un riguroso tratamiento para erradicar definitivamente la enfermedad, o caso contrario iban a tener que seguir amputándolo hasta amputarle sus cuatro miembros, y unas de las cláusulas y ordenamiento de aquel tratamiento era no poder inhalar tintas. Y a Leonardo le dieron el alta y se fue para su casa, pero de esta vez sus padres no le permitían volver a pintar para no respirar el olor a las tintas y que no tengan que volver a amputarle sus miembros. Pero Leonardo le dijo a sus padres que aquella que era su arte; el ser pintor yo lo valoro más que a todo en la vida, es más; más que a mi propia vida, y si un día no puedo volver a pintar yo prefiero morirme, porque la vida y el ser un pintor hacen solo uno en mi cuerpo; es como mi alma y mi corazón; uno sin el otro no puede vivir y el ser pintor y yo es algo relativo; uno sin el otro no puede vivir, más yo por eso yo les pido eso; es más yo les ruego y les imploro que me dejen volver a pintar. Y sus padres al oír ese pedido se dieron cuenta de que para aquel muchacho el no poder ser pintor era lo mismo que dejar de vivir, y se dieron cuenta también de cuanto era importante; era más que importante era más prioritario que todo aquella arte en la vida de Leonardo, y mismo sin el consentimiento de los médicos sus padres lo dejaron continuar pintando, haciendo y exhibiendo al público aquella arte maravillosa que a la vista y al gusto de la gente era hermoso. Y pasaron cuatro años más y Leonardo empezó nuevamente a sentir malestares y mareos a consecuencia de esta enfermedad que padecía y aunque desconfiaba de cuales eran los motivos de aquellos mareos y malestares fue igual al médico para confirmar el motivo de porque aquellos malestares que sentía, y si quedaba confirmado que aquellos malestares eran a consecuencia de la enfermedad que padecía lo tenían que amputar para dar secuencia a su vida, sabía que tenía que tomar alguna iniciativa aunque sabía que esa iniciativa no era radical pero esa iniciativa daría secuencia a su vida ya que si dejaba proseguir aquellos malestares; estos malestares solo le causaría un mes; a lo máximo dos meces de vida y se moriría y en cambio haciéndose otra operación donde le amputarían otro de sus miembros y duraría cuatro o cinco años más. Y sí, quedó confirmado de que el motivo de aquellos malestares que sentía Leonardo eran a consecuencia de aquella enfermedad que él padecía y tuvieron que amputarle un brazo porque la enfermedad se había propagado y ya se había insertado en su brazo izquierdo, y sus padres sabían cual era el brazo que le iban a amputar y también sabían que era el mismo brazo con el cual Leonardo pintaba pero no le dijeron nada a aquel muchacho por las dudas de que él no quisiera someterse a la operación, y Leonardo tampoco averiguó de cual era el brazo el cual le iban a amputar. Y al salir de la cirugía Leonardo vio que ya no tenía su brazo izquierdo que era con el cual pintaba. Y aquel muchacho el cual ya era un hombre de veintiún años de edad al llegar a su casa intentó pintar con su brazo derecho pero no podía, y intentó varias veces y tampoco lo lograba hacer con la misma claridad que lo hacía antes, y era tan grande la tristeza que Leonardo sentía al ver que ya no podía pintar con la claridad suficiente como hacen los artistas se puso a llorar, y era muy triste para sus padres y para toda la gente ver a aquel hombre llorando. Y llegó la noche y se acostó en su cama y se durmió, y tuvo un sueño; pero no era cualquier sueño; era un sueño que parecía real, y en ese sueño alguien le decía que dejara de llorar y causar lástima y pena a la gente con su historia; porque solo con la lástima y la pena de la gente no solucionaría nada, y sí era posible que volviera a ser quién fue si contaba con la suerte, pero a la suerte hay que ayudarla para que llegue trabajando y luchando poniendo determinación y ganas de llegar adonde quería llegar y él a pesar que le faltaba las piernas y el brazo que era el principal para hacer lo que él hacía que era aquella arte que hacía de él un gran pintor que podía volver a ser aquel gran artista poniendo lo que tienen las personas grandes de alma como él que era ganas y determinación sumado al coraje y esa fuerza que viene desde adentro llamada por algunos fuerza de voluntad, perseverancia y persistencia hasta alcanzar la perfección, pero que solo la tiene quién nació para vencer y él había nacido para vencer; pero quién había nacido para vencer también tenía que hacer por vencer, por lo tanto despierta de este sueño y esfuérzate, da lo máximo de ti para poder alcanzar la gloria que será tu alegría y tu razón de vivir. Y Leonardo despertó de aquel sueño e hizo como la voz de aquel sueño le había dicho, e intentó una ves y no le salió con el brazo derecho los dibujos y pinturas con la claridad suficiente como lo hacía con el brazo izquierdo y que tenía que tener un cuadro pintado por un artista, pero se puso una idea fija en la cabeza; que él no podía fracasar porque había nacido para vencer, e intento nuevamente y varias veces más hasta alcanzar la perfección y ser el mejor nuevamente y ya sin sus piernas y sin un brazo pero con la gran bendición que Dios nos da_ la vida. Y aquel hombre; Leonardo empezó a sentir malestares nuevamente y pensó que era a consecuencia de aquella enfermedad que él padecía, y fue al médico y le contó al médico de sus malestares y todavía le dijo a su médico que si fuera aquella enfermedad de nuevo y tendrían que amputarle su único brazo ya no podría volver a pintar y sería lo mismo que morir porque el pintar; aquella arte era su vida y si ya no podría más pintar entonces ya no existiría más vida. Y el médico le mandó hacerse análisis para saber si realmente era aquella enfermedad o no para saber que hacer rezando él y todos los conocidos de Leonardo para que no sea aquella enfermedad la que si fuese lo dejaría sin ninguno de sus cuatro miembros y le causaría como la muerte al hombre aquel. Y llegó el día que salió el resultado de los análisis y junto a él la buena noticia que no era aquella enfermedad la que hacía que le cortaran los miembros a Leonardo, pero la buena noticia no terminaba ahí, los análisis también revelaron que aquella enfermedad que sufría aquel hombre había sido totalmente erradicada. Esta historia fue creada solo para hacerte ver que no hay nada que detenga tu sueño; ecepto tú mismo o la muerte, pero si existe un sueño en ti; está en ti hacerlo florecer y si hay alma, ganas y vida siempre puedes vencer convirtiendo tus sueños en realidad como lo hizo aquel pequeño niño de cuatro añitos llamado Leonardo quién fue perdiendo partes de su cuerpo con los años, pero no perdió la vida y ni el sueño el cual lo tornó realidad aún pasando por adversidades, discriminación y el acostumbrarse a su lado adverso para no abandonar lo que era su vida; el arte. Y yo; el que subscribió esta historia sabe que como Leonardo; el protagonista de esta historia en tu vida también existe un sueño y solo de ti depende convertirlo en realidad, ve y lucha por convertir tu sueño en realidad; solo tienes que estar convencido que tú puedes hacerlo, y hacerlo. Más que sueños; fue realidad Parecía solo un sueño; una ilusión, pero alguien le dijo a ella que los sueños son más hermoso si los convertimos en realidad, y que todos con adversidades o no podemos luchar por nuestros sueños y transformarlos en realidad solo hay que intentar hacerlo si en verdad queremos alcanzar ese sueño. Ella era una muchacha de dieciséis años de edad que se llamaba Lucía, y que vivía en la ciudad de Caracas capital de Venezuela, y tenía un sueño que era ser cantante y al ver una gran cantante de fama internacional cantando en un concierto de beneficencia para ayudar a cientos de personas que habían sido víctimas de una tragedia que ocurrió en aquel país y ver a toda una multitud aplaudiéndola quiso transformar en realidad aquel sueño que solo parecía una ilusión. Y entre toda la gente que había ido al concierto sorteaban a tres de aquellas personas para subir al escenario y cantar con aquella cantante, y unas de aquellas tres personas sorteadas fue Lucía. Pero solo subieron dos de las personas sorteadas; Lucía no, pero aquella cantante no hizo caso omiso como siempre lo hacía y darla como faltante, fue como algo que ya estaba escrito que aquella noche no era una noche más; era la noche que empezaba a brillar la estrella de Lucía, pero ella no subió al escenario por tener una enfermedad, pero no era que ella no subía al escenario porque tenía vergüenza de aquella enfermedad, era porque tenía mucha dificultad debido a aquella enfermedad ya que estaba en silla de ruedas y tampoco tenía movimiento en las manos como para manejar aquella silla de ruedas. Y la cantante la llamó a Lucía e hizo con que un ayudante de aquel concierto la ayudaran a subir al escenario a aquella muchacha junto con las otras personas y cantó con las tres, y luego hizo a Lucía cantar sola, pero aquella muchacha no tenía habilidad en las manos como para agarrar el micrófono y poder cantar, pero aquella cantante tomó el micrófono y la hizo cantar, y al terminar la canción que había cantado toda la gente que había en aquel show se puso de pie y aplaudía, y Lucía empezó a creer en aquel sueño de un día ser una cantante podía dejar de ser un sueño y transformarse en realidad. Y todos los participante de sorteo para cantar junto a aquella cantante se bajaron del escenario y aquel show si guió como casi una hora más y la cantante no dejaba de pensar en aquella muchacha de la silla de ruedas porque la chica había cantado muy bien, pero no fue solo eso; fue aceptada por el público y eso en el mundo artístico cuenta y mucho, porque en el caso del cantante; él busca traspasar el micrófono y llegar hasta el público, el pintor busca traspasar el lienzo, el poeta al papel, en fin; todo artista busca llegar al público con su arte y aquella cantante vio que Lucía sabía como hacerlo. Entonces aquella cantante quiso llevar a Lucía a cantar con ella, pero no sabía como llamarla ya que no sabía su nombre, pero existe una cosa llamada destino y todo está escrito; y ya estaba escrito en el cielo que la estrella de Lucía tenía que brillar y la cantante llamó a aquella muchacha simplemente como la chica de ruedas que había cantado con ella. Pero aquella cantante solo era una empleada de quiénes la habían contratado, y quiénes la contrataron eran prejuiciosos, discriminatorios y preconceptuosos, y armaron un casting; una especie de concurso entre cinco aspirantes a ser cantante con tres jurados quiénes las evaluaba y supuestamente elegirían a la mejor, y entre los dos primeros jurado a las otras participantes las evaluaron y les dieron como puntuaje a dos de ellas dieciocho puntos, a una diecisiete y a la otra dieciséis, pero a Lucía le dieron veinte de puntuaje. Pero faltaba dar la evaluación y su puntuación el último jurado, y el jurado estaba determinado a hacer perder a Lucía por estar siempre sentada en una silla de ruedas y no tener movimiento en las manos dejando de lado las cosas buenas que tenían aquella chica como su simpatía, su vos y su allegamiento hacia el público; que son cosas fundamentales para ser una cantante, pero solo miraban sus cosas malas olvidando de mirar las cosas buenas que tenía aquella muchacha como era el querer y el luchar por alcanzar su sueño, el coraje, el valor y la senciridad para mostrarse tal cual era, pero el jurado no miró todo eso que Lucía tenía de bueno e hicieron con que la suma de la puntuación de los tres jurados dieran como perdedora a Lucía es decir salió en tercero entre las cinco participantes; pero quién nació para ser grande tiene que ser siempre el primero y el segundo o cuarto lugar no sirve; es lo mismo que ser una perdedora, y el último jurado le dio una puntuación de cinco a Lucía haciendo con que fuera tercera y quién no cantaba tan bien ni tenía carisma para ser cantante la hicieran ganadora. Pero nadie detiene a quién nació para vencer y quién había nacido para vencer era Lucía, y aquella cantante del show en Venezuela se enteró de otro concurso de cantante que había en otro país y la llevó a ese otro certamen de cantores. Y en el concurso en ese otro país los que actuaban como jurado lo hacían como profesionales y juzgaban a los participantes de aquel concurso por sus talentos; y no por algo que fuera más allá de ser un cantante; o sea se focalizaban en que el ganador reúna las condiciones para ser un cantor y nada más que eso sin importarse por condiciones financieras, físicas o cualquier otra condición que no sea cantar, y cantando Lucía era la mejor, y por lo tanto nadie dudó en darla como ganadora de aquel concurso en el cual el premio era gravar un CD en un estudio como los grandes cantores como lo era aquella chica de la silla de ruedas. Pero los dueños y directores de la grabadora en la cual iban a grabar el Compact Disc decían que los artistas; en aquel caso no solo tenían que cantar bien como lo hacía aquella muchacha sino que también tenían que mostrar y vender una buena imagen y Lucía en aquella silla de ruedas no la tenía, y ponían miles de impedimento para no grabar el CD y trasformar en realidad el sueño de la chica de la silla de ruedas, también decían que al no tener movimiento en las manos le iba a impedir agarrar el micrófono para poder cantar; queriendo hacer creer que se olvidaban que existe un tipo de micrófonos que son como con un casco y que no tienen que agarrarlo con las manos para poder cantar, en verdad no vender la imagen y la falta de movimiento en las manos de aquella muchacha que quería ser cantora era solo excusas de gente preconcepuosas y discriminatorias que solo miraban el lado imposibilitado de Lucía dejando de ver las cualidades que tenía aquella chica y que la vida es mejor si buscamos verle el lado bueno de todo. Pero como de todo lo malo también se rescatan cosas buenas; y lo bueno de esta historia es que Lucía desde aquel show de beneficencia que había cantado en público por primera vez y que a la gente le gustó y aplaudían ella empezó a creer en que aquel sueño de ser una cantante que podía ser posible, ni tampoco se olvidó de las palabras que alguien le dijo que fue con tales palabras que empezó a ser escrita esta historia en que alguien le dijo a Lucía que los sueños son más hermosos si los convertimos en realidad y que todos con adversidades o no podemos luchar por nuestros sueños y transformarlos en realidad solo hay que intentar hacerlo si queremos alcanzar ese sueño, son palabras para Lucía no eran solo palabras que las lleva el viento, al contrario ella las usaba como escudo y motivación para seguir en frente con la idea de ser una gran cantante de fama internacional. Pero la suerte está escrita en el destino de cada persona, y al destino hay como que empujarlo a veces para llegar a la meta y alcanzar los sueños, cosa que hacía aquella chica de la silla de ruedas porque adentro de ella había un alma con el espíritu muy grande y los grandes de espíritu nacieron para vencer. Y aquella muchacha escuchando radio se enteró que aquella cantante del show beneficiente de Venezuela había comprado la grabadora donde una vez fue a grabar Lucía y fue discriminada por los dueños de la grabadora por su dificultad, y aquella chica de la silla de ruedas también se enteró que aquella cantante llamaba a nuevos cantores para grabar porque cuanto más cantores para grabar más era el dinero que entraba en la grabadora para poder pagar las cuentas que habían dejado aquellos empresarios los que eran dueños de la grabadora. Y de la grabadora llamaban a antiguos y nuevos cantores para hacer una prueba a ver si en realidad tenían talento para ser cantores y ya grababan un CD y comenzar con la carrera de cantante. Y una de las que se presentó fue Lucía; si la chica de la silla de ruedas, y de esta vez al presentarse como cantora aquella muchacha no tuvo problemas porque aquella cantante ya la conocía a Lucía y sus condiciones y también aquella cantante era otro tipo de persona con buenos sentimiento, que no discriminaba; pero ante todo una buena profesional, y al ver a Lucía sabía que estaba ante una buena cantante que al pasar dos años solo se había perfeccionado en lo que hacía que era cantar, y la cantante la que ya era dueña de la grabadora no dudó en contratar a Lucía como la nueva cantante que había lanzado a la fama aquella cantante de fama internacional quién con los años había dejado de ser cantante para ser productora, y quién había quedado en su lugar fue aquella chica de la silla de ruedas, la que encontró impedimentos por ser menor y no tener permiso para viajar para afuera de su país, y un día surgió un concierto internacional al que los que organizaban ese concierto se contactaron con la grabadora de aquella ex cantante y ella quería que fuera la mejor cantante de aquella grabadora; Lucía pero ella no tenía permiso para viajar afuera del país debido a su corta edad y ser menor; pero tampoco fue un gran impedimento porque a pesar de que Lucía no tenía familia ni un mayor que se hiciera responsable por ella como para darle el permiso reglamentario para poder viajar para y hacer conciertos internacionales aquella ex cantante la adoptó como su hija y poder así darle el permiso necesario para salir afuera de su país, y vinieron otros concierto internacionales y nacionales también. Y fue así que Lucía alcanzó su sueño; el de ser una gran cantante, pero ella decía que no lo hacía solo por dinero; principalmente lo hacía por un gran querer; su querer. Esta fue otra historia de ficción, pero que puede ser realidad porque todas las personas tenemos sueños y podemos hacerlo realidad como lo hizo Lucía creyendo y luchando y tú también puedes convertir en realidad tu sueño poniendo lo que ponen todos los grandes para ser grandes y tú también puedes serlo solo tienes que creer en que tú puedes alcanzarlo poniendo fuerza, coraje, ganas y estar determinado a alcanzar lo que quieres tú. Esta serie de historias fueron escritas para hacerte ver que así como los protagonistas de estas historias tú también puedes hacer que se despierte el sueño que está dormido adentro de ti; solo basta creer y hacer para que ese sueño se despierte y deje de ser solo un sueño para transformarse en realidad; y esa realidad va a ser hermosa como un arco iris atravesando el cielo de norte a sur anunciando que la lluvia tormenta ha terminado y que todo puede ser; basta poner coraje, garra y determinación porque todo puede ser posible, hasta los sueños; porque existe una estrella que nos guía y hace que los sueños acontezcan porque lo que tiene que ser será. Trabajaron en la realización de este libro: Organización: Composición y letra: Visualización y diseño: Encuadernación: Índice La fuerza del querer………………………… El vendedor de sueños……………………... El pequeño guerrero………………………… Inténtalo tú también………………………... Tú puedes también…………………………. El bailarín de California……………………. Puede ser tu meta…………………………... Nacido para vencer………………………… Una mamo y querer ser…………………….. Más que sueños; fue realidad……………… Es una Producción de O. N. P. Li Organización Nacional Pro laboral Para lisiados “Tú puedes brillar también” Historias La fuerza del querer Está historia es la historia de Mariana, una muchacha de la ciudad de (Goiánia) una ciudad del interior de Brasil, y ella solo tenía veintitrés años y un sueño que cumplir; pero no era cualquier sueño, era una ilusión que podía ser realidad, solo estaba en ella poder hacerlo. Y cuando niña al volver a su casa desde de una escuela para chicos con capacidades diferente adonde iba vio la casa donde vivía con su madre prenderse fuego; y su madre estaba adentro durmiendo cuando el incendio y murió en aquel incendio, padre ya no tenía; es decir tenía pero ya no vivía con ella ya que desde hacía diecisiete años se había ido para otra ciudad y ya nunca más volvió. Y aquella niña que en aquel tiempo cuando se había incendiado su casa tenía recién nueve años fue llevada por una tía a vivir con ella, y como era esperado y evidente aquella niña sufría porque extrañaba mucho, y no era lo mismo que vivir con su madre que con su tía aunque con esta se llevaba bien, y Mariana vivió con aquella señora durante cinco años. Aquella muchacha ya tenía catorce años y su tío; el esposo de aquella señora con la cual Mariana había ido a vivir se enfermó y aquella señora empezó a trabajar como lavandera; sí aquella señora; la tía de aquella quién ya era una muchachita lavaba ropas para otras familias y así mantenía su familia; incluso a Mariana. Y llegó el invierno y aquella señora seguía trabajando como lavandera, grandes heladas y unos fríos horribles pero aquella señora siempre firme allí; trabajando para mantener a su familia. Y aquella muchachita; Mariana veía el trabajo que su tía pasaba lavando aquellas ropas y un día le dijo; cuando yo sea grande seré una gran diseñista de moda y ganaré mucho dinero y ya no precisarás trabajar porque yo mantendré a nuestra familia, y aquella señora solo se río de Mariana; pensaba que decía aquello solo porque tenía buenos sentimientos; no se imaginaba que adentro de aquella niña había un alma de guerrera; de esas personas que son grande desde el alma, y aquella muchachita todavía le dijo a su tía; se que tengo que estudiar mucho y querer para poder llegar. Y su tía le decía a cada uno de sus clientes a quienes les trabajaba lavándoles ropas queriendo resaltar los buenos sentimientos de su sobrina, pero nunca se imaginaba que futuramente aquel que era solo un sueño que tenía Mariana se convertiría en realidad, pero se convirtió en realidad porque ella quiso que así fuera y luchó mucho para que así fuese. Pero su tía al principio no creía mucho en aquel sueño de aquella muchachita que parecía medio loco porque la gente decía que era muy difícil para aquella niña convertir en realidad su ilusión ya que tenía problemas físicos, motrices y caminaba con bastones canadienses, y algunas personas discrimina mucho dejando de lado el valor de mostrarse tal cual era y la inteligencia que tenía aquella muchacha para desempeñar aquel que sería su trabajo. Pero Mariana tenía una manara de pensar que le había enseñado su madre cuando era aún una niña; que cuando las personas quieren algo de verdad tienen que luchar mucho para intentar alcanzarlo porque todo es posible; basta con quererlo y hacerlo, pero había algo más; aquella muchacha tenía personalidad y rebeldía; pero tener rebeldía y saber usarla es bueno, y ella tenía algo extraño también; seguía sus pensamientos sin importarse mucho con lo que decían los demás; consejos para bien sí aceptaba, pero ella vivía en un país donde la gente es muy discriminatoria y muchos la ofendían por ella ser como era, pero cuando era aún una niña su madre le había dicho que tomara en cuenta en toda su vida aquello que le iba a decir; y le dijo “hay gente que te alienta y te incentiva a seguir adelante; esas son gentes buenas, pero existe gente mala e intentan amagarte y hacen poco de lo que tu consigues con mucho esfuerzo; talvez porque no tienen coraje para ir y luchar por lo que quieren y no soportan ver el éxito de los demás sin criticar, pero no te ilusiones con lo bueno que te puedan decir ni te amargues con lo malo, piensa solo que tú eres fuerte como para ir en frente y marcar el camino hasta el destino que tú quieres llegar y que todo lo puedes poniendo querer, creencia en ti y determinación en llegar hasta donde quieres llegar”. Y Mariana al recordar las palabras de su madre empezó a estudiar en un liceo para llegar hasta adonde quería llegar. Pero aquella muchachita pensaba que ella además de estudiar podía trabajar para así ayudar a su tía en los gastos de la casa, y se puso a trabajar como vendedora; y vendía tortas fritas, y al ofrecer su producto la gente se reía e ironizaba diciendo ahí va la diseñista de modas. Pero Mariana seguía su camino siempre vendiendo haciendo oídos sordos a lo que decían algunas personas, trabajaba vendiendo sus productos durante el día y estudiaba de noche sabiendo que solo así; con mucho esfuerzo sería posible poder llegar hasta lograr su sueño, y seguía enfrente con sus bastones canadienses, sus tortas fritas y un deseo muy grande que con el tiempo iba a ser su realidad. Pero el liceo adonde iba aquella muchacha era público y por falta de recursos financieros pasó a ser privado, lo compró un gran empresario de aquella ciudad. Y a Mariana los dueños de aquel liceo querían hacer que no fuera más alegando que no tenía dinero como para pagar las mensualidades y seguir estudiando en aquel liceo, pero aquella muchacha contó con la suerte y pudo conseguir otro empleo adonde le pagaban más y así poder seguir estudiando y ayudar a su tía con el dinero que ganaba. Pero los empresarios dueños del liceo al ver que Mariana podía pagar y seguir estudiando tuvieron que confesar que no la querían en aquel liceo porque los padres de algunos alumnos decían que sus hijos no debían compartir el mismo lugar de estudios que aquella muchacha en aquel liceo; discriminándola por su discapacidad física y su carente condición financiera. Y aunque Mariana sabía que la discriminación en todos los aspectos en aquel país era crimen y que igual la tenían que aceptar como era igual quiso salir de aquel liceo por que decía que ya no quería seguir en un lugar adonde lo frecuentaba gente con pensamientos preconceptuosos y discriminatorios. Y aquella muchacha pidió la transferencia a otro liceo, y en ese otro liceo estudió otras materias que no tenían nada que ver con lo que ella quería aprender que era ser diseñista de modas, pero para llegar a serlo tenía que pasar y cumplir las reglas de aquel liceo. Y entre otras materias tenía que estudiar ciencias físicas cosa que una diseñista de moda no necesita para nada para poder desempeñar su función, pero ella sabía que para ser una diseñista de modas tenía que aprobar ciencias físicas y todas las materias que complementaban aquel curso. Y así Mariana pasó años trabajando y estudiando hasta que terminó el liceo sí ya habían pasado seis años y aquella muchacha ya tenía veinte años, y para ser diseñista de modas como ella quería tenía que hacer otro curso; y este curso llevaba un cierto período de tiempo; y este período de tiempo consistía en dos años más, pero ella tenía la ventaja que para concluir ese otro curso y llegar hasta alcanzar el título y el diploma ya no precisaba aprobar ninguna materia; era solo curso pero Mariana estaba determinada y decidida a llegar hasta donde quería llegar que era ser una diseñista de modas y no iba a desistir ahora y dejar seis años de trabajo, estudios y mucho esfuerzo; y pensó por dos años más no convenía dejar todo de lado y quedarse en el medio del camino y fue hasta el final en su intento de llegar a la meta; hasta que llegó, Mariana era al fin era una diseñista de modas cuando ya tenía veintidós años. Pero nadie le daba empleo como diseñista de modas que con mucho esfuerzo luchó para llegar a eso; no se si era por su corta edad y los grandes empresarios no creían que aquella muchacha tenía la responsabilidad como para ejercer aquella profesión o era como decía la gente; que no le daban el empleo soñado por Mariana porque la gente es muy discriminadora y no consideraban su inteligencia que sí la tenía como para ejercer aquella profesión, y aquella muchacha seguía trabajando como empleada doméstica a pesar de su discapacidad; pero decía que tenía que seguir viviendo aunque otros rechacen su profesión. Y así pasó un año más y Mariana siempre trabajando como empleada doméstica para poder vivir, pero no se si fue cosa de Dios, del destino o que pasó pero a veces parece que es la suerte quién sopla y Dios manda sus bendiciones para que lleguemos hasta donde tengamos que llegar porque si está escrito en el destino y te esfuerzas para cumplir tu destino va a ser como está escrito. Y después de un año trabajando de doméstica y cuando aquella muchacha salía de su trabajo en una de las calles por donde pasaba Mariana donde había una agencia de estilistas de modas que quedaba cerca de cuyo empleo de ella había un cartel de anuncio que decía que se necesitaba una diseñista de modas, y aquella muchacha no podía creer lo que estaba pasando; era el sueño de su vida estaba allí al alcance de sus manos, y ella entró y habló con el gerente de aquella agencia y este la miró no dando valor a lo que sabía hacer Mariana que era diseños de modas, pero claro aquel que era el agente de aquella agencia no la conocía a aquella muchacha, pero aquel hombre no la quería juzgar sin saber de su capacidad y la hizo pasar por una prueba, y después de terminada aquella prueba quedó admirado y sorprendido con el diseño de un maniquin vistiendo un vestido de modas porque aquel diseño era muy bueno, y aquel hombre hizo que aquella muchacha hiciera la prueba nuevamente porque no podía creer que aquella muchacha con bastones canadiense diseñara tan bien, pero una cosa no quita la otra y la capacidad de Mariana iba más allá de lo que mostraba su imagen, pero hay gente que prejuzga y lo primero que tienen en cuenta es su imagen dejando de lado la verdadera capacidad, inteligencia y responsabilidad como para desempeñarse en un empleo y aquella muchacha sí reunía aquellas capacidades; a ella lo que la diferenciaba de otros y que jugaba en su contra era que caminaba con bastones canadienses pero también la diferenciaba cosas buenas y que eran prioritario para trabajar y que jugaban a su favor como inteligencia, capacidad y responsabilidad que era lo que los dueños de aquella agencia querían para trabajar; alguien así como Mariana. Y al fin aquella muchacha se sentía realizada porque estaba trabajando en lo que ella quería hacer, y con una parte de lo que ganaba mantenía a aquella que era su familia, su tía, su tío y se responsabilizaba por todos los gastos de la casa, y aquellos que eran los clientes de su tía cuando esta trabajaba lavando ropas para ellos comentaban y decían del coraje, del valor y de la persistencia de Mariana para llegar hasta donde quiso llegar. Esta no es solo una historia para que la leas y nada más y sí para que reflexiones que como Mariana tú también puedes alcanzar tu sueño basta luchar por él con valentía, coraje y determinación de llegar hasta donde quieres llegar. Esta es solo una historia de ficción pero también puede ser real y tú puedes ser el personaje como lo fue Mariana en esta historia; aquella chica a quién Dios no le había dado la capacidad motora en toda su plenitud pero en cambio le dio otras capacidades como inteligencia y responsabilidad pero también valores como coraje, valentía y fe; la creencia en sí, tú también puedes tener esos valores pero tienes que mostrarlos y hacer que acontezca, tú puedes. El vendedor de sueños Era un hombre de cuarenta años de edad que vivía en la ciudad de Montevideo en la capital de Uruguay, se llamaba Gustavo. Gustavo era un chico con capacidades diferente; él tenía un parálisis cerebral que poco a poco iba atrofiando sus músculos. Él desde niño tenía un sueño que era ser un artista de la literatura; él soñaba con ser un escritor y lanzar al público libros de historias y poesías, y tenía lo que tiene todo artista; él también era un soñador. Y aún niño por problemas familiares se fue con su madre y sus hermanos a vivir a otro país (Brasil) Gustavo ya tenía ocho años y vivía en una ciudad llamada Santana do Libramiento que limitaba con la ciudad de Rivera (Uruguay) donde era su país natal; y aquel niño al llegar a ese otro país extraño mucho porque en su país eran sus hermanos mayores y otros familiares por él, pero en ese otro país era él por él y hablaban otro idioma, era un cambio total para adaptarse toda persona y más un niño de apenas ocho años, para Gustavo aquel país era un mundo totalmente diferente, pero al poco tiempo se acostumbro ya que aquel niño era muy inteligente y aprendió a hablar el idioma de aquel país. Pero su madre y sus hermanos más pequeños pasaban muchas dificultades financieras ya que aquella mujer; la madre de Gustavo fue para aquel país engañada por otras personas de que ya iba con trabajo; pero no fue así, y aquel niño con su madre y sus hermanos vivían con su cuñado y una hermana mayor y aquel hombre; el cuñado de aquel niño tenía un trabajo que no era muy rentable como para mantener una familia tan grande, y Gustavo tuvo la idea de ponerse a trabajar como mandadero y el poco dinero que ganaba no alcanzaba como para mantener su familia pero sumaba a lo que ganaba su cuñado y las dificultades que pasaban ya era menor. Pero aquel niño siempre con el sueño de ser un artista, y le contó a uno de los señores a quién le hacía mandados de su sueño pero aquel hombre solo se rió de él; y le decía mira si un poeta va a andar de mandadero como andas tú, y Gustavo se fue hacer sus mandados como siempre pero medio triste porque aquel que era su sueño no lo tomaban en serio; es más solo era el motivo de la risa de los demás. Pero aquel niño sentía como una necesidad de hablar con alguien sobre aquel que era su sueño y que lo tomaran en serio y que no sea solo un motivo de risa como lo había tomado aquel señor a quién Gustavo le hacía mandados. Pero si la risa de aquel señor era lo malo para Gustavo también existía el bien, y como dice el refrán “todos los días no son iguales” y cuatro días después aquel niño estaba haciendo mandados como siempre lo hacía y en una esquina había un señor pidiendo monedas; un mendigo, otras personas decían que aquel señor solo era un loco que después de haber perdido su familia vivía en las esquinas pidiendo monedas como un mendigo. Pero había algo que le decía al niño aquel que aquel mendigo no era un loco como decían los demás; y le contó de aquel que era su sueño y que era un día ser un artista de la literatura, y aquel quién toda la gente decía que solo era un loco le dijo a Gustavo que todo sueño puede ser posible que se convierta en realidad solo tienes que creer en él; pero no basta solo con creer; también tienes que luchar por él con todas tus ganas y fuerzas para que deje de ser solo un sueño y se haga realidad, y cuando alcances esa realidad va a ser tu felicidad; pero no será solo tu felicidad; será también tu orgullo de haber alcanzado el sueño por el cual has luchado mucho por alcanzarlo y también será la creencia de que todo pude ser solo tienes que poner lo que ponen todos aquellos que nacieron para vencer y que es fuerza, valor, coraje, determinación, en fin; todo aquello que ponen los que han nacido para vencer principalmente creencia de que puede ser y si te sierran las puertas en la cara no desistas o solo serás un fracasado a pesar de haber intentado; persiste en hacer realidad tu sueño hasta lograrlo, pero no lo hagas para mostrarle a los demás que tú puedes; hazlo por ti. Y pasaron muchos años y aquel niño ya era un muchachito; ya tenía dieciséis años, siempre haciendo cosas ligadas al arte; hacía artesanías, cometas artesanales y exponía su trabajo para vender en ferias artesanales, y aunque se estaba yendo para otras ramas del arte nunca olvidaba su gran sueño que era ser un artista de la literatura. Y un día tuvo un accidente que afectó aún más lección en su cerebro; y estuvo muy grave y hasta estuvo en estado de coma; parecía que ya se iba a morir, pero parece que el destino ya está marcado y la vida no se debe terminar e irnos para el cielo hasta que no hagamos lo que venimos a hacer acá en la tierra. Y aunque Gustavo nunca se recuperó de su lección en el cerebro; al contrario afectó aún más aquella lección que sumado a aquel parálisis cerebral que él padecía afectó aún más su coordinación motora y sus movimientos, pero aún había vida y un sueño por cumplir. Y nunca olvidaba las palabras de aquel mendigo que la gente decía que estaba loco que decían que todo sueño puede ser posible que se convierta en realidad y deje de ser solo un sueño y que para eso solo tiene que luchar por ese sueño poniendo garra, valor y todas esas cosas que ponen todos aquellos que nacieron para vencer; pero lo principal era determinación y creer que puede llegar a serlo. Y Gustavo ya tenía veintiocho años y sentía que algo faltaba; y ese algo que faltaba no era cualquier cosa; era el sueño de su vida que era ser un gran poeta. Pero Gustavo había perdido la memoria debido a aquel accidente que tuvo, y así pasaron nueve años más y él ya tenía treintisiete años, y sucedió como un milagro; aquel que ya era un hombre recupero su memoria y recordó todas aquellas palabras que un día cuando aún era un niño le dijo aquel hombre que era un mendigo y que toda la gente decía que era mal de la cabeza y hasta loco. Y en la ciudad de Rivera en el interior de Uruguay que cuya ciudad hace frontera con la ciudad de Santana do Livramento en Brasil adonde Gustavo siendo aún un niño se fue a vivir con su familia, y allí empezó su carrera artística en un programa radial aunque aún amater pero era el arte que desde niño soñaba que fuera su realidad; ser un poeta. Y al oír sus poesías en el radio aquel que ya era un hombre sentía una gran emoción y orgullo de que exponieran sus poesías para todos los oyentes oír. Y ya siendo un hombre volvió a su ciudad natal; Montevideo; capital del Uruguay, y cuando iba en su viaje de regreso pensaba; yo tengo que hacer que mi vida sea diferente y el trabajo que hago no va a ser solo amater y sí profesional, y alguien me va ayudar. Y ese alguien que lo ayudó fue Dios, y a veces no nos damos cuenta de que sea Dios porque Dios no baja del cielo para ayudarnos, él usa a las demás personas como intermediario para llegar a ti. Y en la vida de Gustavo un Día cuando él aún era un niño Dios había mandado un ángel disfrazado de mendigo para ayudarlo con palabras; pero aquellas palabras fueron muy importante y determinante en la vida de quién ya era un hombre, tan determinante que Gustavo siempre en aquellas palabras y su sueño aunque habían pasado los años. Pero la casa donde vivían Gustavo y su familia era de un pariente de ellos; y este pariente se enfermó y aquel hombre tuvo que dejar nuevamente su sueño de lado porque a pesar de haberse mudado de ciudad seguía escribiendo sus poesías y las enviaba como cartas al programa radial adonde había empezado su carrera artística. Y tuvo que empezar a trabajar para así ayudar a su familia, empezó a trabajar como vendedor y vendía CD de músicas y películas, y era coincidente y al mismo tiempo sorprendente como él no se separaba del arte ni el arte de él porque las músicas y las películas son parte del arte aunque no era su propia arte, pero era un vendedor no en un lugar establecido él caminaba cuadras tras cuadras porque el ser un artista no era el único sueño de Gustavo él quería comprar una regalarle una casa a su madre para vivir con sus hermanos, y cuando quieres mucho una cosa a punto de transformarse en un sueño debes luchar mucho por él e intentar convertirlo en realidad, nadie te da nada; puede que te ayuden pero tú debes ayudarte también, si tú quieres algo debes ir e intentar agarrarlo. Y aquel hombre caminaba cuadras tras cuadras aunque ya había perdido parte de sus movimientos, pero aún existía vida y un querer; el realizar aquel sueño, y lo llamaban el vendedor de sueños, y así con sus movimientos desminuidos y con la ayuda de un andador Gustavo andaba cuadras tras cuadras; y aunque aquel hombre caminaba cuatro o cinco cuadras a lo sumo y se cansaba porque no nos podemos olvidar que él tenía una enfermedad de nacimiento que se llamaba parálisis cerebral y esa enfermedad afectaba sus músculos y le producía cansancio aún si el esfuerzo no era mayor. Pero aún así con cansancio y movimientos desminuidos Gustavo se esforzaba y caminaba mucho más de lo que realmente podía, y cuando ya no podía más y se sentía cansado le venían al pensamiento las palabras de aquel supuesto mendigo que decían que para alcanzar un sueño había que poner fuerza, coraje, determinación y todo aquellos que ponen los que nacieron para vencer, y aquellas palabras le servía como estímulo; y eran como una inyección de ánimo y se levantaba y seguía adelante, hasta que así logró juntar el dinero y comprarle una casa a su madre. Después de haber cumplido aquella que todo el mundo catalogaba como una hazaña Gustavo se anotó para estudiar en una institución para lisiados y allí empezó nuevamente a estudiar y escribir poesías, y pasó mucho tiempo en esa institución para mostrarles que él podía ser un poeta hasta que los convenció de eso. Pero no existe victoria sin un esfuerzo previo, y adonde vivía Gustavo con su madre y sus hermanos era un lugar muy pobre ya que vendiendo CD nunca podría comprar una casa en un barrio bueno y con gente de poder adquisitivo importante, y el chofer de la camioneta que trasladaba a los alumnos de aquella institución no quería ir hasta la casa donde vivía Gustavo porque decía que se podía romper la camioneta ya que para llegar hasta la casa donde vivía aquel hombre tenía que transitar por un camino muy feo en el cual habían muchos pozos y piedras y aparte temía también por la integridad física del resto de los alumnos ya que entre tantos pozos y piedras se podía provocar un accidente volcando la camioneta comprometiendo el bienestar de todos los que utilizaban aquella camioneta, y Gustavo iba hasta donde pasaba la camioneta entre las piedras, pozos y cuando llovía por medio del barro, pero todo aquel esfuerzo no fue en vano, y pasaron tres años hasta que al fin logró alcanzar su sueño y ser un poeta profesional; sí de aquella institución para lisiados adonde iba Gustavo editaron libros con sus poemas y sus historias y cuando recibió la plata por sus libros fue a ver aquel que supuestamente era un mendigo y no lo encontraba; y preguntó por aquel que supuestamente era un mendigo; incluso preguntó a los vecinos del barrio aquel y estos le dijeron que nunca hubo un mendigo por allí por aquel barrio, dicen que aquel mendigo solo era un miraje, es más otros decían que aquel supuesto mendigo era un ángel que solo Gustavo veía y que Dios había mandado para con palabras de estímulo ayudar al hombre aquel, y así fue. Esta no es solamente una historia de ficción y nada más; es la mezcla de ficción y la realidad de un hombre que desde niño tenía el sueño de ser una estrella del arte y fue creciendo y no pudo ser un jugador de futbol como quería, pero la vida le ha dado una nueva oportunidad y logró lo que quería no en el futbol, pero en la literatura y arte de su país logrando ser reconocido. El pequeño guerrero Había un niño sentado en una piedra del camino; y estaba llorando; lloraba mucho, y un hombre que iba pasando por allí por el camino lo vio y le preguntó porque lloraba tanto así, y el niño le contestó que lloraba porque quería aprender a escribir y a leer una carta de su abuelo que le había mandado desde España y no tenía a nadie que lo ayudara a leer aquella carta. Y aquel hombre le dijo: te daré un consejo; no llores más amiguito; el llanto no te ayudará en nada y solo hará que se angustie aún más tu alma y no va a ayudarte a que soluciones tu problema; tu problema solo se solucionará si secas tus lágrimas y dejas de llorar e intentas alcanzar lo que quieres tú; pero tienes que luchar hasta el final; hasta que no hayan más fuerzas; hasta lograr alcanzar lo que quieres, y el niño siguió el consejo del hombre aquel a quién había encontrado en el camino y que lo llamaban “el hombre del sendero”. Y el niño secó sus lágrimas y fue la lucha para lograr transformar su sueño en realidad y hacer de aquella ilusión que el tenía que era aprender a leer y escribir, y golpeo en la puerta de la casa de un maestro pero el niño aquel era muy pobre y no tenía dinero como para pagar las enseñanzas de aquel maestro y aquel maestro le dijo que no podía enseñarlo a leer y a escribir porque él cobraba por aquellas enseñanzas que el daba y él no tenía dinero para pagarle por sus servicios, y el niño empezó a sentirse triste e iba a comenzar a llorar nuevamente y recordó las palabras del hombre del sendero; las que decían que el llanto de él no lo iba a ayudar a solucionar su problema al contrario; que su sueño solo se concretaría en realidad si él intentaba alcanzar luchando por concretar su sueño y convertirlo en realidad; pero que tenía que luchar hasta el final; hasta lograr lo que él quería. Y encontró a otro hombre en el camino leyendo una revista; y el niño le pidió que lo enseñara a leer como él lo estaba haciendo y que así posteriormente iba a aprender a escribir pero este hombre tampoco quiso ayudarlo y el niño volvió a quedar triste; pero ya no le vino ganas de llorar y sí le vino esa rebeldía, ese coraje, el niño ya había aprendido y busco adentro suyo esa fuerza que viene desde adentro y que solo tienen los guerreros y también recordó nuevamente las palabras de aquel hombre que lo aconsejó en el camino y que lo llamaban “el hombre del sendero” recordó las palabras de aquel hombre que decían “no llores más porque el llanto solo llevará a provocar tu desámino y hará que se angustie aún más tu alma y eso no va hacer que se solucione tu problema; tu problema solo se solucionará si dejas de llorar y vas a la lucha por alcanzar lo que quieres tú; pero tienes que luchar hasta el final; que todo es muy posible que puedas alcanzar lo que quieres alcanzar porque no hay peor derrotado que aquel que por cobardía no lucha para poder alcanzar su sueño; y que no hay victoria sin una lucha previa antes, así que ve y lucha por lo que quieres tú. Y con los consejos del hombre aquel el niño estaba aprendiendo a ser un pequeño guerrero y a tener el misterio de los grandes que es una fuerza extraña y que viene desde adentro y que aquel niño llevaba en el alma y que es una mezcla de valor, coraje y grandeza y que solo tienen los guerreros del bien; y demuestran tesón, rebeldía y algo que solo tienen las personas grandes de espíritu. Y aquel niño siguió caminando y encontró a otro niño, y este sí sabía leer y escribir; y como cosa marcada por el destino que son cosas escrita por Dios, y aquel otro niño le ofreció al que no sabía leer ni escribir para enseñarle a leer y a escribir al pequeño guerrero porque Dios usa a las personas para llegar a otras, y fue bendición de Dios que mandó aquel otro niño que sabía leer y escribir para llegar hasta aquel otro niño que estaba llorando en el camino y que no sabía leer ni escribir; y no solo uso al niño que sabía leer y escribir; sino que también uso a aquel hombre que lo llamaban “el hombre del sendero” quién inculcó en el pensamiento de que él era un pequeño guerrero y que como todos los guerreros él también tenía ese valor, ese coraje, esa grandeza; en fin esas cosas que solo tienen los grandes de espíritu. Y así como Dios uso al hombre del sendero también me está usando a mí para que por medio de mis escrituras poder llegar a ti y poder decirte que tú también puedes ser como el pequeño guerrero; solo tienes que intentarlo. Esta historia fue hecha solo para mostrarte que así como el pequeño guerrero tú también puedes alcanzar lo que deseas, tú también puedes convertirte en un pequeño guerrero. Recuerda que aquel niño sufrió discriminación por su pobreza y falta de dinero pero siguió por el camino esperando un día poder contar con la suerte, talvez la vida sea como aquel camino del pequeño guerrero y la suerte que dicen estas escrituras sean mandadas por Dios y un día Dios al ver tu esfuerzo te manda sus bendiciones; pero si te esfuerzas y no esperes todo por Dios y su ayuda pues la vida es tuya y tu decides que rumbo le quieres dar, si vas atrás de lo que quieres tú e intentas alcanzarlo es muy posible que suceda y deje de ser tu sueño y pasará a ser tu realidad. Inténtalo tú también Esta historia habla de un niño de apenas diez años que se llamaba Mariano y vivía en la ciudad de Wadalajara de México, aquel niño era muy pobre y tocaba un instrumento musical; una guitarra y cantaba hermosas melodías en las plazas y en las esquinas de la ciudad de Wadalajara para así tener dinero para poder comer, y cuando terminaba aquel número artístico que él hacía las personas que pasaban en aquella esquina adonde estaba aquel niño tocando y que paraban para oírlo cantar le daban una moneda. Aquel instrumento estaba en mal estado, pero era lo único que tenía, y así tocando aquel instrumento que arreglaba de noche para tocar de día se ganaba la vida. En otras esquinas habían otros niños que también se ganaban la vida haciendo distintas actividades; unos lavaban los vidrios de los automóviles, otros haciendo malabares; en fin hacían muchas cosas para así ganar dinero para poder vivir. Pero el protagonista de esta historia es Mariano; aquel niño de apenas diez años a quién las autoridades ya no le permitían ganarse dinero así de la manera que él lo hacía; decían que con aquel acto que él hacía solo molestaba a la gente pidiéndoles dinero. Y aquel niño ya tenía trece años, y consiguió trabajo en un restaurante adonde lavaba platos y vasos, pero siempre cantando para sus compañeros de trabajo y para sí, decía que cantar era lo que más le gustaba en el mundo. Y uno de sus compañeros de trabajo que se llamaba Matías era sobrino de un contratista y productor musical quién precisaba de alguien que supiera cantar para que fuera el vocalista de una banda, y el amigo de Mariano le contó que tenía un compañero de trabajo que le gustaba mucho cantar y que lo hacía muy bien pero aquel señor le dijo a Matías que no bastaba que le gustara cantar y sí tenía que saber hacerlo; también le dijo que no era lo mismo cantar entre sus compañeros que cantar profesionalmente . Y Mariano ya tenía quince años y su patrón; el dueño de aquel restaurante le dio la confianza y la responsabilidad de servir las mesas de los clientes; y ya el sueldo era mayor. Pero faltaba algo en la vida de Mariano; porque la vida no es solo dinero ni ganancias existe también sentimientos y sueños, y el sueño de Mariano era ser un cantor; no era por el dinero que ganan los cantores era porque los artistas tienen algo inexplicable adentro del alma que puede resumirse en querer, en ganas, en llegar al alma de otros con lo que se sabe hacer etc. y lo que Mariano sabía hacer era música y letras de canciones que identificaban a las personas; talvez sea por eso el motivo del éxito de las músicas de Mariano. Y pasaron dos años pero Mariano seguía siendo empleado de aquel restaurante pero siempre con aquel sueño que lo ilusionaba de un día ser un cantor, y seguía cantando y haciendo letras de músicas las que cantaba entre sus amigos y estos amigos lo aplaudían, y esas cosas parecen simples pero el aplauso del público para todo artista es muy grande, (y digo solo que es muy grande porque eso no se explica con palabras hay cosas no se explican; solo se sienten). Y Mariano ya tenía diecisiete años pero siempre con un sueño; el sueño de ser un cantor. Pero males un día se van y no se porque pero a veces parece que sale el sol y la suerte nos sonríe, y casualidades pasan y el tío de Matías fue a almorzar al restaurante donde trabajaba Mariano pero no fue atendido por Mariano y sí por uno de sus compañeros, y a este hombre el tío de Matías se le cayó una copa de vino sobre su pantalón y pidió permiso para ir hasta la cocina para limpiarse; y llegando a la misma vio a un muchacho cantando una canción y se acercó a mirar porque aquel muchacho; Mariano no se bien lo que era pero tenía algo que encantaba, y al terminar la canción todo el resto de sus compañeros lo aplaudían y el señor aquel al ver que todos aplaudían él también aplaudió; pero no aplaudió solo porque los demás aplaudían y sí porque le había gustado la manera que cantaba , y habló con Mariano y le dijo que él buscaba a alguien que supiera cantar para ser el vocalista de una banda musical, y le dijo que le había gustado mucho la manera que él cantaba, y que él era contratista y productor musical y que le gustaría contar con él para ser el cantor de aquella banda y que si Mariano estaba interesado que lo buscara en su escritorio para firmar un contrato. Y aquel muchacho no podía creer que su sueño se estaba cumpliendo, y fue y buscó a aquel señor para firmar el contrato, pero aquel contrato era para ser cantor de aquella banda por solo seis meces; pero aquel señor le explicó que habían otras personas que también eran dirigentes de aquella banda y que si esas otras personas después de haber pasado aquellos seis meces estaban satisfecho con la manera que él cantaba y estaban de acuerdo de renovar el contrato por haber logrado el éxito deseado él firmaría un nuevo contrato y que en esa ocasión sería por un tiempo mayor que seis meces, y aquel muchacho estaba de acuerdo con lo que aquel señor le había propuesto y firmó el contrato. Mariano al fin era un cantor, y aquella banda parecía que no tenía techo porque el éxito cada vez era más grande. Pero hay alguien que nos prueba si somos grandes de verdad o si solo parecemos fuertes porque las cosas nos va bien, y Dios lo probó a Mariano para ver si realmente estaba ante un grande de espíritu o solo era el reflejo de un guerrero e hizo con que la banda se fundiera por culpa de sus dirigentes que retiraban más dinero de lo que realmente podían retirar, y los muchachos de aquella banda volvieron a sus antiguos trabajos y aquella historia de la banda parecía un sueño que había terminado. Y cuando Mariano también quiso volver a su antiguo trabajo en el restaurante habló con su antiguo patrón y este le dijo que lamentaba mucho porque cuando él; Mariano trabajaba en su restaurante era muy buen funcionario y muy querido por todos sus compañeros pero que al él irse contrató a otra persona y que no lo podía despedir porque tenía familia y la familia de ese nuevo funcionario dependía de ese empleo para vivir. Pero Mariano también precisaba vivir y volvió a hacer lo que hacía cuando era niño; a tocar una guitarra y cantar en las esquinas de las calles de la ciudad de Wadalajara (México) y lo hacía con la alegría que lo hacía antes, no con los artefactos de última generación como lo hacía en la banda, ya no frecuentaba escenarios ni estudios de grabaciones, pero trataba de no caer en la tristeza y si cantaba y con alegría porque decía que en eso consistía el éxito de sus canciones, y en las plazas y esquinas de Wadalajara se reunía multitudes para oírlo cantar y le dejaban dinero cada una de las personas que se detenían para ver aquel número artístico que hacía aquel muchacho, y ese dinero Mariano lo usaba para poder vivir. Y así pasaron dos años, y aquel muchacho ya tenía diecinueve años; pero siempre con la perseverancia y aquel antiguo sueño de un día volver a ser un cantor profesional. Pero la prueba de Dios par ver quién era realmente aquel muchacho estaba pasando y fue algo raro como todos los milagros que después de la lluvia viene la abonanza y parece que nuevamente sale el sol. El tío de Matías; aquel señor que era contratista y productor musical también lucho para tener su banda nuevamente; y durante esos dos años sin la banda fue juntando dinero para comprar los instrumentos musicales y así fue que pudo nuevamente armar la banda aunque ya no estaban todos aquellos muchachos; los instrumentistas que formaban aquella banda ni los dirigentes aquellos quienes hicieron fundirse la banda y de esta vez el dueño de la banda era solo el tío de Matías, ha el vocalista de aquella banda musical sí era el mismo que era cuando habían armado la banda la vez anterior y que se fundió. Pero el destino es escrito por Dios; y nadie detiene a quién nació para vencer, y aquel muchacho era grande de espíritu. Y juntaban multitudes; pero está vez rodeando escenarios en grandes teatros, la fama y el éxito nuevamente habían llegado y esta vez para quedarse. Y aquel niño que cantaba en las esquinas y plazas de Wadalajara hoy es un cantor profesional de una banda musical de México. Y así como aquel niño de diez años tu también puedes alcanzar tu sueño; pero no basta solo con intentarlo; tienes que volver a intentarlo y insistir si las cosas te salen mal para así poder llegar a la meta, después si llegarás o no Dios dirá; porque es él quién escribe y hace que se cumpla lo que está escrito en el destino; pero va a ser solo si está escrito y si tú pules y haces brillar tu estrella. Esta historia no quisiera que la veas como una historia más y sí como un ejemplo de un pequeño que creció desde adentro y creyó y lucho contra las adversidades de ser pobre y de que habían gente que lo miraban con discriminación y decían que era un marginal que se crió en las calles de Wadalajara, de haber bajado después de alcanzar el sueño, pero tuvo la grandeza de los que son grandes de espíritu. Se que cuesta alcanzar un sueño pero con insistencia, perseverancia, coraje, determinación y todas esas cosas tienen los que son grandes de espíritu todo puedes alcanzar solo basta con instarlo y creer en ti y así como aquel niño tú también con la ayuda de Dios y si tú te ayudas también porque si lo intentas es muy posible que sea verdad por eso ve y hazlo como el título de esta historia Inténtalo tú también. Tú puedes también Luana era una muchacha pobre del interior del Pakiganistan; precisamente de un pueblo de la ciudad de Kabul, y desde los once años que fue la edad que tenía cuando murieron sus padres vivía en un hogar para niños huérfanos y que vivían en la calles. Y allí en aquel hogar que se llamaba Renacer se consiguió muchos amiguitos de aquel mismo hogar y entre esos amiguitos estaba una niña de nueve años de edad a quién sus padres la habían dejado allí en aquel hogar porque eran muy pobres y no tenían como mantenerla, aquella pequeña se llamaba Jazmín, y cuando fue a vivir en el hogar para niños de la calle tenía varias enfermedades pero la más grave era desnutrición pero de a poco fueron sanando sus enfermedades entre las mismas empleadas voluntarias las que vivían en aquel mismo hogar. Y entre aquellas dos niñas; Jazmín y Luana se peleaban mucho al principio; pero pasaron unos quince o veinte días y ya empezaron a mirarse como amigas. Y llegó la navidad, pero aquel hogar era pobre; tanto era así que a veces no tenían para comer porque ese país de manera contradictoria gastaba sus riquezas en armas poderosas para combatir mientras los más pobres de su pueblo se mueren de hambre. Y un día a uno de aquellos niños del hogar; Santiago de apenas tres añitos de dad le vino una conocida enfermedad (leucemia) es una enfermedad que su tratamiento es medio parecido al cáncer porque también les hacen sesiones de quimioterapia que con ese tratamiento más los medicamentos que eran muy fuertes hacían que a aquel niñito se le cayera su cabello y se sintiera mal debido a que el organismo de aquel pequeñito era muy frágil por su corta edad, pero aquel tratamiento y los medicamentos que tomaba solo daban continuidad a su vida; no la erradicaba, la única manera de que pudieran erradicar la enfermedad era que consiguieran un donante compatible a aquel niño y tenía que ser con el mismo grupo sanguíneo de Santiago y era muy difícil porque el grupo sanguíneo de aquel pequeñito era muy difícil de encontrar pero si tuvieran mucho dinero y pudiera pagar por la medula los donantes que fuera compatible sí aparecían. Pero aún así Santiago resistió tres meces y medio hasta que ya no pudo resistir más y murió. Y todos los niños y empleadas de aquel hogar que se llamaba renacer lloraban mucho por aquel compañerito que habían perdido, y entre las empleadas del hogar comentaban que si hubieran tenido el dinero suficiente como para pagarle a un donante aquel pequeñito no se había muerto, porque la gente en aquel país son así no hacen nada sin interés de algo mostrando su falta de humanidad y de solidaridad. Y ya había pasado una semana de aquel hecho y aquellas niñas; Luana hoy ya una muchacha de quince y su amiga Jazmín aquella niña quién ya tenía trece años y que más que amigas fueron criadas juntas y como hermanas estaban pasando por uno de los pasillos de aquel hogar y escucharon el comentario que habían hecho las voluntarias del hogar, y entre aquellas amigas se juraron que iban a estudiar y se graduarían para así poder profesionalizarse y poder tener un empleo y con el dinero de sus salarios poder ayudar en las carencias de aquel hogar y también con la experiencia que iban a adquirir con sus estudios. Y fue así que aquellas dos niñas comenzaron el liceo en aquel país donde era muy difícil debido a las guerras y los conflictos; pero así mismo terminaron el liceo enfrentando muchas adversidades y discriminaciones por ser pobres; pero aún así con discriminaciones, adversidades y muchas cosas en contra salieron adelante e sus intento de ser profesionales de la medicina y así poder ayudar a los niños de aquel hogar con dinero y con la propia medicina cuando estos niños precisen cuando estén enfermos. Y Luana ya tenía diecinueve años y Jazmín diecisiete años de edad cuando terminaron el liceo con todas las adversidades que encontraron en el camino, pero estaban determinadas a llegar hasta adonde querían, y ya terminado el liceo entraron en la facultad de medicina, y así como en el liceo en la facultad también encontraron muchas dificultades debido a sus carencias financieras por las cuales eran discriminadas, y las condiciones en las que estudiaban eran muy carentes debido a sus falta de dinero, y Luana y Jazmín estudiaban en bibliotecas municipales con libros que les prestaban para estudiar. Pero aquellas dos niñas que fueron un día; hoy ya mujeres estaban determinadas a llegar hasta adonde querían sabiendo en todo momento desde que empezaron en el liceo y también en la facultad que se iban a tener que enfrentar con muchos obstáculos y barreras; pero aún así ellas querían llegar a la meta y derribar los obstáculos, barreras y todas las adversidades que pudieran encontrar en el camino para alcanzar sus sueños y poder ayudar a los chicos del hogar Renacer. Hasta que llegó la fecha de finalización y en una reunión de graduación iban a determinar quién ya estaba apta para ejercer la profesión y quién no, y estaban allí los parientes de todos los otros aspirantes de medicina y estaban también las empleadas voluntarias de aquel hogar donde se criaron Luana y Jazmín; y también estaban algunos de los niños como si fueran una gran familia; todos allí apoyándola y haciéndoles sentir a Luana y a Jazmín que ellas nunca estarán solas y que en las buenas y en las malas ellos siempre estarán con ellas. Y Luana y Jazmín fueron nombradas como las más nuevas incorporaciones que estaban aptas para ejercer la medicina en aquel país o donde ellas lo dispongan. Luana ya tenía veintisiete años y Jazmín veinticinco años de edad, pero ellas no tenían dinero como para poder tener un consultorio y así poder ejercer la profesión. Y un señor de alto nivel social que vivía de los negocios les propuso un negocio a Luana y a Jazmín, que ellas le tenían que dar la mitad de todas las ganancias a aquel señor en cambio el les daba el dinero suficiente para ellas poder hacerse de un consultorio y con todos los utensilios de alta generación; o sea todo moderno. Y aquellas dos mujeres aceptaron la propuesta ya que querían ejercer sus profesiones, y tenían el consultorio en el centro de la ciudad de Kabul en un lugar donde la circulación de gente que transitaba aquel lugar era muy importante, y atendían a muchas personas y ganaban bastante dinero; pero no lo suficiente como para poder mantener y suplantar las carencias de aquel hogar ya que la mitad de sus ganancias iban para aquel señor quién compró el lugar adonde estaba el consultorio y había comprado todos los artefactos que lleva un consultorio. Entonces Luana y Jazmín decidieron alquilar un lugar adonde pudieran poner su propio consultorio; pero era un poco difícil para ellas dos ya que tenían que comprar también las herramientas para poder trabajar. Pero ellas consiguieron un préstamo de un banco muy importante de aquel país; y con el dinero obtenido lograron comprar las herramientas y así poder trabajar. Luego; seis meces más tarde aparte del consultorio fueron llamadas para trabajar en un hospital público. Jazmín era pediatra y Luana nutricionista, y así fueron trabajando cada vez más y logrando más clientes; y consecuentemente fueron logrando ganar más dinero hasta poder comprar un local donde poner su propio consultorio. Y ya no tenían que pagar alquiler y también ya habían terminado de pagar el préstamo con cuyo dinero compraron las herramientas para poder trabajar o sea el dinero que ganaban era solo ganancia, y así sí podían ayudar y suplir las carencias de aquel hogar que era el motivo por el cual emprendieron en la carrera de la medicina. Y con los años aquellas dos mujeres fueron adquiriendo cada vez más conocimientos y experiencia en aquella profesión, tanto fue así que Luana y Jazmín eran llamadas para charlas, conferencias y reuniones internacionales. Y aquellas dos niñas pobres que salieron de un hogar para niños huérfanos y que vivían en las calles las cuales eran muy pobres ya tenían mucho dinero, pero lo más importante era que ellas tenían un sueño; una meta, la cual enfrentaron muchas cosas para poder alcanzarla, pero con empeño, entrega y perseverancia lograron alcanzar. Y mientras tanto en el hogar Renacer pasaba un caso similar al que había pasado con aquel pequeñito que se llamaba Santiago y que solo tenía tres añitos, una pequeñita que se llamaba Luzmila de cinco años de edad le vino una enfermedad en los huesos debido a la desnutrición y ya no podía caminar, pero de esta vez iba a ser diferente porque Luana y Jazmín sí la podía ayudar y no dejarla morir porque de esta vez tenían el dinero para comprarle los medicamentos y pagarle un buen tratamiento y así poder salvar a la niña y también le compraron una silla de ruedas ya la niña no podía caminar, hasta que pagándole un buen tratamiento, medicamentos y también con sus servicios de Luana y Jazmín pudieron recuperar a aquella pequeñita. Y llegó la navidad y aquellas mujeres que un día fueron internas de aquel hogar compraron los alimentos como para una cena de navidad y también juguetes para los niños de aquel hogar. Con esta historia quise mostrarte que como Luana y Jazmín tenían un sueño tú también capas que lo tengas y si quieres alcanzarlo, tú también debes luchar para alcanzar lo que quieres porque cuando quieres de verdad algo tienes que ir e intentar agarrarlo luchando pero con perseverancia y determinación hasta alcanzar tu meta y quise hacerte ver también que nada cae del cielo y que tú también puedes alcanzarlo solo inténtalo y verás si es posible o no. El bailarín de California El era un muchacho que se llamaba Emiliano que tenía dieciséis años y un sueño; era ser bailarín. Emiliano era uno de los tres hijos de una familia de clase media, su papá era un estanciero del interior de la ciudad de California (Estados Unidos) y su mamá era maestra de aquel mismo pueblito de la ciudad de California, y aquel señor; el papá de aquel muchacho; Emiliano era un señor conservador de sus costumbres y lleno de preconceptos, pero no solo eso; aquel señor era arrogante y autoritario y decía que habían cosas que eran hechas solo por las mujeres u homosexuales como ser bailarín, chef de cocina, peluquero, en fin; todas esas profesiones que antes solo las practicaban las mujeres. Y aquel señor de costumbres antiguas que también le imponía sus ideas y sus deseos en la vida de sus hijos como si estos no tuvieran sus vidas propias ni sus propias voluntades, decidía por ellos la carrera profesional las cuales deberían seguir. Y a su hijo mayor Jorge; al hermano de Emiliano le dijo que tenía que estudiar ingeniería y ya lo ayudara en la estancia que él tenía y que futuramente iba a ser suya y de sus hermanos. Y a Julio el otro hermano de Emiliano le dijo que tenía que estudiar para ser veterinario para así poder cuidar y tratar de su ganado diciéndole lo que le dijo a Jorge; que futuramente aquella estancia y todo aquel ganado iba a ser suya y de sus hermanos, dejando de lado aquel señor los sueños y voluntades de sus hijos y ellos se dejaban manipular por su padre como si no tuvieran sus propias vidas ni el deseo de llegar adonde querían realmente llegar ya que el sueño de Jorge era ser un gran basquetbolista y así junto a ese deporte ser reconocido mundialmente y el sueño de Julio era ser un maestro ya que le gustaba mucho los niños y esa profesión le iba a permitir estar cerca de los niños como él quería, pero por no tener la personalidad suficiente tanto Jorge como Julio dejaron sus sueños de lado para hacer las voluntades de su padre dejando de lado sus propias voluntades. Y aquel señor quiso hacer con Emiliano lo que hizo con sus otros hermanos de hacer prevalecer sus propias voluntades y sus decisiones, pero Emiliano tenía un sueño que era de ser un bailarín reconocido como unas de las estrellas de su país y brillar en festivales de bailes, teatros, concursos internacionales de danzas, en fin; en todos esos lugares adonde brillan los grandes bailarines. Pero su padre quería que fuese agrimensor, pero no se bien lo que era pero aquel muchacho; Emiliano tenía algo que lo diferenciaba de sus otros hermanos y no se dejaba manipular como ellos. Y aquel señor tuvo una conversación con Emiliano y le dijo que quería que su hijo o sea Emiliano fuera agrimensor sin ni siquiera preguntarle si él quería serlo, pero aquel muchacho le dijo que tenía un sueño y era ser bailarín, y el señor aquel como siempre quiso hacer prevalecer sus ideas y sus voluntades, y aquella conversación entre los dos pasó a ser una discusión donde el padre de aquel muchacho levantaba el tono de su vos y también aquel señor arrogante y lleno de impafia con ideas conservadoras; es más tenía pensamientos preconseptuosos y le dijo a Emiliano que eso de ser bailarín eran cosas de afeminados, cosas de los pensamientos de las mujeres, en fin; le dijo muchas cosas y que si seguía con esas ideas de ser bailarín seque se iba a tener que ir de la casa porque él no iba a compartir el mismo techo con un afeminado, olvidando que si en verdad fuera un afeminado como él decía igual era su hijo. Y Emiliano salió corriendo de la casa y se detuvo en un camino debajo de un árbol y allí se sentó en el suelo y se puso a llorar; lloraba mucho, cuando por el camino aquel pasaba un hombre a caballo llevando una tropa de ganado y al ver aquel muchacho llorando se detuvo, se bajó de su caballo y se sentó al lado de Emiliano y le preguntó que le pasaba porque lloraba tanto así y Emiliano quería desahogarse y le contó a aquel tropero andante; le dijo ven te contaré…yo tengo un sueño y es de ser un gran bailarín pero mi padre quiere imponerme su voluntad y su voluntad es que yo sea agrimensor pero yo se que si sigo sus voluntades y dejo mi sueño yo no seré feliz porque no estaré haciendo lo que yo quiero y yo reconozco mis condiciones y de la manera que soy y se que no sería feliz haciendo las voluntades de otro aunque esa otra persona sea mi padre. Y aquel tropero andante que trabajaba en una estancia al lado de la estancia del papá de Emiliano le dijo yo te contaré una historia…había un muchacho que también tenía un sueño así como tú lo tienes pero no era de ser bailarín; era de ser un gran futbolista, pero su familia quería que él fuera abogado; y al final no fue abogado como quería que fuera su familia ni un futbolista como él quería ser; pero no fue un futbolista no por sus condiciones y sí por cobardía y no luchar por lo que realmente quería que era ser un futbolista y hoy solo es un tropero andante que lleva ganado par arriba y para abajo mandado por señores dueños de estancias, sí aquel muchacho de hace muchos años atrás soy yo y lo que me pasó a mí no quiero que te pase a ti; yo no quiero que tú después te sientas como yo me siento; yo cada ves que pienso en eso me siento triste y solo me queda pensar como podía haber sido, pero hoy tú tienes tiempo sigue tu sueño y no cometas el mismo error que yo cometí un día y por culpa de ese error hoy no ser feliz. Y también le dijo yo no soy un ejemplo para nadie ni tampoco soy un sabio para dar consejos solo no quiero que cometas el mismo error que yo cometí, y tomo las riendas de su caballo montó y se fue. Y aquel muchacho se fue para la estancia de su padre pero siempre con la historia que más parecía un que le había dado aquel tropero andante a quién había encontrado en el camino. Y llegando a su casa su padre le dijo que la conversación no había terminado y siguió discutiendo hasta con agresiones verbales contra su hijo y al otro día fue la misma discusión y así varios días siguientes y Emiliano siempre recordaba las palabras y el consejo que le dio aquel tropero andante en el camino y que decía “no te quedes pensando en lo que podía haber sido ve y lucha por lo que quieres tú solo así vas a ser feliz” y el muchacho aquel al ver que su padre no cambiaba de posición, que cada vez eran más frecuentes las discusiones y aquellas palabras que le había dicho aquel tropero no salía de su mente y optó por irse de la casa de sus padres pero antes de irse quería despedirse de su madre, pero aquel señor no dejó a Emiliano esperar que llegara su madre y así poder despedirse de su madre, y aquel muchacho se fue alejando por el camino con una maleta en la mano y llorando por no poder habido despedirse de su madre, y así llegó hasta la carretera donde estaba pasando un camión y Emiliano le pidió al chofer de aquel camión que lo levara hasta la ciudad y este lo llevó, y conversando con aquel camionero le contó lo que le había pasado y también le dijo que precisaba de un empleo para poder sobrevivir, y parece cosas del destino que es escrito por Dios; aquel camionero le dijo que en una academia de bailes que quedaba en la ciudad precisaban a un empleado pero que era para lavar los pisos y dar asistencia a lo que precise los bailarines de allí de aquella academia de bailes. Y fue así que Emiliano se acercó a aquella academia para pedir trabajo, y el encargado de aquella academia lo contrató para lavar los pisos de la misma y asistir en lo que precisaban sus bailarines, y le dieron también un cuartito en el fondo de aquella academia. Y Emiliano era un muchacho que hacia buena relación con toda la gente y no fue diferente con aquel que era el encargado de la academia; y ya hacía un año que estaba trabajando en aquella academia y Emiliano le pidió permiso a aquel encargado y miraba los profesores como enseñaba a sus alumnos y trabajaba en el día y ensayaba por la noche danza en aquella academia sin tener la orientación de un profesor profesional pero con la idea de la orientación que le daba el profesor a sus alumnos. Y pudo conseguir otro empleo adonde trabajaba memas horas que en la academia y ganaba más pero hizo un acuerdo con el encargado de la academia de danzas; Emiliano seguía viviendo en el cuartito del fondo de la academia y en cambio trabajaba allí sin cobrar nada como sereno y ya cuidaba el local, y con el dinero que ganaba en su nuevo empleo le daba para vivir y también pagaba las clases de aquella academia. Sí aquel muchacho ahora era un alumno más que recibía clases de danza en la academia de danzas de la ciudad de California. Y todo parecía muy perfecto, pero en una de aquellas clases de danza Emiliano resbalo sobre su propio sudor y tuvo un grave accidente y sufrió una lesión en el disco de la columna y quedó en una silla de ruedas; y para volver a caminar debía someterse a una operación; pero esa operación era de alto riesgo porque la operación podía complicarse y no volver a caminar nunca más, pero aparte de eso la operación aquella era muy costosa y aquel muchacho no contaba con tanto dinero así como para pagar aquella operación y pensó en su padre y que él lo podía ayudar pero también pensó que su padre no lo quería como su hijo y hasta le dijo que se fuera de su casa por seguir la carrera que él quería seguir que era ser un bailarín y no hacer sus voluntades. Pero un amigo de Emiliano que también era alumno de aquella academia de danzas descubrió que aquel muchacho; Emiliano era hijo de un señor que tenía mucho dinero ya que era estanciero y dueño de miles de cabezas de ganado y pensó que este señor lo podía ayudar a su hijo ignorando lo que había sucedido entre Emiliano y su padre, y le mandó una carta a aquel señor contándole el estado de su hijo. Y aquel señor no lo quiso ayudar pero igual fue hasta adonde estaba aquel muchacho solo para ver como estaba y para decirle que se alegraba que le aya ido mal y que se olvidara de él porque él no lo iba ayudarlo en aquella y en ninguna otra ocasión. Pero Emiliano tenía amigos y gente que lo quería; y esos amigos que lo querían fueron los que lo ayudaron aunque el esperaba la ayuda de sus amigos esperaba más de su padre y su familia. Y entre todos los amigos de aquel muchacho hicieron una coleta para ayudar a Emiliano y así poder pagarle aquella operación, pero el dinero que juntaron no alcanzaba; pero al otro mes hicieron la coleta nuevamente y así varios meces más y fueron juntando el dinero de todas las coletas y llegaron a la cantidad suficiente y pudieron pagarle la operación a Emiliano. Y así gracias a sus amigos aquel muchacho después de dos meces de recuperación empezó a caminar nuevamente; pero los médicos le dijeron a Emiliano que tenía que esperar un mes más para retomar su vida normal o sea entre las cosas que hacía volver a las clases de danza. Y así fue Emiliano después de tres meces de aquella operación retomó su vida normal y también aquellas clases de danza que para él era lo más prioritario en la vida ya que quería alcanzar el sueño de un día ser un bailarín profesional y ser reconocido en el mundo entero. Y aquel muchacho ya tenía conocimiento de lo que eran las danzas y ser un bailarín ya que antes del accidente ya frecuentaba aquella academia de danzas y hasta había pasado a ser un alumno y pasaron cuatro meces más y llegó el final del curso de aquellas clases de danzas y uno de los que habían aprobado el curso fue Emiliano, y el encargado de la academia que también era amigo de aquel muchacho lo recomendó al ministro de educación y cultura quién también era encargado de bellas artes quién buscaba cantores, poetas y bailarines; y llamaron a Emiliano para una prueba; querían ver si aquel muchacho sabía realmente bailar, y Emiliano dio todo de sí para demostrarles que realmente sabía bailar y así fue aquel muchacho mostró todo su talento, y les mostró y también fue aprobado por el ministro de educación y cultura de aquel país. Y llegó un concurso internacional de danzas y Emiliano fue elegido para representar aquel país, y aquel muchacho fue clasificado como ganador del concurso, era el primero de muchos títulos de danzas que Emiliano le dio a su país, aquel muchacho había alcanzado la fama y llegó hasta adonde quería; a ser un bailarín reconocido por su país. Y pasaron dos años más y Emiliano recibió una carta de su madre diciendo que su padre estaba muy enfermo y que ya los médicos le habían dado un tiempo determinado de vida porque aquel señor precisaba de un órgano para seguir viviendo; pero no podía ser cualquier órgano porque tenía que ser compatible a su organismo, y aquella señora también le escribió a Emiliano que le mandó decir a sus hermanos que su padre estaba muy enfermo pero estos no respondieron. Pero con todo el dinero que aquel muchacho había logrado como un bailarín profesional y reconocido por el mundo entero mismo así no podía salvar a su padre porque no había en el banco de órganos un riñón para vender que era el órgano que aquel señor precisaba para seguir viviendo; o caso de no encontrar aquel órgano la muerte sería inminente en la vida de aquel señor. Y Emiliano al ver que pasaba el tiempo y que su padre se iba a morir tuvo la idea de él mismo mandarse hacer los exámenes para ver si era compatible y así él mismo salvar a su padre dejando de lado los problemas y adversidades que tenía con su padre. Emiliano haciendo aquello no quería mostrar que era mejor que su padre ni que nadie; solo hizo lo que su conciencia decía y que a él le parecía que estaba bien porque se trataba de salvar una vida sea de su familia esa vida o no, y se hizo los exámenes y resultó que Emiliano era compatible a su padre y no dudó en salvarle la vida aunque su padre un día lo había separado de quién él más quería; su familia. Pero aún así Emiliano salvó la vida de su padre dejando de lado el rencor y cualquier sentimiento malo que podía haber quedado entre él y su padre, pero no solo salvó a su padre dándole uno de sus riñones para seguir viviendo sino que también condicionó su vida a vivir todo el resto de su vida con un riñón solo, pero Emiliano era conciente de lo que estaba haciendo y que iba a condicionar su vida para siempre. Después de todo aquel momento que habían pasado Emiliano y su familia aquel señor; el papá de Emiliano lo aceptó como un miembro más de su familia y frecuentar su casa para así poder ver a su madre. Aquel señor arrogante y prepotente tuvo que doblegarse ante la humildad y buenos sentimientos de Emiliano, pero Emiliano no hizo lo que hizo para que su padre lo perdonara y sí porque creyó que debería hacerlo. Y así Emiliano siguió con aquella profesión que siempre fue su sueño la de un día ser un bailarín profesional; pero no solo eso, Emiliano consiguió también convivir nuevamente con su familia como lo hacía antes. Y unas de las veces que Emiliano fue a visitar a su familia fue hasta el camino aquel adonde había encontrado a aquel tropero caballero andante para decirle que había seguido sus consejos y que le había ido bien y que con esfuerzo, dedicación y valentía logró alcanzar su sueño y convertirlo en realidad y que también contó con la ayuda de sus amigos y con la suerte porque en todos los ámbitos de la vida hay que contar con la suerte y la ayuda de Dios. Esta historia de Emiliano también puede ser la tuya solo tienes que creer en ti y poner de tu parte esas cosas que están guardadas dentro de cada persona como ser coraje, esfuerzo, convicción, perseverancia en fin; todas esas cosas que tienen las personas que quieren alcanzar la gloria como Emiliano alcanzó. Aquel muchacho lucho contra la voluntad de su padre, tuvo que renunciar a su familia, sufrió un accidente muy grave que podía hacerlo renunciar de su sueños y contó con la ayuda de sus amigos y estos amigos a seguir creyendo en su sueño que cuando era aún un muchachito tomó la decisión de alcanzar lo que quería y se fue a una ciudad sin saber como le iba a ir pero prefirió pensar que le iba a ir bien; fue optimista y el creer en sí lo ayudó a llegar hasta adonde quería llegar, pero hay una cosa que es cierta y fundamental; hay alguien que señala a las estrellas; capas que sea Dios y nadie detiene a quién nació para vencer, pero depende de ti hacer brillar tu estrella; así como lo hizo Emiliano. Puede ser tu meta Agustín era un muchacho pobre de un pueblito llamado San Carlos del departamento de Maldonado, aquel muchacho tenía catorce años pero desde niño miraba por la vidriera de un restaurante muy famoso que había en el lugar un hombre que estaba contratado para tocar piano para los clientes de aquel restaurante, a aquel niño le fascinaba la música de aquel piano y pensaba como de las manos de una persona podía salir algo tan maravilloso y fascinante como el sonido de las músicas, pero aquel niño como todos los niños tenían la inocencia y esa cosa de pensar que todo es fácil ignorando que para ser un pianista también había que estudiar, y fue corriendo hasta la casa y le dijo a su madre que él quería ser un pianista; y su mamá solo se reía del niño aquel; talvez de la inocencia y de la fantasía de aquel niño porque ella misma ponía trabas y se autodescriminaba por ser pobre y por ese motivo aquel niño no poder alcanzar su sueño y aquella señora también decía y le decía al niño que por ser pobre no podía alcanzar su sueño. Y aquel niño se fue aquel restaurante, para adonde estaba aquel pianista tocando aquel piano y esperó que el hombre; el pianista aquel terminara el espectáculo que daba y se fuera y al pasar aquel hombre; el pianista por la vidriera donde estaba el niño mirando y el niño aquel le preguntó si era como le había dicho su mamá que por ser pobre no podía ser un pianista porque a él le gustaba mucho el sonido de la música como la que hacía aquel pianista, y el hombre aquel le dijo que no; que solo tenía que estudiar y contar con la suerte y así es muy posible que él también pueda llegar a ser un pianista y le contó que él también era tan pobre como él o quizas más pero él estudió mucho y contó con la suerte; pero no fue solo eso puso ganas de llegar adonde quería; que era ser un pianista, perseverancia, fe y creencia de que él podía llegar, y todo lo que él puso aquel niño también tenía que poner, también le dijo que en aquel momento se trataba de la historia de un niño que quiere llegar a ser pianista y no de aquel hombre que ya era un pianista reconocido. Pero aquel niño llegó a los diez años y le vino una enfermedad que tenían que operarlo, la operación aquella fue en la garganta; pero al salir de la operación le vino una serie de complicaciones y fue afectado uno de sus sentidos, la audición; que es uno de los principales sentido que tiene que tener un estudiante de música. Y aquel niño igual seguía con el deseo de un día llegar a ser un pianista, y aunque mucha gente le decía que no se ilusionara porque ya no podía ser un pianista, y entre esa gente estaba su madre, talvez sería para que aquel niño no se ilusionara ni se creara falsas expectativa por algo que nunca iba a llegar, aquella señora también decía que su hijo vivía en un mundo real y la realidad era que aquel niño no podía ser un estudiante de música por su problema de audición; y también decía que le decía aquello a su hijo de que no podía ser un estudiante de música no por mala y sí para que su hijo no cayera en la tristeza y la desilusión por eso ella le quería que aquel niño cayera en la realidad. Y como eran muy pobre aquel niño; Agustín hacía sus propios juegos y siempre hacía un juguete que hacía antes de la operación y que hacía ruidos como si fuera el sonido de una música; ponía piedritas adentro de una lata y la sacudía para escuchar su sonido, pero después ya no podía escuchar por culpa de una mala praxis en aquella operación. Pero aquel niño insistía igual en aquel juego que solo lo hacía sentirse mal por no poder escuchar ya que le impedía escuchar el sonido de la música que para él era lo más lindo del mundo. E iba a aquel restaurante donde estaba aquel pianista y lo miraba tocar aquel piano y a aquel niño se le caían las lágrimas pensando que nunca iba a poder tocar aquel piano como lo hacía aquel pianista, y aquel hombre que tocaba el piano lo veía llorar a través de la vidriera; pero no podía dejar de tocar aquel piano para saber cual era el motivo por cual era que lloraba aquel niño. Y así pasaron cuatro años y aquel niño siempre cumplía el mismo ritual de ir al restaurante para ver aquel pianista a través de una vidriera y siempre salía llorando de la vereda de aquel restaurante por pensar que nunca iba a poder realizar su sueño y eso lo hacía caer moralmente, y esta ves sí aquel pianista pudo hablar con Agustín y le preguntó porque lloraba y aquel que ya era un muchachito le dijo que ya nunca iba poder alcanzar su sueño de ser un pianista y le contó la historia de aquella operación y que todo había salido mal, y aquel señor que tocaba el piano en el restaurante del centro de San Carlos le dijo que no hay nada que detenga las ganas de cumplir un sueño cuando quieres realmente que ese sueño se trasforme en realidad, también le dijo que a pesar de su dificultad y aunque se pongan obstáculos en el camino él también puede alcanzar lo que quiere poniendo ganas, constancia y determinación de llegar hasta ese sueño, y Agustín le dijo que alcanzar aquel sueño y transformarlo en realidad pero aquel muchachito también le dijo que no sabía como luchar porque para volver a escuchar precisaba un audífono de largo alcance para poder escuchar las notas musicales y así poder estudiar música para finalmente ser un pianista re conocido como el lo era, pero que era muy pobre y que el dinero que ganaba su mamá apenas les alcanzaba para comer. Y aquel hombre pudo ver que Agustín de verdad quería ser un estudiante de música y posteriormente ser un pianista, era más que por el dinero que podía ganar como pianista; era por un sueño. Entonces aquel hombre de darse cuenta de eso le dio ideas a aquel muchachito la manera de cómo ganar dinero para así poder comparse aquel audífono que le iba permitir oír y así entrar en una escuela de música, le dijo única manera decente era trabajar. Y nadie quería darle trabajo a Agustín por ser menor, y el hombre aquel lo ayudó contándole la historia de aquel niño quién ya era un muchacho al dueño del restaurante quién también era dueño de una estancia productora de hortalizas, frutas y verduras; y aquel que era el dueño del restaurante y de la estancia le dijo a aquel pianista que llevara a Agustín a hablar con él que él le daba trabajo. Pero claro no podía llevarlo a trabajar en el restaurante porque a menudo iba inspectores del ministerio de trabajo para certificarse de que todos los empleados de aquel restaurante estaban debidamente trabajando regularmente y con todos los documentos debidamente regularizados, pero sí lo podía llevar a trabajar en su estancia porque quedaba afuera de la ciudad y allá no iban a ir la inspección por quedar muy alejado de la ciudad y no lo iban a multar por tener a un menor trabajando, que solo así lo podía ayudar. Y fue así que lo ayudó dándole trabajo a Agustín en aquella estancia y también le dijo que no podía pagarle mucho porque aparte de lo que le pagaba a sus empleados de su estancia les pagaba también el transporte pero que aún así no era muy poco dinero y que juntando el dinero en todo el mes le alcanzaría para comprarse el audífono de largo alcance que él necesitaba. Y fue así que Agustín comenzó a trabajar en aquella estancia, pero el dinero que ganaba no era solo para llegar a comprarse el audífono; era también para ayudar a su madre quién cuando pudo trabajó para criarlo y ahora que ya estaba enferma y más vieja que lo justo sería que él la ayudara también porque de eso se trata el querer; ayudarse mutuamente, y trabajó cuatro meces enfrentando el trabajo rudo del campo, el esfuerzo el cual le provocaba mucho sudor y secaba su propio sudor con sus mismas ropas y también enfrentó muchas adversidades porque no es fácil salir del cobijo de su casa por más que fuera pobre y de un día para el otro cambiar sus costumbres de vida, pero cuando quieres de verdad algo tienes que luchar y convertir la ilusión en realidad. Y así trabajo forzado días tras días para así alcanzar su sueño que era ser un gran pianista, hasta que después de un tiempo y de mucho esfuerzo, adversidades y constancia alcanzó y logro alcanzar el dinero suficiente que necesitaba para comprar sus audífonos. Pero aún así siguió trabajando ocho meces más en la estancia por otros motivos, decía que precisaba aquel trabajo para sustentar a su madre, que aunque cuando aún era un niño le decía que era inútil intentar un esfuerzo por ser pobre y que la gente discrimina solo por no tener dinero pero aunque estaba equivocada solo le decía aquello para que no se lastimara y cayera en la desilusión y también porque en esa estancia había hecho muchos amigos y no los quería dejar, pero unos de los días que viajaba desde la estancia a la ciudad a visitar a su madre y llevarle el dinero para sustentarse todo el mes también fue hasta el restaurante donde estaba aquel hombre tocando el piano a quién ya consideraba su amigo por los consejo que le dio y también por su ayuda; y le contó que seguía trabajando en la estancia y también le explicó los motivos porque aún continuaba allí; y este le dijo no te olvides de tu sueño ni porque empezaste a trabajar allí, también le dijo uno a veces tiene que ser un poco egoísta y pensar en sí; y seguramente tu mamá va a ser muy feliz al ver tu felicidad por haber llegado adonde querías llegar; pero aparte de eso se sentirá orgullosa por ver que su hijo tiene esas cosas que solo tienen las personas que son grandes de espíritu como son los guerreros que tienen esa rebeldía que siempre los llevan a adelante, tienen coraje, luchan con amor para lograr lo que quieren; en fin todas esas cosas que tienen las personas grandes y que yo lo pude ver en tus ojos; solo tienes que hacerlo aflorar y hacer brillar tú mismo tu propia estrella, no lo dejes dormido adentro de ti. Y Agustín se fue para su casa pero pensando en lo que le había dicho su amigo el pianista del restaurante y pensó que las cosas grandes no mueren; duermen, pero que está en él hacerlo despertar, las palabras de aquel hombre lo hicieron reflexionar e ir a la lucha por lo que realmente quería y era su sueño; ser un pianista reconocido, y se fue a la ciudad de Maldonado y fue a una escuela de música para inscribirse y ser un alumno más de aquella escuela. Y allí lo inscribieron, pero no fue solo uno más de aquellos alumnos y sí fue el mejor porque aquel audífono de largo alcance que él tenía hacía que lo ayudara a escuchar hasta mejor las notas musicales y los acordes de las melodías que sumado a el empeño, la dedicación y las ganas de querer llegar a su sueño eso lo hacían ser el mejor. Y terminó el curso de iniciación musical antes que los otros alumnos, y uno de los otros alumnos no se si era celos o envidia de Agustín y trataba de sacar de adelante aquel que él consideraba como un obstáculo en su camino, pero nadie detiene a quién nació para vencer; y Agustín era un muchacho que nació para vencer y allí por su propia voluntad y medios y porque quería alcanzar su tan anhelado sueño que un día por un error lo dejó dormirse pero lo despertó porque las propias voluntades siempre pasan por uno y está en cada uno de nosotros hacerlas aflorar, y Agustín contó con los consejos del pianista, con la ayuda del dueño del restaurante quién le dio empleo en su estancia; pero todo pasó por él; por la voluntad del propio Agustín, y aquel otro alumno no que otro en meces lograra lo que él que hacía años que estaba allí en aquella escuela y no había conseguido lograr, pero aquel muchacho; Agustín tenía estrella, ángel o como quieran llamarlo; yo prefiero decir que tenía luz propia; un poder muy grande en sus creencias, en sus convicciones y una fuerza que salía desde su el alma, desde su propio espíritu. Y desde aquella escuela de música por ser el mejor alumno fue derivado a la universidad de la música y de las bellas artes, sí Agustín había logrado lo que siempre quiso; ser un pianista de fama internacional, y mucha gente se sintió enorgullecida de él; su madre, el pianista del restaurante y el dueño de la estancia adonde trabajó para comprarse los audífonos que era fundamental para ser el pianista que fue, pero estaban más orgullosos por él haber buscado tanto al pianista que le dio como al que le dio empleo en la estancia, pero principalmente porque él buscó llegar hasta adonde había llegado. Y todo el pueblo de San Carlos, de Maldonado y hasta del país entero hablaba de aquel que era un niño de siete años, luego diez, llegó a ser un muchachito de catorce años y cuando ya tenía veintiún años cuando fue reconocida aquella arte que él hacía con las manos dándole un sonido suave, dulce y encantador. Esta historia de aquel niño pobre también puede ser la tuya o que sea parecida a aquel niño que era muy pobre y que miraba a un pianista y soñaba un día ser como él y tuvo unos de esos golpe que nos da la vida y pensó q ya no podía alcanzar su sueño pero hubo personas que lo ayudaron y pudo levantarse de nuevo aunque ya no insistía en aquel que era su sueño pero aquellas personas que lo ayudaron a levantarse un día lo ayudaron a retomar su camino; el sueño de ser un pianista y si bien Agustín buscó aquellas personas yo prefiero pensar que fueron enviadas por Dios; porque es así Dios no baja del cielo para ayudarte pero manda a alguien que te ayuda así como si fueran una especie de intermediario de Dios hasta a ti, y esas personas fueron usadas por Dios para ayudar a Agustín a seguir su destino porque nadie a quién nació para vencer. Nacido para vencer Fue una muchacha simples y soñadora con toda la inocencia de quién se fue a vivir desde el interior del país a una ciudad grande. Se llamaba Florencia y tenía veintitrés años, ella vivía en una ciudad del interior del departamento de treinta y tres y se fue a vivir en Montevideo capital del Uruguay. Ella tenía un sueño estudiar y ser modelo de tapa de revistas famosas, pero sabía que en el interior de una ciudad no iba alcanzar la fama deseada y entonces se fue a una gran ciudad como es Montevideo. Era una muchacha hermosa que tenía todos los requisitos para ser una gran modelo y alcanzar la fama como quería. Y al llegar a Montevideo se encontró con una amiga en una oficina adonde contrataban muchachas para ser modelos; y ya la hicieron firmar un contrato y ya le tomaron fotos para un casting, todo parecía muy fácil para ella, pero no era así; los que eran dueños de la oficina solo querían aprovecharse de la belleza, la juventud y del encanto que tiene toda mujer y la engañaron aprovechando la inocencia que trae toda persona cuando llega del interior. Florencia se vino a Montevideo a vivir en la casa de una amiga intentando suerte y como dice la gente “con una mano adelante y otra atrás” si familia que la apoyara si le iba mal como le fue, y sin una casa propia para vivir, solo con un sueño. Y unos de los dueños de aquella oficina era un muchacho joven que se llamaba Christopher que también estaba solo interesado en engañar a Florencia diciéndole que estaba enamorado de ella, y aquella muchacha que traía toda la inocencia de una muchacha del interior creyó en las palabras de aquel muchacho joven y lindo de la capital y también le dijo que aparte de estar enamorado de ella la podía ayudarla a alcanzar la a ser una gran modelo y consecuentemente la fama tan anhelada por ella, y ella creía en todas las palabras que él le decía porque ella si estaba enamorada de él y creía que era sincero en todas las palabras que Christopher le decía; pero no era así; él solo la engañaba, hasta que un día él vino otra muchacha a la agencia de modelos, y a esa otra muchacha que también era linda el muchacho aquel la engañó como aquella otra muchacha que había venido desde el interior, pero como Christopher no estaba enamorado de Florencia le dijo que ya no la quería más, que ella solo fue un pasatiempo y que estaba interesado en otra muchacha; justo cuando ella empezaba a sentir mareos y ansias de vómitos, sí Florencia estaba embarazada y aquel niño que estaba en su vientre era lo único que la alegraba en medio de tanta tristeza y desilusión por haber sido abandonada por Christopher aquel muchacho quién ella adoraba y creía que él la amaba también, pero ella solo se engañó con palabras dulces y bonitas que Christopher usaba para vivir aventuras con todas las muchachas que aparecían en aquella agencia de modelos con la ilusión de un día legar a ser grandes modelos y así alcanzar la fama. Y como Christopher ya había logrado lo que quería que era solo tener una aventura con Florencia y nada más le dijo que ya no había lugar en aquella agencia de modelos para ella dejándola sin empleo no importadose con aquel niño que iba a nacer y que Florencia precisaba de aquel empleo para ir comprándole ropitas y todas las cosas que un niño recién nacido precisa, pero Christopher ni siquiera la conservó en aquel empleo a Florencia cuando más precisaba; es más ni se importó con todo aquello que estaba sucediendo haciéndose el desentendido y haciendo caso omiso de que aquel niño que iba a nacer también era su hijo. Y aquella misma amiga quién la llevó a Florencia a la agencia de modelos le dijo que conocía una clínica clandestina adonde entre tantas cosas también hacían abortos, sí aquella amiga de Florencia le había sugerido no dejar nacer aquel niño e interrumpir aquel embarazo diciéndole que no iba a ser fácil para ella sobrevivir con un hijo, sin trabajo y sin casa en una ciudad lejos de la ciudad del interior adonde vivía su familia. Pero Florencia le dijo que no iba a interrumpir aquel embarazo como ella le había sugerido porque aunque Christopher la había engañado diciéndole que la amaba ella sí lo amo de verdad y por lo tanto aquel niño era fruto del amor que ella sintió un día, también le dijo que sabía que iba a ser difícil para ella como era difícil para toda madre soltera y que era conciente de todas las dificultades que iba a pasar pero que aún así estaba dispuesta a enfrentar aquella situación. Hasta que llegó al tiempo que duran los embarazos, sí llegó a los nueve meces de embarazo y Florencia tuvo aquel que ella decía que era fruto del amor que ella sentía por aquel muchacho de la agencia de modelos, era un niño hermoso al cual le pusieron por nombre Ezequiel, y no se porque pero Florencia pensó que Christopher iría aparecer en aquel hospital para conocer a su hijito pero no fue así. Y con mucha dificultad Florencia y con la ayuda de aquella amiga quién la había ayudado en el pasado cuando vino del interior criaron aquel pequeñito recién nacido. Y aquella muchacha que vivía en la casa de su amiga junto a su hijito al mes y medio de haber nacido aquel pequeñito encontró un trabajo adonde no le pagaban poco pero con ese poco se vestía, vestía a su hijo y ayudaba con algunos gastos en la casa de su amiga. Y ya habían pasado siete años y aquel niño ya estaba un poquito más grande y veía la dificultad de su madre y su amiga para mantener aquella casa y tuvo la idea de trabajar de mandadero; y en cuyos mandados según lo que sobraba los vecinos del lugar les daban algunas monedas, y de un mandado y otros al final del día Ezequiel ganaba otro poquito de dinero el cual le daba a su madre y con ese dinero aquel niño también ayudaba en los gastos de la casa, y aquel niño también tenía algo que le gustaba mucho una cosa; era el futbol, y practicaba dicho deporte en un club del barrio adonde vivían. Y aquel niño dividía el horario entre su trabajo y aquel deporte el cual él adoraba. Pero la amiga de Florencia le vino una enfermedad; y debido a esa enfermedad murió, y los familiares de aquella mujer se apropiaron de la casa donde vivía también Florencia con su hijo y no querían a nadie vivando en aquella casa. Y Florencia se fue a alquilar una casa para vivir con su hijo allí en aquel mismo barrio. Y ya habían pasado cinco años más, aquel niño ya tenía doce años y seguía con aquel deporte el que era su pasión; el futbol. Y ya habían pasado dos años más cuando de un cuadro profesional fueron a ver como jugaban los muchachos de aquel cuadro de barrio adonde vivía Ezequiel, y vieron a Ezequiel y quedaron encantados con su forma de jugar y quisieron prescindir de sus servicios, sí aquel muchacho ya era un jugador de futbol profesional y jugaba en un cuadro grande y aunque todavía no era un jugador de primera división el juraba que llegaría a serlo. Y habían pasado tres años más, Ezequiel ya tenía diecisiete años; y aquel muchacho parecía que tenía algo que no era común; era notable que tenía algo que lo diferenciaba de los demás, tenía luz propia; esa cosa que solo tienen quienes han nacido para vencer. Y aquel muchacho era muy exitoso en lo que hacía, y fue llevado por unos empresarios del futbol a un país de Europa; y allá en ese otro país siguió su éxito y también ganó mucho dinero; y él decía que el dinero que tenía solo era la consecuencia de esfuerzo y su trabajo; pero también decía que lo que hacía lo hacía por placer y no solo por dinero. Pero todo tiene un precio; y el destino le hizo una mala jugada al muchacho aquel, vean lo que pasó_ el muchacho aquel; Ezequiel estaba en un país donde hubo un terremoto y a consecuencia de este terremoto hubieron muchas víctimas mortales; y aquel muchacho fue una víctima más de aquel terremoto en Italia pero no murió sí sufrió varias heridas, y a aquel muchacho le tuvieron que amputar un brazo debido a las heridas recibidas en aquella tragedia. Y aunque por un momento cayó en la tristeza y la desilusión tuvo el valor, esa fuerza que viene desde el alma, coraje, esa cosa que solo tienen los guerreros que parece que tuvieran una estrella que los guían. Y hubo como una fuerza que pensó que había vencido al destino, pero nadie detiene a quién nació para vencer no contaba con que estaba de frente a una persona grande de espíritu, y como grande tuvo esa cosa que no se muy bien como se llama por eso solo escribo que fue fuerza de voluntad; esa grandeza para levantarse y seguir en frente en lo que era su pasión que era el futbol. Y esa cosa que lo diferenciaba de los demás lo ayudó para cubrirse de ánimo y volver a levantarse, y mandó hacerse una prótesis; y aunque le costó un poco acostumbrarse demoró quince días pero se acostumbró a ella y siguió jugando al futbol; siguió con su vida como antes, porque aquel muchacho tenía algo así como una luz que nadie veía pero que lo ayudaba a levantarse como lo hizo y seguir con su vida adelante. Pasó el tiempo y años después sufrió un accidente; estaba pescando con unos amigos y el bote en el cual estaban se dio vuelta y cayeron en el agua del lago donde estaban y allí estaba lleno de pirañas que son peces que comen carne humana que le mordieron los músculos de la pierna y dañaron sus huesos, y tuvieron que amputarle una de sus piernas, pero aquel muchacho tenía mucho valor. Y así tuvo que dejar de jugar al futbol porque sin una de sus piernas era imposible, todavía podía practicar aquel deporte que era su pasión pero profesionalmente ya no. Pero Ezequiel siguió en el profesionalismo del futbol; aquel deporte que él decía que le daba placer y que era su vida aunque ya no como jugador pero sí como director técnico pero en el profesionalismo del futbol al fin, y seguía en aquel deporte que era su pasión y parte de su vida; él seguía haciendo lo que le gustaba y quería hacer, y ya sin un brazo y sin una pierna porque ya no tenía; pero tenía algo que lo diferenciaba de los demás; y lo que lo diferenciaba de los demás era su valor, su coraje, esa fuerza que viene desde adentro de cada uno de nosotros, garra, determinación y creencia en sí para seguir adelante y levantarse cuando las cosas nos van mal y parecemos caer y también tenía algo que siempre debemos tener, el querer que la vida siga adelante. Esta historia fue inventada solo para que veas que como Ezequiel tú también puedes vencer; basta solo creer en ti y que puedes llegar hasta tu sueño y hacer que ese sueño se torne realidad poniendo esa fuerza que viene desde adentro, poniendo coraje y determinación. Se que no es fácil ser un victorioso pero no existe victoria sin antes vencer la lucha. Y para aquel niño llamado Ezequiel hijo de una campesina llamada Florencia nada fue fácil; pero él la luchó para llegar hasta donde llegó, y como él luchó tú también puedes llega hasta adonde quieres solo tienes que intentarlo y saber levantarte cuando caigas para retomar el camino y llegar a tu meta. Una mano y querer ser Apenas cuatro años de edad tenía aquel niño el que es el protagonista de esta historia; vivía en un pueblito del interior de la provincia de Córdoba (Argentina), se llamaba Leonardo y con un don como mandado desde el cielo no se por quién era; si era por Dios, por el santo de nuestra cabeza quién nos guía o de quién; lo cierto es que era evidente a todas las otras personas que aquel niño tenía algo especial que lo diferenciaba de los demás por lo que él hacía. Y aquel niñito se había mudado con sus padres desde aquel pueblito donde vivía a la ciudad de Córdoba. Y aquello que aquel niño hacía era algo artístico; sí Leonardo era diseñista desde los cuatro años que tenía cuando empezó a ir a la escuela, y aunque no con mucha claridad en sus dibujos talvez debido a su corta edad; pero en lo que hacía trasmitía lo quería hacer. Y su padre al ver que aquel niñito tenía talento para ser un pintor y a pedido de él le compró tintas, pinceles, cartulinas en fin; todo lo necesario para que aquel niño pudiera desarrollar aquella arte que le gustaba y quería hacerlo. Y con el transcurrir del tiempo Leonardo se fue perfeccionando en lo que hacía, y ya habían pasado dos años más; aquel niñito ya tenía seis años, y fue ganando experiencia en su arte, y ya con la claridad suficiente para mostrar lo que hacía; y sumado a la bendición que alguien le mandó desde el cielo para transmitir cosas que pasaban de cartulina y de los dibujos que hacía y llegaban hasta el interior de cada persona que miraba sus dibujos y llegaban a sus sentimientos. Y Leonardo ya tenía diez años; ya habían pasado cuatro años más; y ya no solo hacía sus dibujos en la escuela sino también en las esquinas de la ciudad de Córdoba adonde vivía, y más profesionalmente; pintaba sobre lienzos, hacían cuadros con sus pinturas sobre aquellos lienzos y los vendían, cuando llegó hasta donde estaba aquel niño haciendo sus dibujos en una de las esquinas de Córdoba un muchacho de dieciséis años quién era un turista que había venido desde Caracas la capital de Venezuela hasta aquella ciudad de Argentina, y le pidió a Leonardo si lo enseñaba a ser un pintor con el mismo talento que él; pero talento solo es cosa que la manda Dios y artista eres o no eres pero no se hace enseñando a serlo a nadie porque el verdadero artista tiene creatividad y quién no nació para ser artista no la tiene; y el artista puede hasta perfeccionarse con el tiempo; eso las otras personas también lo logran, pero el que nació para ser artista ya nace con el alma de artista. Y hubo un asalto en un comercio que quedaba en la misma esquina donde estaba aquel niño exhibiendo y vendiendo sus pinturas, y hubo una serie de disparos y uno de aquellos disparos impactó en la pierna de Leonardo; y por más que intentaron operarlo para sacarle la bala no alcanzaba con solo operarlo; tuvieron que amputarle la pierna para poder salvar su vida, y así fue; a aquel niño de apenas diez años le amputaron la pierna, y los médicos le dijeron a sus padres que por un periodo de tiempo que era cinco años para que la enfermedad que había causado aquella bala en el organismo de aquel niño y que aún existía no se propagara por todo su cuerpo tenía que cumplir con un tratamiento para erradicar totalmente la enfermedad una de las prohibiciones que consistía en aquel tratamiento era no poder inhalar el olor a tintas o pinturas; o caso contrario y no cumplieran con aquel tratamiento la enfermedad se propagaría por todo su cuerpo y su hijo podía dejar de existir; o sea podría morir. Y a aquel niño lo llevaron para su casa; y con el cuidado de sus padres seguía aquel tratamiento tal cual le habían mandado, y después de un mes y medio y con la ayuda de un par de muletas seguía su vida habitual jugaba, iba a la escuela, hasta que llegó un momento que aquel niño cayó en una tristeza total; y ya no jugaba e iba a la escuela ya no con el ánimo de antes; y no había nada que lo sacara de aquella tristeza porque faltaba algo que era lo principal en la vida de aquel pequeño artista como es el arte en la vida de cada artista porque el arte es la esencia del alma del artista y sin alma no hay vida, y a Leonardo lo iba entristeciendo un poco más cada día; el no poder volver a pintar y a hacer sus dibujos y pinturas como lo hacía antes; es más parecía que la falta de aquella que era su arte poco a poco lo llevaban a su muerte, y sus padres viendo su tristeza y sabiendo cual era el motivo de aquella tristeza lo dejaron volver a pintar porque decían que sabían que la pintura lo podía llevar a la muerte pero la tristeza que sentía aquel niño lo llevaría a la muerte igual. Y ya pintando sus cuadros, haciendo sus dibujos y diseñando sus paisajes; haciendo aquella que era su arte Leonardo parecía otro niño; se veía en su rostro porque en su rostro siempre se le veía una sonrisa después que volvió a realizar aquella que era su arte, y volvió a jugar y a ir a la escuela con el mismo entusiasmo de antes. Pero en la escuela donde él iba lo empezaron a discriminarlo por parte de algunos niños, los padres de estos niños y todos los maestros y directores de aquella escuela; decían que aquella escuela era una escuela para niños normales, no se a que llamaban normales o anormales; a Leonardo solo le faltaba una pierna y eso solo hacía de él una persona con capacidad diferente; si bien los otros niños tenían a favor la capacidad de tener las dos piernas y poder correr o jugar a la pelota, Leonardo también tenía una capacidad; algo a favor que los otros niños no tenían que era desempeñar el arte de la expresión plástica, y aquellos que lo discriminaban ignoraban que el preconcepto y la discriminación es anticuado y antimoral y eso si que no es normal como decían que era Leonardo. Pero igual a Leonardo sus padres lo sacaron de aquella escuela porque decían que no iban a someter a su hijo a malos tratos por quienes lo discriminaban ya que estos lo agredían verbalmente. Y aquel niño ya tenía catorce años; ya era un muchachito y lo pusieron en una escuela para lisiados adonde todos los niños de aquella escuela tenían una dificultad física; pero ninguno se criticaba ni se burlaban de la discapacidad del otro; al contario se apoyaban y se ayudaban entre ellos en lo que era necesario y lo que no podían le pedían ayuda a terceros, era lindo de ver porque entre todos los integrantes de aquella escuela parecían una gran familia. Y pasaron tres años más; sí aquel muchacho; Leonardo ya tenía diecisiete años cuando empezó a sentirse mal y cada ves peor, entonces fue al médico para saber cual era la causa de aquellos malestares y el médico le dijo que podía ser debido a aquella enfermedad causada por aquella bala por la cual había sido atingido en aquel asalto en el cual él fue una de las víctimas afectadas; y le mandó que cumpliera un tratamiento y él no lo había hecho, y Leonardo le dijo que no; que no había cumplido el tratamiento por el periodo de tiempo el cual le fue ordenado; que al principio sí lo había cumplido pero no por cinco años como le fue ordenado, y el médico le ordenó que se hiciera una serie de análisis para confirmar si era o no aquella enfermedad que había vuelto; y al tiempo dado para obtener el resultado de los análisis por los que hacían los análisis Leonardo volvió y se los mostró al médico y escuchó por este lo que él no quería escuchar; sí el médico le dijo que aquella enfermedad había vuelto y que para intentar contenerla aquel muchacho iba a tener que someterse a otra cirugía donde le tenían que amputar la otra pierna para intentar contener la enfermedad o caso contrario en un mes más Leonardo moriría, y Leonardo aceptó que lo operaran y le amputaran la otra pierna, pero para ser operado precisaba tener la firma de sus padres consintiendo la operación ya que Leonardo aún era menor; pero no tubo problemas en obtener la firma de sus padre para ser operado, y lo operaron; y corrió todo bien en aquella operación y le amputaron la otra pierna pero no pudieron erradicar definitivamente aquella enfermedad que sufría Leonardo, y las recomendaciones eran las mismas de la otra vez; que Leonardo precisaba seguir un riguroso tratamiento para erradicar definitivamente la enfermedad, o caso contrario iban a tener que seguir amputándolo hasta amputarle sus cuatro miembros, y unas de las cláusulas y ordenamiento de aquel tratamiento era no poder inhalar tintas. Y a Leonardo le dieron el alta y se fue para su casa, pero de esta vez sus padres no le permitían volver a pintar para no respirar el olor a las tintas y que no tengan que volver a amputarle sus miembros. Pero Leonardo le dijo a sus padres que aquella que era su arte; el ser pintor yo lo valoro más que a todo en la vida, es más; más que a mi propia vida, y si un día no puedo volver a pintar yo prefiero morirme, porque la vida y el ser un pintor hacen solo uno en mi cuerpo; es como mi alma y mi corazón; uno sin el otro no puede vivir y el ser pintor y yo es algo relativo; uno sin el otro no puede vivir, más yo por eso yo les pido eso; es más yo les ruego y les imploro que me dejen volver a pintar. Y sus padres al oír ese pedido se dieron cuenta de que para aquel muchacho el no poder ser pintor era lo mismo que dejar de vivir, y se dieron cuenta también de cuanto era importante; era más que importante era más prioritario que todo aquella arte en la vida de Leonardo, y mismo sin el consentimiento de los médicos sus padres lo dejaron continuar pintando, haciendo y exhibiendo al público aquella arte maravillosa que a la vista y al gusto de la gente era hermoso. Y pasaron cuatro años más y Leonardo empezó nuevamente a sentir malestares y mareos a consecuencia de esta enfermedad que padecía y aunque desconfiaba de cuales eran los motivos de aquellos mareos y malestares fue igual al médico para confirmar el motivo de porque aquellos malestares que sentía, y si quedaba confirmado que aquellos malestares eran a consecuencia de la enfermedad que padecía lo tenían que amputar para dar secuencia a su vida, sabía que tenía que tomar alguna iniciativa aunque sabía que esa iniciativa no era radical pero esa iniciativa daría secuencia a su vida ya que si dejaba proseguir aquellos malestares; estos malestares solo le causaría un mes; a lo máximo dos meces de vida y se moriría y en cambio haciéndose otra operación donde le amputarían otro de sus miembros y duraría cuatro o cinco años más. Y sí, quedó confirmado de que el motivo de aquellos malestares que sentía Leonardo eran a consecuencia de aquella enfermedad que él padecía y tuvieron que amputarle un brazo porque la enfermedad se había propagado y ya se había insertado en su brazo izquierdo, y sus padres sabían cual era el brazo que le iban a amputar y también sabían que era el mismo brazo con el cual Leonardo pintaba pero no le dijeron nada a aquel muchacho por las dudas de que él no quisiera someterse a la operación, y Leonardo tampoco averiguó de cual era el brazo el cual le iban a amputar. Y al salir de la cirugía Leonardo vio que ya no tenía su brazo izquierdo que era con el cual pintaba. Y aquel muchacho el cual ya era un hombre de veintiún años de edad al llegar a su casa intentó pintar con su brazo derecho pero no podía, y intentó varias veces y tampoco lo lograba hacer con la misma claridad que lo hacía antes, y era tan grande la tristeza que Leonardo sentía al ver que ya no podía pintar con la claridad suficiente como hacen los artistas se puso a llorar, y era muy triste para sus padres y para toda la gente ver a aquel hombre llorando. Y llegó la noche y se acostó en su cama y se durmió, y tuvo un sueño; pero no era cualquier sueño; era un sueño que parecía real, y en ese sueño alguien le decía que dejara de llorar y causar lástima y pena a la gente con su historia; porque solo con la lástima y la pena de la gente no solucionaría nada, y sí era posible que volviera a ser quién fue si contaba con la suerte, pero a la suerte hay que ayudarla para que llegue trabajando y luchando poniendo determinación y ganas de llegar adonde quería llegar y él a pesar que le faltaba las piernas y el brazo que era el principal para hacer lo que él hacía que era aquella arte que hacía de él un gran pintor que podía volver a ser aquel gran artista poniendo lo que tienen las personas grandes de alma como él que era ganas y determinación sumado al coraje y esa fuerza que viene desde adentro llamada por algunos fuerza de voluntad, perseverancia y persistencia hasta alcanzar la perfección, pero que solo la tiene quién nació para vencer y él había nacido para vencer; pero quién había nacido para vencer también tenía que hacer por vencer, por lo tanto despierta de este sueño y esfuérzate, da lo máximo de ti para poder alcanzar la gloria que será tu alegría y tu razón de vivir. Y Leonardo despertó de aquel sueño e hizo como la voz de aquel sueño le había dicho, e intentó una ves y no le salió con el brazo derecho los dibujos y pinturas con la claridad suficiente como lo hacía con el brazo izquierdo y que tenía que tener un cuadro pintado por un artista, pero se puso una idea fija en la cabeza; que él no podía fracasar porque había nacido para vencer, e intento nuevamente y varias veces más hasta alcanzar la perfección y ser el mejor nuevamente y ya sin sus piernas y sin un brazo pero con la gran bendición que Dios nos da_ la vida. Y aquel hombre; Leonardo empezó a sentir malestares nuevamente y pensó que era a consecuencia de aquella enfermedad que él padecía, y fue al médico y le contó al médico de sus malestares y todavía le dijo a su médico que si fuera aquella enfermedad de nuevo y tendrían que amputarle su único brazo ya no podría volver a pintar y sería lo mismo que morir porque el pintar; aquella arte era su vida y si ya no podría más pintar entonces ya no existiría más vida. Y el médico le mandó hacerse análisis para saber si realmente era aquella enfermedad o no para saber que hacer rezando él y todos los conocidos de Leonardo para que no sea aquella enfermedad la que si fuese lo dejaría sin ninguno de sus cuatro miembros y le causaría como la muerte al hombre aquel. Y llegó el día que salió el resultado de los análisis y junto a él la buena noticia que no era aquella enfermedad la que hacía que le cortaran los miembros a Leonardo, pero la buena noticia no terminaba ahí, los análisis también revelaron que aquella enfermedad que sufría aquel hombre había sido totalmente erradicada. Esta historia fue creada solo para hacerte ver que no hay nada que detenga tu sueño; ecepto tú mismo o la muerte, pero si existe un sueño en ti; está en ti hacerlo florecer y si hay alma, ganas y vida siempre puedes vencer convirtiendo tus sueños en realidad como lo hizo aquel pequeño niño de cuatro añitos llamado Leonardo quién fue perdiendo partes de su cuerpo con los años, pero no perdió la vida y ni el sueño el cual lo tornó realidad aún pasando por adversidades, discriminación y el acostumbrarse a su lado adverso para no abandonar lo que era su vida; el arte. Y yo; el que subscribió esta historia sabe que como Leonardo; el protagonista de esta historia en tu vida también existe un sueño y solo de ti depende convertirlo en realidad, ve y lucha por convertir tu sueño en realidad; solo tienes que estar convencido que tú puedes hacerlo, y hacerlo. Más que sueños; fue realidad Parecía solo un sueño; una ilusión, pero alguien le dijo a ella que los sueños son más hermoso si los convertimos en realidad, y que todos con adversidades o no podemos luchar por nuestros sueños y transformarlos en realidad solo hay que intentar hacerlo si en verdad queremos alcanzar ese sueño. Ella era una muchacha de dieciséis años de edad que se llamaba Lucía, y que vivía en la ciudad de Caracas capital de Venezuela, y tenía un sueño que era ser cantante y al ver una gran cantante de fama internacional cantando en un concierto de beneficencia para ayudar a cientos de personas que habían sido víctimas de una tragedia que ocurrió en aquel país y ver a toda una multitud aplaudiéndola quiso transformar en realidad aquel sueño que solo parecía una ilusión. Y entre toda la gente que había ido al concierto sorteaban a tres de aquellas personas para subir al escenario y cantar con aquella cantante, y unas de aquellas tres personas sorteadas fue Lucía. Pero solo subieron dos de las personas sorteadas; Lucía no, pero aquella cantante no hizo caso omiso como siempre lo hacía y darla como faltante, fue como algo que ya estaba escrito que aquella noche no era una noche más; era la noche que empezaba a brillar la estrella de Lucía, pero ella no subió al escenario por tener una enfermedad, pero no era que ella no subía al escenario porque tenía vergüenza de aquella enfermedad, era porque tenía mucha dificultad debido a aquella enfermedad ya que estaba en silla de ruedas y tampoco tenía movimiento en las manos como para manejar aquella silla de ruedas. Y la cantante la llamó a Lucía e hizo con que un ayudante de aquel concierto la ayudaran a subir al escenario a aquella muchacha junto con las otras personas y cantó con las tres, y luego hizo a Lucía cantar sola, pero aquella muchacha no tenía habilidad en las manos como para agarrar el micrófono y poder cantar, pero aquella cantante tomó el micrófono y la hizo cantar, y al terminar la canción que había cantado toda la gente que había en aquel show se puso de pie y aplaudía, y Lucía empezó a creer en aquel sueño de un día ser una cantante podía dejar de ser un sueño y transformarse en realidad. Y todos los participante de sorteo para cantar junto a aquella cantante se bajaron del escenario y aquel show si guió como casi una hora más y la cantante no dejaba de pensar en aquella muchacha de la silla de ruedas porque la chica había cantado muy bien, pero no fue solo eso; fue aceptada por el público y eso en el mundo artístico cuenta y mucho, porque en el caso del cantante; él busca traspasar el micrófono y llegar hasta el público, el pintor busca traspasar el lienzo, el poeta al papel, en fin; todo artista busca llegar al público con su arte y aquella cantante vio que Lucía sabía como hacerlo. Entonces aquella cantante quiso llevar a Lucía a cantar con ella, pero no sabía como llamarla ya que no sabía su nombre, pero existe una cosa llamada destino y todo está escrito; y ya estaba escrito en el cielo que la estrella de Lucía tenía que brillar y la cantante llamó a aquella muchacha simplemente como la chica de ruedas que había cantado con ella. Pero aquella cantante solo era una empleada de quiénes la habían contratado, y quiénes la contrataron eran prejuiciosos, discriminatorios y preconceptuosos, y armaron un casting; una especie de concurso entre cinco aspirantes a ser cantante con tres jurados quiénes las evaluaba y supuestamente elegirían a la mejor, y entre los dos primeros jurado a las otras participantes las evaluaron y les dieron como puntuaje a dos de ellas dieciocho puntos, a una diecisiete y a la otra dieciséis, pero a Lucía le dieron veinte de puntuaje. Pero faltaba dar la evaluación y su puntuación el último jurado, y el jurado estaba determinado a hacer perder a Lucía por estar siempre sentada en una silla de ruedas y no tener movimiento en las manos dejando de lado las cosas buenas que tenían aquella chica como su simpatía, su vos y su allegamiento hacia el público; que son cosas fundamentales para ser una cantante, pero solo miraban sus cosas malas olvidando de mirar las cosas buenas que tenía aquella muchacha como era el querer y el luchar por alcanzar su sueño, el coraje, el valor y la senciridad para mostrarse tal cual era, pero el jurado no miró todo eso que Lucía tenía de bueno e hicieron con que la suma de la puntuación de los tres jurados dieran como perdedora a Lucía es decir salió en tercero entre las cinco participantes; pero quién nació para ser grande tiene que ser siempre el primero y el segundo o cuarto lugar no sirve; es lo mismo que ser una perdedora, y el último jurado le dio una puntuación de cinco a Lucía haciendo con que fuera tercera y quién no cantaba tan bien ni tenía carisma para ser cantante la hicieran ganadora. Pero nadie detiene a quién nació para vencer y quién había nacido para vencer era Lucía, y aquella cantante del show en Venezuela se enteró de otro concurso de cantante que había en otro país y la llevó a ese otro certamen de cantores. Y en el concurso en ese otro país los que actuaban como jurado lo hacían como profesionales y juzgaban a los participantes de aquel concurso por sus talentos; y no por algo que fuera más allá de ser un cantante; o sea se focalizaban en que el ganador reúna las condiciones para ser un cantor y nada más que eso sin importarse por condiciones financieras, físicas o cualquier otra condición que no sea cantar, y cantando Lucía era la mejor, y por lo tanto nadie dudó en darla como ganadora de aquel concurso en el cual el premio era gravar un CD en un estudio como los grandes cantores como lo era aquella chica de la silla de ruedas. Pero los dueños y directores de la grabadora en la cual iban a grabar el Compact Disc decían que los artistas; en aquel caso no solo tenían que cantar bien como lo hacía aquella muchacha sino que también tenían que mostrar y vender una buena imagen y Lucía en aquella silla de ruedas no la tenía, y ponían miles de impedimento para no grabar el CD y trasformar en realidad el sueño de la chica de la silla de ruedas, también decían que al no tener movimiento en las manos le iba a impedir agarrar el micrófono para poder cantar; queriendo hacer creer que se olvidaban que existe un tipo de micrófonos que son como con un casco y que no tienen que agarrarlo con las manos para poder cantar, en verdad no vender la imagen y la falta de movimiento en las manos de aquella muchacha que quería ser cantora era solo excusas de gente preconcepuosas y discriminatorias que solo miraban el lado imposibilitado de Lucía dejando de ver las cualidades que tenía aquella chica y que la vida es mejor si buscamos verle el lado bueno de todo. Pero como de todo lo malo también se rescatan cosas buenas; y lo bueno de esta historia es que Lucía desde aquel show de beneficencia que había cantado en público por primera vez y que a la gente le gustó y aplaudían ella empezó a creer en que aquel sueño de ser una cantante que podía ser posible, ni tampoco se olvidó de las palabras que alguien le dijo que fue con tales palabras que empezó a ser escrita esta historia en que alguien le dijo a Lucía que los sueños son más hermosos si los convertimos en realidad y que todos con adversidades o no podemos luchar por nuestros sueños y transformarlos en realidad solo hay que intentar hacerlo si queremos alcanzar ese sueño, son palabras para Lucía no eran solo palabras que las lleva el viento, al contrario ella las usaba como escudo y motivación para seguir en frente con la idea de ser una gran cantante de fama internacional. Pero la suerte está escrita en el destino de cada persona, y al destino hay como que empujarlo a veces para llegar a la meta y alcanzar los sueños, cosa que hacía aquella chica de la silla de ruedas porque adentro de ella había un alma con el espíritu muy grande y los grandes de espíritu nacieron para vencer. Y aquella muchacha escuchando radio se enteró que aquella cantante del show beneficiente de Venezuela había comprado la grabadora donde una vez fue a grabar Lucía y fue discriminada por los dueños de la grabadora por su dificultad, y aquella chica de la silla de ruedas también se enteró que aquella cantante llamaba a nuevos cantores para grabar porque cuanto más cantores para grabar más era el dinero que entraba en la grabadora para poder pagar las cuentas que habían dejado aquellos empresarios los que eran dueños de la grabadora. Y de la grabadora llamaban a antiguos y nuevos cantores para hacer una prueba a ver si en realidad tenían talento para ser cantores y ya grababan un CD y comenzar con la carrera de cantante. Y una de las que se presentó fue Lucía; si la chica de la silla de ruedas, y de esta vez al presentarse como cantora aquella muchacha no tuvo problemas porque aquella cantante ya la conocía a Lucía y sus condiciones y también aquella cantante era otro tipo de persona con buenos sentimiento, que no discriminaba; pero ante todo una buena profesional, y al ver a Lucía sabía que estaba ante una buena cantante que al pasar dos años solo se había perfeccionado en lo que hacía que era cantar, y la cantante la que ya era dueña de la grabadora no dudó en contratar a Lucía como la nueva cantante que había lanzado a la fama aquella cantante de fama internacional quién con los años había dejado de ser cantante para ser productora, y quién había quedado en su lugar fue aquella chica de la silla de ruedas, la que encontró impedimentos por ser menor y no tener permiso para viajar para afuera de su país, y un día surgió un concierto internacional al que los que organizaban ese concierto se contactaron con la grabadora de aquella ex cantante y ella quería que fuera la mejor cantante de aquella grabadora; Lucía pero ella no tenía permiso para viajar afuera del país debido a su corta edad y ser menor; pero tampoco fue un gran impedimento porque a pesar de que Lucía no tenía familia ni un mayor que se hiciera responsable por ella como para darle el permiso reglamentario para poder viajar para y hacer conciertos internacionales aquella ex cantante la adoptó como su hija y poder así darle el permiso necesario para salir afuera de su país, y vinieron otros concierto internacionales y nacionales también. Y fue así que Lucía alcanzó su sueño; el de ser una gran cantante, pero ella decía que no lo hacía solo por dinero; principalmente lo hacía por un gran querer; su querer. Esta fue otra historia de ficción, pero que puede ser realidad porque todas las personas tenemos sueños y podemos hacerlo realidad como lo hizo Lucía creyendo y luchando y tú también puedes convertir en realidad tu sueño poniendo lo que ponen todos los grandes para ser grandes y tú también puedes serlo solo tienes que creer en que tú puedes alcanzarlo poniendo fuerza, coraje, ganas y estar determinado a alcanzar lo que quieres tú.

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