Poesias de Gustavo

Bienvenidos

Bienvenidos esta es una serie de poesías románticas y no románticas, les aseguro que son poesías de altísimo nivel.







Esperanza de amar

¿Quién será ella? seguiré andando;
se que un día voy a encontrar…
a esa persona especial, a la dueña de mi felicidad

no dejaré jamás de soñar con ella
y espero que un día deje de ser solo un sueño…
y que sea mi realidad
y cuando la encuentre le contaré…
de todo lo que sufrí buscando al amor de mi vida;
pero que mi sufrimiento terminó…
porque al fin yo lo encontré;
y que con ella yo ya no sufriré.

Estoy seguro que ella será bella
y que en sus ojitos…
yo veré reflejada la belleza de su alma
cuando se entristezca mi alma y todo mi ser;
o cuando se baje el nivel de mi alegría…
y parezca que ya no encuentre la paz
se que ella de mí va a saber cuidar
me dará aliento y me dirá que todo va a mejorar

ella va a cuidar de mí hasta que nada me haga mal
y yo seré muy feliz junto a ella
y algo me dice que voy a encontrar a alguien así;
no se si será el sentido de mi corazón…
o el deseo que tengo de encontrarla
y en sus ojos encontraré la luz que me guíe;
y en sus besos la dulzura de la miel
será como un ángel que solo me hará bien

en su cuerpo, en sus caricias y en sus abrazos…
estará mi cobijo, mi refugio y mi calma
y yo le daré hasta mi vida.
Adonde quiera que estés escúchame 
ven y abrázame, yo te necesito y te amaré siempre;
hasta el final de mis días
dejaré pasiones de lado por tu gran amor
haré que vivas eternamente adentro de mi corazón

ella será quién me sacará de la soledad
y yo le daré todo el amor que hay en mi alma
y porque ella estará junto a mí…
yo viviré en un mundo hermoso,
un mundo donde ella será el motivo de mi felicidad;
porque ella hará que sea así
yo preciso que ella sea mi salvación;
que sea mi amor sagrado y bendecido por Dios

y yo te veré como un ángel;
quién vino para hacerme nacer de nuevo…
y vivir un amor de verdad
yo no dejaré de buscarla, y seguiré enfrente…
buscando un sueño; al gran amor de mi vida;
no dejaré de buscarla jamás
ni dejaré de ser un soñador;
que busca encontrar en la vida_ a un gran amor.

                                               Gustavo Freitas








Hasta que llegaste tú

Ya había perdido la dirección…
y el sentido por quién vivir;
y que alguien que yo amaba le dio a mi vida
yo la quería con el corazón; con el alma mía

mis manos se esforzaron para alcanzar…
y darle todo lo que ella quería
y lo que mis manos no alcanzaban;
yo me esforzaba para poder alcanzar…
para que ella sonriera y verla feliz
verla a ella feliz era mi felicidad
pero ella se fue; y yo creí que no volvería amar,

es más; yo pensé que me moría de dolor
porque esa persona que se fue…
yo la adoraba, la quería con el alma mía
no hace falta decir que yo…
la quería más que a todo en el mundo,
y si fuera preciso por ella daba la vida
pero igual ella se fue dejando mi vida vacía

y tú llegaste a mi vida,
sanaste las heridas que había en mi corazón
hiciste que se fueran mis ganas de llorar;
y la angustia que había en mi alma
tú hiciste que sonriera de nuevo…
y que volviera a creer en el amor
mi mundo era triste y gris, y tú le diste color

hiciste que renaciera cuando mi vida se moría…
y ver que la vida aún vale la pena
me hiciste ver que existía un mañana por mí
tú llenaste mi vida de luz y de esperanza
y me di cuenta que mi mañana eras tú;
y serás mi amor hasta la eternidad…
y hasta el más allá

y cuando no aya más vida para nosotros dos;
yo le pediré a Dios otra vida para amarte
porque mi amor por ti va más allá de una vida
y siempre faltará un momento…
y hasta una vida para amarte mucho más
porque yo aprendí a quererte más que ayer
y hoy es más que un simples querer,

es amor de verdad
el amor que siento por ti…
son de esos amores que se siente con el alma
y si tú lloras me hace llorar a mí
pero si sonríes satisfaces mi sentimiento
porque tu sonrisa me hace ver que estás bien,
que eres feliz, le pido a Dios que siempre estés…

en mis días, en mis noches y en cada amanecer
porque si tú no estás yo no se como vivir
pero estás, y yo agradezco por eso
le agradezco a la vida, a Dios…
y a todos los santos;
porque nos amamos así; sin límites ni medidas,
y porque tú estás en mi vida.
Gustavo Freitas










Un alucinado

Solo Dios sabe cuanto él la quería
él la adoraba; la quería más que a él
pero ella se fue para el cielo con Dios
y él parece que se muere de tanto dolor

era muy grande él dolor que él sentía
y no sabía si podría soportar
porque él la amaba tanto
y ella lo amaba a él también
era un amor mutuo
parecía dos amores en un mismo corazón
se adoraban; era un gran amor

él decía que dolía más adentro de sí
y no podía aceptar que la perdió a ella…
y que fue la muerte quién los separó
y la gente no lo entiende;
dicen que ya enloqueció
un alucinado que habla con las estrellas
y decía que hablaba con ella;

con su gran amor que fue para el cielo.
Hoy lo ven ahí; en el banco de una plaza…
con el pelo largo, sombrero,
barba larga y un saco gris
y desde que ella se marchó…
él solo parece un cuerpo sin alma
que desde que se murió su amada…

se olvido de seguir viviendo
parece que está, pero él no está;
está solo su cuerpo
su alma se fue con su gran amor.
Y aquel viejo del banco de la plaza;
sigue mirando el cielo y habla con las estrellas
él dice que solo así vuelve a halar con ella.

Gustavo Freitas












Un alucinado

Solo Dios sabe cuanto él la quería
él la adoraba; la quería más que a él
pero ella se fue para el cielo con Dios
y él parece que se muere de tanto dolor

era muy grande él dolor que él sentía
y no sabía si podría soportar
porque él la amaba tanto
y ella lo amaba a él también
era un amor mutuo
parecía dos amores en un mismo corazón
se adoraban; era un gran amor

él decía que dolía más adentro de sí
y no podía aceptar que la perdió a ella…
y que fue la muerte quién los separó
y la gente no lo entiende;
dicen que ya enloqueció
un alucinado que habla con las estrellas
y decía que hablaba con ella;

con su gran amor que fue para el cielo.
Hoy lo ven ahí; en el banco de una plaza…
con el pelo largo, sombrero,
barba larga y un saco gris
y desde que ella se marchó…
él solo parece un cuerpo sin alma
que desde que se murió su amada…

se olvido de seguir viviendo
parece que está, pero él no está;
está solo su cuerpo
su alma se fue con su gran amor.
Y aquel viejo del banco de la plaza;
sigue mirando el cielo y habla con las estrellas
él dice que solo así vuelve a halar con ella.

Gustavo Freitas










Un alucinado

Solo Dios sabe cuanto él la quería
él la adoraba; la quería más que a él
pero ella se fue para el cielo con Dios
y él parece que se muere de tanto dolor

era muy grande él dolor que él sentía
y no sabía si podría soportar
porque él la amaba tanto
y ella lo amaba a él también
era un amor mutuo
parecía dos amores en un mismo corazón
se adoraban; era un gran amor

él decía que dolía más adentro de sí
y no podía aceptar que la perdió a ella…
y que fue la muerte quién los separó
y la gente no lo entiende;
dicen que ya enloqueció
un alucinado que habla con las estrellas
y decía que hablaba con ella;

con su gran amor que fue para el cielo.
Hoy lo ven ahí; en el banco de una plaza…
con el pelo largo, sombrero,
barba larga y un saco gris
y desde que ella se marchó…
él solo parece un cuerpo sin alma
que desde que se murió su amada…

se olvido de seguir viviendo
parece que está, pero él no está;
está solo su cuerpo
su alma se fue con su gran amor.
Y aquel viejo del banco de la plaza;
sigue mirando el cielo y habla con las estrellas
él dice que solo así vuelve a halar con ella.

Gustavo Freitas